No desperdicies tu vida

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POR FIN ACABE EL MALDITO SEMESTRE!!!!!! Ya actualizare mas seguido, mientras quédense con esta linda historia que ya va llegar a la mitad de la película.


Ya en la madrugada, Tony se empezó a preparar para ponerse el arma, tenía que ser inteligente si quería ganarle a ese estúpido.

—Que no se diga que no lo intentaste. —Fue lo que le dijo a su novio en forma de consolación después que el reclutamiento lo mandara por un caño.

Steve se quedó callado un momento, estaba frustrado y decepcionado.

—Los alfas tenemos un problema Tony.

—Ser la mayoría adictos al sexo, no le veo la malo sinceramente. —Dijo en tono divertido, ya quisiera que su alfa fuera así en ese sentido.

Steve solo se rió de sus locuras y negó con la cabeza, ¿qué tenía ese omega por la cabeza para querer estar con un alfa como él?

—No Tony, el problema es que nos creemos superiores a nosotros mismo y nunca nos damos por vencidos hasta superarnos. —Le dijo Steve dándole un trago a su refresco, él no bebía porque no aguantaba. —Los omegas tiene esa ventaja. Si se lo proponen puede aprovecharse de un alfa que se cree superior y bajarlo de las nubes.

— ¿Por qué me dices esto? No le veo la conexión.

—Entraré al ejército, aun cuando nadie me apoye y hare la prueba las veces que sea necesario para lograrlo, por lo que te pido que no me hundas, si no que me alientes.

Tony se le quedo viendo pero al final asintió, ese alfa era extraño. Pero por eso lo amaba tanto.

Steve tenía razón, un omega puede vencer a cualquier alfa si se le da un golpe en el ego.

Yinsen lo ayudó a ponerse su armadura, de verdad la había hecho de una forma que le permitiera verse como un alfa, un alfa de hierro.

— ¿Te puedes mover?— Tony asintió. —Dime como debes moverte.

—41 pasos al frente, 16 pasos desde la puerta y giro a la derecha, luego 33 pasos y a la derecha. —Dijo Tony mientras Yinsen le daba los arreglos finales, si todo salía bien hoy, mañana estaría abrazando a Peter como si no hubiera un mañana.

De un momento a otro unos guardias empezaron a llamarlos, no debería de abrir la puerta en ese momento puesto que estaba una bomba instalada para explotar con apenas empujarán.

—Respóndeles. —Le pidió Tony a su amigo.

—No puedo, está en húngaro.

—Solo respóndeles.

La insistencia era tanto que Yinsen solo pudo decirles unas palabras sin sentido, el pobre hombre estaba presionado por lo que los terroristas decidieron entrar logrando activar el mecanismo de la bomba y explotando la puerta.

—Funciono. — Mencionó Tony feliz, pero a su vez estaba preocupado pues sabía que debían actuar más rápido. —Inicia la secuencia de arranque, ya no hay tiempo.

—Sí, dime la contraseña. —Dijo agitado Yinsen.

—F11

— ¿Apareció una barra de avance?—Dijo Tony un poco desesperado, más porque Yinsen no contesta. —Yinsen dime, ¡Ya tuvo que aparecer!

—Ya apareció.

—Oprime control "i" y después enter. —Yinsen intentaba moverse rápido, pero sus emociones le estaban jugando mal. Tenía miedo de como acabaría eso, si pudiera volver a ver a su familia o si quiera si pudiera ayudar a Tony a volver con la suya.

Siempre se le hizo interesante un omega como el señor Stark, alguien que a pesar de ser viudo siguiera siendo impotente. Y si se ponía en los zapatos del millonario, hubiera odiado que su pobre hijo quedara completamente huérfano.

—Ya carga. —Dijo feliz el científico y Tony suspiró.

—Muy bien, ahora termina de cerrarme y ve a tu escondite, recuerda el plan.

Yinsen se le quedo viendo y luego vio cómo iba la carga, les faltaba tiempo.

—Necesitamos tiempo. —Le dijo a Tony con preocupación y se volteó a verlo. —Voy a comprarte tiempo.

Tony se impactó y luego se horrorizo, no quería perderlo, Yinsen era una buena persona, era muy parecido a Steve y por un momento se sintió como si viera a Steve agarrar un arma e irse para no volver, su omega se encogió, mal momento para pensar en su alfa muerto.

— ¡No!— Le gritó con ganas de llorar. — ¡Sigue el maldito plan!

Escuchó como había disparos y sintió la gran impotencia no poder moverse porque estaba cargando.

— ¡Yinsen! —Lo llamo pero ya no obtenía respuesta, estaba desesperándose demasiado.

Cuando se terminó de cargar, lo primero que pasó fue una descarga eléctrica que apago completamente todo, nadie podía ver nada.

Pudo levantarse y cerrar su armadura, para después noquear a los tres tipos que intentaron detenerlo, funcionaba bien la armadura.

Empezó a caminar dejando inconsciente o matando a todo aquel que se le cruzará en el camino, ninguna bala le dañaba y por un momento se sintió superior a cualquier casta.

Estaba a punto de salir por fin de la cueva cuando el líder de los terroristas apareció muy confiado como el buen tonto alfa que era.

A su lado estaba Yinsen mal herido ya.

—Yinsen. —Dijo Tony al verlo.

—Cuidado. —Le advirtió el científico a Tony y reaccionó justo a tiempo para que no lo impactará un misil.

Tony movió una cosa en su mano derecha y lanzó un misil en contra del maldito.

—Stark. —Dijo el hombre en casi un susurro, estaba muy mal herido.

—Levántate, hay que irnos. —Tony se escuchaba bien, pero por dentro estaba muriendo de miedo. —Muévete tenemos un plan y hay que seguirlo.

Yinsen río mientras negaba con la cabeza.

—Este siempre fue el plan Stark.

—No es cierto, levántate ya vas a ver a tu familia, ambos necesitamos vivir por nuestros hijos.

—Mi familia ya no existe. —Reveló su amigo, había arrasado los terroristas con su pueblo y con todo hombre de ahí. —Ahora por fin los iré a ver. —A Tony se le congelo el alma, todas las veces que hablaba de su hogar, era en un pasado, ahora entendía porque no había escapado antes.

Una lagrima rodo por su mejilla, no se imaginaba el dolor de perder a Peter o Harley.

—Está bien Tony, quiero esto... lo he anhelado por mucho tiempo. —Le sonrió.

—Gracias por salvarme. —Fue lo único que pudo decir.

—Solo provéchalo, no malgastes tu vida. —Y a pesar de ser las últimas palabras de aquel hombre, Tony juraba que Steve fue quien le habló en ese justo momento, quería llorar pero tenía que huir.

Tapo a su viejo amigo y se dispuso a seguir el plan.

Apenas salió y todos los hombres le empezaron a disparar, sin embargo nada lo dañaba.

—Es mi turno. —Mencionó Tony con una sonrisa cuando todos dejaron de disparar y el saco como una lanza llamas con balas incluidas y empezó a quemar todo.

Vengaría a su amigo, lo prometía.

Si hubieras estado aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora