Realidad

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Después de bailar un rato ambos prefirieron salir por un poco de aire, revisando ahora que Coulson estaba cargando a Peter, ambos se veían divirtiéndose.

— ¿Crees que quiera renunciar a su trabajo y ser la niñera de Peter? —Dijo Tony divertido, el hombre era un omega muy interesante.

—ja, es un fan de tu esposo Tony, es normal que Peter escuche de labios ajenos quien fue su padre y se emocione.

El mayor solo sonrió, quería a la pelirroja pero jamás al grado del que quiso a Steve.

—Tengo que dejarlo ir, ya no es sano que después de 8 años siga aquí pensando en que él resucitara como dios.

Pepper le sonrió y le agarró su mano.

—Date todo el tiempo que necesites, nunca va ser fácil dejar ir el amor de tu vida Tony, más cuando existe un vínculo como el de Peter que siempre te recordará a él.

—Por mi hijo es que estoy vivo.

—Pues por tus hijos mantente. —La mujer era sabia, eso lo tenía que reconocer.

Tony la miró y este se le quedo viendo, el ambiente se relajó demasiado y por un momento solo quedaron ellos dos en la fiesta a su parecer.

Había paz en donde antes hubo guerra, estaba el amor aun cuando otro aún no se largaba el otro pero no era como un duelo, sino, más bien, era como un consuelo ¿se podía volver a amar? Podría ser que esto resultará, algo mejor que los de Annie, pero no como lo de Grant.

Un pequeño grito de felicidad de Peter los distrajo a ambos rompiendo el momento, ambos se giraron a verlo y entonces vieron como este estaba bailando de forma ridícula con otras tres personas, riendo y siendo el alma de la fiesta.

Tony sonrió, esa paz era la mejor, la de verlo feliz a él.

— ¿Quieres algo de tomar?

—Si. —Contestó rápidamente Pepper. —Un vodka extra seco con muchas aceitunas.

Tony asintió y fue por sus tragos cuando de pronto la maldita rubia reportera de la otra vez apareció.

—Kerry. —Creyó el hombre que era su nombre.

—Kristine.

—A eso... —Dijo sin darle mucha importancia.

— ¿Cómo te atreves a aparecer hoy aquí? —Si de verdad pudiera mandaría a esa mujer a Londres.

—Mi hijo quería venir a bailar y le di el gusto. —Dijo señalando como el al niño ya le había regalado varios sombreros y le había traído pizza que comía con otras personas y el agente Coulson. —Su niñera es sensacional, de verdad le diré que si quiere el puesto.

—Yo me refiero a la última atrocidad de tu compañía. —Dijo la mujer y el hombre la volteo a ver interesado.

— ¿De qué hablas? Mira no pusieron el nombre en mi invitación así que también estoy colado.

—Hablo de Bulmira. —Dijo a mujer dándole unas fotos en donde se veían sus arsenales en manos de los estúpidos terroristas.

— ¿De cuándo son?

—De ayer.

—Yo no las aprobé. —Dijo enfurecido.

—Pues tu compañía sí.

—Déjame decirte Kristine que yo no soy mi compañía. —Dijo se acercó a Pepper que ya estaba al lado de Peter y Coulson.

—Encárgate de llevar a casa a Peter. —Dijo el omega y Pepper se le quedo viendo raro, algo andaba mal pero no podía simplemente seguir a su jefe y dejar al niño solo.

—Bien Pete, termina la pizza y vamos a la cama. —Le dijo la pelirroja y el niño asintió, también estaba cansado pero había ganado una pasantía con el agente.

Salió y se encontró a Stane, él debía saber.

—Ya viste estas fotos. —Le dijo rápidamente y pasándoselas.

—No podemos ser tan inocentes Tony.

—Te digo algo, yo fui inocente cuando me dijeron que hay una línea que no vamos a cruzar así sea cualquier negocio, ¿Ahora negociamos por debajo de la mesa, Stane? —El alfa se le quedo viendo y suspiró.

—Vamos a tomarnos una foto. —Dijo el hombre y Tony accedió un poco desconfiado.

— ¿Quién crees que te sacó Tony? Yo mismo pedí tu sustitución... Solo te quería proteger. —Ese maldito infeliz.

Tony se quedó quieto por unos momentos hasta que Kristine se acercó a preguntarle qué hará. Salió del lugar y llegó a ver las noticias, la impotencia de saber que no podía hacer absolutamente nada lo carcomía por dentro, pues era cierto que su compañía seguía haciendo armas pero no precisamente para la gente correcta.

Stane le faltaba el respeto a su nación, a su padre y a Steve.

No pudo seguir viendo bien las noticias puesto que su ira aumentó y con un guanto empezó a destruir la sala de estar que tenía, sabiendo que era lo que debía hacer al día siguiente si quería reparar los errores de su empresa.

En la mañana siguiente despertó a Peter y lo llevó a su escuela, en el camino iba muy en silencio, ni siquiera la música estaba puesta.

—Sé qué harás algo peligroso. —Mencionó Peter en apenas un susurró que por culpa del silencio, Tony escucho perfectamente.

—No te preocupes Peter, todo estará bien.

—Yo no dije que estaba preocupado, solo sé que lo harás y que nadie te va poder detener. —Dijo el niño ya viéndolo desde el retrovisor.

— ¿Te asusta que no regrese? —El niño negó con la cabeza. —Entonces ¿Por qué el comentario?

Peter solo se le quedo viendo y la campana de la escuela toco, por lo que Tony se estaciono y justo en ese momento Peter salió disparado a la escuela, eso ocasionó un suspiro del mayor que ya se le estaban acabando las opciones.

Regreso a su casa y bajó a su taller para ponerse la armadura.

—Es exactamente lo que hizo Steve por Peter, solo quiero verlo en un mundo de paz... —Se mentalizo a sí mismo antes de salir volando a detener a ese maldito terrorista.

Si hubieras estado aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora