Armas

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Despertó de golpe en un lugar que parecía más bien una cueva, quitándose el aparato para que pudiera respirar se dio cuenta de que todo el cuerpo le dolía.

Quiso tomar un vaso de agua que estaba al lado de su mesa, pero tenía muy adormecidas las manos por lo que lo único que logró fue que este cayera al suelo, cosa que lo frustró y cuando volteo a ver hacia arriba se dio cuenta que había un hombre que estaba afeitándose.

Pensó por un momento en pararse pero cuando se movió se dio cuenta que estaba conectando de otro lado.

—Yo que usted no lo haría. —Dijo el hombre y Tony volteo a verse a ver la cosa que tenía algo en su pecho.

El pánico se apoderó de él, por un momento no quería ver qué demonios era lo que tenía pero al final termino desgarrándose la camisa que llevaba, viendo que tenía una especie de cosa en el pecho en forma de círculo, como una batería incrustada en él.

Quería llorar ¿Cuánto tiempo había estado allí? No podía sentir a ninguno de sus cachorros, Harley estaría siendo consolado con su papá pero ¿Peter? Su pequeño hijo no tenía padre, quien lo consolaría y le daría amor, la manada lo quería pero Stane no tanto, ¿Cómo lo tomaría? No quería dejar a su hijo, no podía dejarlo solo, pero tampoco veía cómo salir de esto.

Pasaron unos minutos y el hombre le ayudó a sentarse para que pudiera comer un poco.

— ¿Qué me hicieron? —Preguntó Tony después de unos minutos.

—Le salve la vida. —Le dijo el hombre mientras servía. —Le he quitado la metralla lo más que pude pero aún lleva en su sistema, esta podría llegar a su corazón si no es por la cosita en su pecho.

El hombre se paró y agarró un frasquito con sobras de metralla.

—Tome un lindo recuerdo.

Tony se quedó viendo un instante la metralla, bueno tal vez le debía la vida a ese hombre.

—He visto muchas heridas de estas en mi pueblo, las llamamos "muertos vivientes" y eso es porque las malditas tardan más o menos en llegar a los órganos vitales.

— ¿Y la batería de mi pecho?

—Eso que tiene el pecho es un electroma, funciona con una batería y evita que esas cosas se vayan a sus órganos.

Tony se sintió un poco mal, y se subió el cierre de la suerte. De verdad la vida lo odiaba.

"Primero mi madre se volvió loca, después mi novio me embarazo en plena guerra, mi padre me la pase el mayor tiempo con él peleando y mi esposo murió, al igual que mi mejor amigo se largó... luego todos me abandonaron lentamente y al final terminaré dejando huérfano a la única persona que amaba con todo mi corazón, al igual que Harley." Pensó con cierto aire de tristeza, vio a las cámaras.

—Soy Yinsen, nos conocimos una vez. Yo estaba en una conferencia técnica en Alemania y usted por parte de su empresa.

—No recuerdo.

—Jajaja, nadie recordaría con ese nivel de ebriedad, ni hubiera dado esa conferencia.

— ¿Dónde estamos? —Y antes de que pudiera responderle el extraño hombre la puerta de metal se abrió, dejando ver a un grupo de hombres.

El hombre agarró del brazo a Tony y le susurro que hiciera lo que él hacía, para no meterse en más problemas.

Un hombre gordo apareció de la nada, se veía algo feliz y le extendió los brazos a Stark.

—Maar kyk wie ons hier het, is die groot Tony Stark, die beroemdste volksmoord in die geskiedenis van Amerika. —Dijo el hombre gordo y le pidió al hombre que le tradujera.

—Te dijo que bienvenido Tony Stark, el genocida más famoso de toda la historia de américa. —Le dijo en un susurro.

— ¿Está contando las matanzas de la segunda guerra?

El hombre regordete volvió a reír, pareciera muy feliz de la situación.

—Dit is 'n groot eer, ons het dit nodig om die demonstratie-missie te bou —Dije el hombre suavizando más su voz y entregando una hoja al hombre. —ons het 'n foto om van te sien.

Tony vio la hoja y se volteo a ver al hombre, esa hoja traía una foto de su misil de exhibición.

—Quieren que construyas este misil. —Le afirmó su miedo Yinsen.

Tony se les quedo viendo por un momento, pensó en las consecuencias de que esto podría traer y por un momento pensó en sus hijos. Si el construía ese misil y se lo daba a las personas equivocadas, sus hijos siempre estarían en peligro.

—Me niego. —Dijo con voz fría, sabiendo que esto declararía que lo matarán o lo torturaran.

En este caso pasó lo segundo; lo metieron en agua helado sin avisarle lo que le impedía poder respirar bien, luego le pusieron algo que lo dejaba ver y lo guiaron a la salida donde Tony vio mucho de sus armas en sus manos.

"¿Por qué tenían tantas de mis armas?" Pensó el hombre con cierto miedo, no era posible que le vendiera al bando enemigo tan directamente, de seguro las habían robado.

—Wat dink jy? —Le dijo de repente el hombre gordo y su compañero de prisión le tradujo.

—Quiere saber qué te parece.

—Tiene muchas armas mías ¿porque? —Si sus dudas se confirmaban de que el mismo se las vendió juraría que rodarán cabezas de su equipo de ventas.

—Dit maak nie saak nie, met al hierdie wapens het u die nodige om die raket te bou, vra dit as u iets nodig het. —Dijo el gordo señalando las armas.

—No importa como las consiguió, con esto puedes construir tu misil, también si algo te hace falta podrás hacerle una lista de los materiales.

—Hoe vinniger u vir ons werk, hoe vinniger u dit laat gaan, sal u vry wees. —Con las señas Tony se dio cuenta cual era el beneficio de hacer el arma, hasta antes que lo tradujera.

—Dice que trabajes inmediatamente, cuando termines serás libre.

Vivió en la segunda guerra mundial, fue el loco que se embarazo del super soldado, el que creó las armas más peligrosas... sabías a qué le jugaba, dos metros después de su libertad lo matarían. Pero si se negaba a cooperar también lo harían, no había ruta de escape esta vez ni nadie que lo salvara, su hijo quedaría huérfano por no pensar bien las cosas.

O a lo mejor solo necesitaba tiempo.

—Acepto. —Dijo estrechando la mano del hombre, el cual solo le sonrió.

Rezaba a que algo se le ocurriera.

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