012

803 112 39
                                    












Christopher salió de clases bostezando, sintiéndose más cansado de lo normal, cuando alguien lo tomó del brazo para detenerlo. Se giró, encontrándose con una cabellera negra, y miró a Johan frente a él, que lo miraba con el ceño ligeramente fruncido.

—¿Qué pasa? —preguntó confundido.

—Necesito que me ayudes —dijo Johan soltándolo.

Christopher se quedó un momento en silencio.

—No tengo condones, Johan.

El rostro del chico enrojeció.

—¡No es eso! —lloriqueó como un niño pequeño —. ¡Por favor, Christopher, si me ayudas yo te ayudaré!

—¿Y en qué necesito tu ayuda, mocoso calenturiento? —replicó Christopher.

—¡Con Erick! —chilló Johan tomándolo del brazo —. ¿Crees que no lo noto? ¡Están peleados!

Christopher soltó un bufido, incrédulo, haciendo una expresión irritante.

Sin embargo, no negó lo que estaba pasando. No era como si hubiera peleado con Erick, simplemente era que... bueno, Erick parecía escapársele de las manos por momentos. Como si en un instante todo estuviera bien, como si no hubiera problema alguno, para luego mirar hacia otro lado y hacer como si no fueran nada.

Y eso dolía, aunque nunca lo admitiera.

—¿Cómo quieres que te ayude? —preguntó Christopher entre dientes.

—¡Quiero sacarle celos a Richard! —los ojos de Johan se aguaron —. ¡Desde que conoció al tonto hiperactivo que no me presta atención! Y Richard te odia, así que –

—¿Quieres que engañe a Erick? — Christopher lo observó.

—¡No! ¡Jamás le haría eso a Erick! —la expresión de Johan cambió a una ofendida —. Sólo quiero que coqueteemos, nada más —luego, puso una sonrisa pequeña —. ¿Nunca has visto a Erick celoso, Christopher?

Hubo un pequeño momento de silencio.

—Cuéntame más, mocoso enano.






[...]





A la hora de almuerzo, mientras Christopher y Zabdiel almorzaban juntos en tanto Joel y Yoandri se daban un revolcón en el baño, Johan llegó sonriendo.

Se sentó al lado de Christopher, ignorando a Zabdiel, para mirar al castaño.

—El cabello así te queda hermoso, Christopher —dijo Johan sin borrar un poco su sonrisa, pasando sus dedos por el cabello del aludido.

Zabdiel los miró, enarcando una ceja.

—Gracias, Johan — Christopher observó su almuerzo —, pero me gusta más tu cabello —lentamente, Christopher cruzó su mano por su nuca —. Te ves realmente precioso.

Las mejillas de Johan se ruborizaron.

—¡Richard! —la voz de Zabdiel los interrumpió.

Camacho se apareció con el ceño fruncido, viendo primero a Johan y luego a Christopher que apenas lo saludaron, todavía mirándose.

—Johan, siéntate conmigo —dijo Richard fulminando con la mirada a Christopher.

Johan lo miró con desagrado.

—Estoy bien aquí —y sorprendiendo a todos, Johan se puso de pie para dejarse caer sobre las rodillas  de Christopher —. Christopher realmente me presta atención.

—¿Cómo no te prestaría atención? —Christopher enarcó una ceja.

—¡Eres tan encantador, de ver–!

—¿Interrumpo algo?

Todos se giraron lentamente para ver a Erick de pie ante ellos, mirando la escena sin expresión alguna en su rostro.

Luego, sus ojos se posaron en Johan, y de forma escalofriante, sonrió dulcemente.

Sin embargo, su sonrisa asustó a todo el mundo. No había calidez en ella, ni ternura, sólo algo parecido a odio.

—Disculpa, Johan, pero ¿puedo saber por qué estás sobre mi hombre?

Christopher sintió que había firmado su muerte.




 Novio de Alquiler|Chriserick| |Adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora