Las cosas no eran iguales.
Hicieron un antes y después. Un cambio, que fue totalmente grato para ambos. Hablaban de cosas más interesantes e intentaban conocer los lugares más recónditos de el otro para saber. Querían explorar el gran espacio que eran.
No se quedarían con las sencillas cosas, compartían lo más posible, compartían todo lo que pudieran.
Era un viernes, un viernes normal, donde el trabajo era una preocupación vacía en comparación con el próximo fin de semana que propinaría una relajación más importante durante esos dos días. El año estaba terminando, las cabezas de las personas sólo anhelaban como un espejismo unas vacaciones, la navidad, las festividades, el año nuevo, todo lo que venía luego y las vacaciones que harían todo mucho más divertido saliendo por momentos de la rutina.
Wonwoo estaba haciendo un informe de su trabajo. Estaba cansado y las tres tazas de café no ayudaban a mantenerse despierto. Su trabajo estaba siendo mucho para su espalda, para su mente. Estaba agotado en todas las formas posibles, y estaba haciendo su mayor esfuerzo para no rendir mal.
Pero las veces que se quedaba dormido encima de su computadora, encima de libros o papeles eran cada vez mayores. Sus ojeras probablemente llegarían al piso en algún momento, y cada vez bajaba más de peso por la comida basura y poco recurrente que consumía.
El timbre sonó cuando estaba terminando una página del informe. Su mirada fue a la puerta, preguntado interiormente quien era la persona que tocaba el timbre a las nueve de la noche.
Abrió la puerta, viendo a un castaño alegre, con una bandeja llena de galletas que tenían un plástico delgado. La cara de Wonwoo se iluminó por segundos, un acontecimiento alegre estaba sucediendo sólo porque le gustaba la presencia de Mingyu.
—¿Qué haces aquí?
—Te extraño. Hasta Júpiter lo hace. Pensé que sería buena idea poder visitarte con comida. Sé que estás lleno de trabajo.—Wonwoo lo dejó entrar, mientras el menor dejaba la bandeja en la mesa, que tenía decoraciones.
El informe quedó abandonado por la mente de el mayor, concentrándose en el otro chico que llegó sorpresivamente a su departamento. Cuando vio su computadora con la pantalla negra, se levantó, dejando la conversación colgada mientras Mingyu lo miraba con curiosidad.
—¿Qué pasa?
—Tengo que terminar un informe para mañana... Debería seguir.—Susurró, mientras miraba el castaño.
—Bien, tú sigue con tu trabajo, yo veré la tele. ¿Te molesta que me quede?—Dijo mientras se volteaba.
—Para nada, me da miedo cuando mi departamento está muy callado.—Sonrió, mientras Mingyu tomaba el control remoto para poder ver la televisión. Se sentó en la mesa del comedor, mientras la televisión tenía un volumen bajo, para no perturbar la concentración de el mayor.
Quizás pasaron dos horas. Se escuchaban suspiros, papeles, tecleados en el computador y la televisión. Ni siquiera se miraban. La cabeza de Wonwoo estaba por reventar en conocimientos, cansancio y estrés. Era tarde, muy tarde. Era la una de la mañana, y todavía le quedaba media página.
De a poco fue cerrando sus ojos, su mano cedió sobre el ratón del computador, y su vista se sentía más difusa de lo normal. Sus papeles parecían no tener letra alguna y su cabeza cedía por el cansancio.
Terminó el informe, y se estiró sobre el escritorio.
Sus ojos se cerraron sobre la madera de la mesa del comedor, y se dejó llevar por el sueño.
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My little star; Meanie
FanfictionDos personas, y varias estrellas que brillan sobre ambos... Ambos tenían que degustar del dulce sabor de las estrellas. Con la luna sobre ellos y un par de pasteles en sus manos. 🍰Meanie (Mingyu y Wonwoo) 🍰Historia original. 🍰No se permiten ada...