Entre aviones y pasados

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Salió volando dirigiéndose al lugar, llegó justo en el momento donde iban a fusilar a un hombre enfrente de su esposa y sus dos hijos.

Al instante que llegó todos los soldados le empiezarón a disparar, pero la armadura era inmune a las balas, por lo que le dejó que gastaran sus recursos en él. Después de un rato empezó a disparar y golpear él.

Poco a poco fue cayendo el ejército terrorista, los más inteligentes escaparon, lo que no se enfrentaron a su furia mientras que la gente veía el espectáculo. Sin embargo, un grupo de terroristas agarraron a las familias que estaban ahí y amenazaron en matarlas si él seguía atacando, Tony no iba a matar a esa gente por lo que bajo las manos enojado.

Tampoco era tonto, sabía perfectamente que esa basura haría hasta lo más bajo para ganar por lo que tenía un plan para esas situaciones, primero identifico a todos los malditos y de sus hombros salieron unas pistolas que atacaron a todos los terroristas a la vez, matándolos al mismo tiempo y evitando que alguna familia muriera.

Cuando las familias estuvieron a salvo Tony identificó al hombre gordo que lo había encarcelado por lo que fue por él que estaba escondido atrás de una pared y lo arrojó al mismo lugar donde el asesinaba a las personas.

—Es todo suyo. —Les dijo con una voz cambiada para que no lo identificaran y se fue, sabía perfectamente que las familias tomarían la venganza que para ellos en esas circunstancias, era la mayor de las justicias.

Salió volando de ahí dispuesto a llegar a tiempo a recoger a Peter, había sido una mañana bastante productiva, sin embargo se tuvo que volver a detener cuando vio sus antiguas armas cerca del lugar y definitivamente eso no lo iba a permitir.

A pesar de que lo derribaron, eso no causo nada a su armadura ni a él por lo que se paró y derrumbó el tanque con un solo misil dispuesto a seguir con su plan, y solo necesitó romper uno de sus misiles para que todos cayeran como fichas de dominó, incluyendo a los malditos de ahí.

Ya en el aire a varios kilómetros sonó su celular y al ver que Rhodes era el que lo llamaba solo opto por maldecir, ya lo habían descubierto los de la fuerza aérea.

—Hola. —Dijo como si nada.

—Tony.

— ¿Quién habla?—Solo quería molestar y Rhodes lo sabía perfectamente.

—Rhodes.

—Lo siento, ¿quién? —Algún día lo iba a matar, algún día.

—Te dije que soy Rhodes.

—Hable más fuerte por favor. —Ya sabía quién era pero el sonido del aire también estaba creando problemas. Algo que Rhodes identificó.

—Ese ruido de donde viene. —Empezó a imaginar el coronel lo que pasaba.

—Es que voy en un convertible. —Mintió con lo primero que s ele vino a la mente.

—Necesito tu apoyo Tony. —Eso hizo enojar un poco al omega.

—Si mira que gracioso, cuando yo te la pedí me mandaste por un tubo al infinito y más allá.

—Hablando de gracioso destruyeron una zona a unos cuantos kilómetros de donde te tenían preso.

—Parece que alguien se metió y se puso a hacer tu trabajo, una grandiosa persona sin duda. —Se maldijo al instante de soltar eso, su ego habló y Rhodes sabía que solo alaba a una persona si esa persona venía directamente de él.

—Suenas sin aliento Tony.

—Estaba corriendo en el cañón. —Volvió a mentir, pero luego maldijo porque había dicho que iba en auto.

Si hubieras estado aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora