040

695 86 15
                                    













—Despaaaacirooooou, nananara nanananana burirou–

—Yoandri, mi amor, ¿podrías dejar de cantar eso?

—¡Es el nuevo hit, príncipe!

—Me estás rompiendo el oído.

—Grosero.

Joel le sonrió a Yoandri, rodando los ojos, para luego darle un pequeño beso que lo iba a tener contento por el resto del día y, de seguro, haría que no siguiera cantando.

—¡DESPAAAAAACIROOOOOU!

O tal vez no.

En ese momento, Richard llegó corriendo donde ellos, sonriendo, mientras un tieso Johan le seguía haciendo una mueca con cada paso.

—¡Johan, apúrate! —le gritó Richard de forma malvada.

Johan murmuró algo inentendible en voz baja en tanto Yoandri y Joel comenzaban a reírse al notar el por qué su amigo estaba caminando así.

Minutos después, Christopher y Zabdiel aparecieron con expresiones de sueño, pero el chico de sonrisa cuadrada pareció perder todo cansancio cuando se acercó a hablar con Johan y Richard. Por otro lado, Christopher bostezó y se apoyó en Yoandri.

—¿Ya vamos? —preguntó mirando hacia la entrada del parque de diversiones.

—Sí, sólo hay que esperar a Erici —comentó Joel.

Christopher asintió, tratando de no lucir un poco afectado por la mención de su exnovio. Después de todo, las cosas entre ellos estaban supuestamente bien, así que tenía motivos para reaccionar así. Por otro lado... habían pasado dos semanas desde que mantuvieron esa conversación, ya era momento de verse otra vez.

—¿Seguimos teniendo prohibido decirle a Erick de que te vas? —preguntó de pronto Johan, llamando la atención de todos.

Christopher apretó sus labios en una fina línea por un momento.

—Sí —respondió desviando la vista —. Yo me encargaré de decírselo.

Richard bufó.

—No me gusta mentirle a mi mejor ami–

—¡Chicos!

Afortunadamente, Richard dejó de hablar cuando Erick apareció con una sonrisa pequeña.

Y detrás de él venía otro chico.

Todos miraron a Christopher, que seguía con el rostro impasible aunque por dentro algo dolía.

—Lamento la tardanza —dijo sonriendo en modo de disculpa —. Les presento a Adrián... un amigo.

El recién llegado miró a todo el mundo con timidez, saludando en voz baja. Los chicos le devolvieron el saludo respetuosamente, tratando de no fijarse demasiado en el aspecto de Christopher, que lucía más indiferente y ajeno al resto que nunca.

—Pueden decirme Adri —dijo Adrián tomando el brazo de Erick.

—Vamos —Erick le tomó la mano a Adrián, arrastrándolo hacia las boleterías —, podemos subirnos al juego que quieras.

—¿De verdad, Ericksito? —preguntó Adrián.

Christopher apretó su mandíbula, sin poder dejar de observar las manos de Erick y Adrián. Mientras el resto se adelantaba, agarró a Johan del cuello de la camisa y tiró de él.

—¡Ay, au, Christopher, cuidado que me duele el culo! —se quejó Johan frunciendo el ceño.

—¿Erick nunca te mencionó a este chico? —le preguntó con la voz helada.

Johan lo miró con un poco de mofa.

—¿Celoso? —se burló.

—Ya quisieras.

La sonrisa desapareció del rostro de Johan, fijando sus ojos en Erick y Adrián, que estaban comprando algodones de azúcar. Erick le estaba diciendo algo a Adrián, que se reía en voz baja, con las mejillas un poco coloradas.

—No parece tener más de dieciséis años —comentó Johan —. No, no lo había mencionado antes. Digo... no he hablado mucho con Johan estas dos semanas, estaba muy ocupado por algo que no me quiso decir —Johan miró a Christopher con simpatía —. No te preocupes, Christopher, no creo que ellos dos tengan mucho futuro.

—No me importa —mintió Christopher cruzándose de brazos —. Ericksito puede hacer lo que quiera con su vida.

Siempre y cuando yo esté en ella, pensó ahogando los celos en su interior.

—¿Podemos subirnos a ese juego, Ericksito? —preguntó de pronto Adrián apuntando a la montaña rusa recién estrenada.

Todos pudieron ver como Erick palidecía y empezaba a balbucear cosas.

—¿No prefieres ese, Adri? —dijo Erick apuntando a un juego de patitos.

Adrián frunció el ceño, confundido.

—Pero ese es aburrido... —dijo sin mala intención —, pero si tú quieres, entonces...

—¡Está bien! —chilló Erick de pronto, pellizcándole la mejilla a Adrián—. Vamos a la montaña rusa.

El rostro de Adrián se iluminó y abrazó a Erick, riendo.

—¡Gracias, gracias Er!

Christopher quería matar a ese mocoso de cabello rubio que estaba abrazando a su chico.

Fueron a hacer la fila para la montaña rusa y toda la atención de Erick estaba sobre Adrián, que parecía estar hablándole sobre sus clases o algo que definitivamente no le importaba a Christopher, quien sólo miraba a Erick queriendo llamar su atención, que fijara sus ojos en él y en nadie más.

Por supuesto, lo logró pero no de la forma que deseaba.

Porque luego de subir a la montaña rusa y bajarse, Erick salió llorando debido al miedo enorme que sintió por la velocidad y los bruscos movimientos del juego. Adrián parecía totalmente mortificado por ello, tratando de sostenerlo y consolarlo, pero Christopher no lo soportó más y se acercó a ellos con furia mal contenida.

—¡¿Cómo se te ocurre hacer que se suba a ese juego?! —le gritó sin poder controlarse, asustando a Adrián —. ¡Ericksito le tiene miedo a casi todo!

Bueno, quizás no debía decir eso, pero no podía evitarlo.

—Yo... yo...

—¡¿Qué clase de cita quieres tener con Erick?! —siguió gritando Christopher atrayendo a Erick contra sí, dándole un abrazo —. ¡Eres como el peor novio del mundo, idiota!

Adrián lo miró, confundido, con expresión de miedo, y Erick se alejó de Christopher, parpadeando con sorpresa.

—¿Novio? —Erick miró a Adrián —. Adrián no es mi novio ni mi cita...

—¿Qué?

—¿Qué? —preguntó Zabdiel mirándolos, atónito.

Erick se removió, incómodo.

—Adrián es... es mi medio hermano —dijo con voz tímida —. Mamá quería que lo conociera.

Oh.

Bueno, eso era incómodo.


















Faltan siete capítulos más :)

 Novio de Alquiler|Chriserick| |Adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora