Día 19

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Venus:

"¿Todo bien?".—Leo los mensajes de Ian.—"No hemos hablado en días"

Observo su última conexión y suspiro, le escribo una respuesta:

"Todo bien"

Dejo el móvil y cojo la guitarra, toco un par de acordes mientras permanezco sobre la cama, luego vuelvo a dejarla sobre ella.

¿Cómo se supone que voy a hacer esto?

—¡Venus!

Me sobresalto cuando escucho mi nombre en voz alta, seguido de un par de veces más y unos pasos acercándose a mi habitación.

Mis ojos se abren cuando veo a Willow ingresar, por segunda vez sin una invitación, seguido aparece mi hermana.

Me alegra que no estén mis padres para lo que sea que este apunto de pasar.

Ella me examina y pone los ojos en la guitarra que esta sobre mi cama, para luego poner la atención nuevamente en mí.

—Lo de entrar a mi habitación sin una invitación se te está haciendo costumbre.

—¿Ahora debo pedir permiso? Antes me dejabas pasar..

—Antes éramos mejores amigas.—Le interrumpo, ella se tensa aunque trata de mostrar una sonrisa.

—Tienes razón.—Dice y se vuelve hacia mi hermana.—Tengo que hablar contigo, solo contigo. Ella no tiene por qué estar aquí.

—Ella es mi hermana.—Respondo yo.—Sea lo que tengas que decirme para que tuvieras que venir a invadir mi casa sin una invitación, eso no te da derecho a echarla cuando la invasora eres tú.

Nos miramos con recelo.

—Está bien, Vee.—Dice Raquel y pongo los ojos en ella.—No es como si quisiera estar aquí ahora.

No le insisto y dejo que se marche, Raquel sale de la habitación y toda mi atención está en Willow.

—¿Practicando..?.—Pregunta mirando la guitarra.

Suspiro.

—¿A qué has venido, Willow?

Sus labios se separan.—Me prometiste que no interpondrías.

Frunzo el ceño.

—Termine con Wade, puede estar satisfecha.—Noto las lágrimas en sus ojos, aunque eso queda en segundo lugar cuando recuerdo sus palabras.

¿Ellos terminaron?

Mi mirada baja. ¿Por qué lo hago?

¿Por qué me siento culpable?

—Yo no te prometí nada.—Las palabras brotan de mis labios.

Ella me observa sorprendida.

—Realmente te has metido entre nosotros, zorra.

—Esto es agotado, Willow... ¿Has venido a mi casa a reclamarme que tu relación con Wade acabo?

Se ve sofocada, como si no supiera que hacer, ahora entiendo porque ha venido solo aquí, esta tan enojada y frustrada que solo quiso desquitarse conmigo.

No le daré el gusto.

—No es mi culpa que seas tan insegura de tu relación como para que tengas que buscar culpables, o culparme a mí.

—¿Vas a decirme que no es tu culpa?

Justo cuando debo hablar, me callo.

Ella sonríe, dándose la razón.

—Eso creí.
















(*)














—Lo siento.—Se disculpa Wade, dejándome sorprendida.

—¿Qué?.—Sonrio.

—No debió venir aquí..—Las palabras brotan de sus labios y mi sonrisa se borra.—Willow..

Se está disculpando por ella.

Trago saliva.—Te disculpas por ella.

—No tiene a quien hacerlo por ella, si yo no lo hago quien...

Siento algo en el estómago.

—No sabía lo importante que es ella para ti.

—¿Por qué no?.—Me pregunta con una ceja alzada.—Es mi novia ¿no?

No respondo, me sorprende que viniera solo para disculparse por ella.

—Eso es todo... se está haciendo tarde y debo volver.—Dice señalando detrás de él, es cierto que el camino largo hasta su casa y el clima no ayuda, además ya está por anochecer.

Debo dejarlo ir, sin embargo...

—¿Puedo preguntar porque?

Wade para.

No me muerdo la lengua al preguntar.—¿Por qué terminaste con ella?

Me mira serio, pero pronto lo veo sonreír.

—No he terminado con ella.—Responde y otra vez ese malestar desde que empezó a hablar de ella.—Al menos no yo.

—Creo que para ella si terminaron.—¿Qué me pasa?. Wade me observa con una ceja alzada.—Aunque la veo difícil dejarte ir.

El no responde, aparto la mirada y lo escucho.

—No has respondido mi pregunta.

¿Por qué insistes, Venus?

Te debería ser indiferente esto, no tiene por qué interesarte.

Cuando pienso que volveremos a pelear como la primera vez que nos volvimos a ver y aunque esta vez sí me lo merezca por entrometida, me sorprende que responda fácilmente mis interrogantes.

—No quiero dañarla.

Mis labios se separan.—¿Por qué ibas a dañarla?

El no responde, solo me sonríe.

—Buenas noches, melocotón.

No digo nada y aunque siento algo por escuchar ese apodo denuedo brotar de sus labios, algo más me quema el estómago.

¿Por qué me sorprendo de saber que Willow es muy importarte para él?

Es su novia, es algo obvio.

Sin embargo, es muy diferente de creerlo a que el mismo me lo confirme con sus palabras.

No imagine cuando iba a fastidiarme, quizás porque no imagine a Wade queriendo a alguien más como lo hizo conmigo.

Es egoísta, lo sé.

No tengo el derecho de sentirme así.. Pero ¿Qué hago si así me siento?

Si lo que me quema en el estómago es eso, son celos.

60 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora