023

690 95 9
                                    













—Rich.

—¿Qué?

—¿Estás bien?

—Por supuesto que estoy bien —el libro que Richard estaba metiendo en el librero de la biblioteca golpeó la pared debido a la fuerza que había usado el chico—. ¿Por qué no estaría bien?

—Porque Joh–

—¿Por qué terminé con esa rata de alcantarilla que al parecer se estaba acostando con ese alíen de mierda? —Richard lo miró con una sonrisa tensa —. Johan no me merece, soy demasiado para él, así que yo terminé con él.

Erick se quedó en silencio un momento, observando el rostro ojeroso de su amigo, para luego mirar hacia atrás, viendo llegar a Christopher.

Christopher le hizo un gesto extraño que no pudo entender bien.

—Richard, ¿no quieres llorar? —preguntó Christopher calmado.

El chico de cabello rojo se detuvo y sus labios temblaron. Erick dio un paso, dispuesto a sostenerlo cuando se derrumbara.

Sin embargo, Richard se limitó a frotar sus ojos furiosamente.

—Johan no merece mis lágrimas —se limitó a decir.

Erick y Christopher se miraron de forma cómplice.

—Está bien que llores, Richard —señaló Erick.

—Lloraría si supiera que el término le dolió tanto a Johan como a mí —dijo Richard —. Pero lo veo muy bien hablando con su novio.

Los dos chicos se giraron hacia la dirección en la que Richard apuntaba, viendo a Johan sentado detrás de una mesa, con Zabdiel a su lado, hablando en voz baja, ajenos al resto.

—Christopher, agárrame la camisa —el castaño rodó los ojos ante la petición de Erick, pero obedeció —. ¡SUÉLTAME QUE YO LOS MATO!

Su grito resonó en toda la silenciosa biblioteca, llamando la atención.

Johan levantó la vista, palideciendo, en tanto Zabdiel se ruborizaba.

—¡¿ME OYEN, MALDITOS TRAIDORES?! —siguió gritando Erick mientras Christopher fingía sostenerlo para detener sus pasos —. ¡SON UNOS SUCIOS, SON LOS PEORES AMIGOS DEL MUNDO, PUEDEN IRSE AL DIABLO AHORA MISMO! —Christopher lo soltó en el momento en que dos guardias llegaron, agarrando a Erick de los brazos para sacarlo —. ¡CUANDO LOS VUELVA A VER LES CORTARÉ EL PENE A LOS DOS, ¿LO TIENEN CLARO?!

Los tres amigos fueron expulsados de la biblioteca gracias a eso, por supuesto.

Christopher suspiró mientras caminaban por los pasillos, con un silencioso Richard a su lado mientras Erick seguía despotricando.

—¿Piensas hablar con Johan más adelante? —preguntó Christopher frunciendo el ceño.

—No lo sé —Richard se encogió de hombros —. Si Erick te mintiera, ¿querrías volver a hablar con él?

Erick se quedó en silencio de pronto.

—Depende de qué tipo de mentira estamos hablando —respondió Christopher con su estómago revuelto.

—Oh, claro —Richard mordió su labio inferior —. Pero, ¿si para ti fuera algo imperdonable?

¿Cómo que me ocultara cosas de su familia? ¿Cómo que no me diga de dónde salió realmente? ¿Qué no me diga quién es?

—Yo te perdonaría todo, Christopher —dijo de pronto Erick con la voz temblando.

Christopher lo miró, deteniendo su caminata.

—Por supuesto que yo igual lo haría, bebé —respondió Christopher con voz grave —, pero que te perdone no significa que las cosas sigan iguales.

Erick enmudeció.

Hubo un pequeño silencio.

—¿Por qué hablan como si fueran a terminar?  —regañó Richard tratando de que el aire tenso desapareciera —. Vamos, estoy desanimado y quiero comer como el monito bonito que soy.

Christopher rodó los ojos otra vez, volviendo a caminar.

—Vamos, monito volador, los invito a comer una pizza —dijo Christopher.

En lo único que podía pensar Erick era en pedir perdón.

Pero las palabras no salieron nunca de su boca.












 Novio de Alquiler|Chriserick| |Adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora