Salvación

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Peter escuchó a JARVIS hablarle que su padre tenía problemas, que necesitaba el reactor y que lo tuviera listo para cuando él le indicará.

Tony sentía su cuerpo morir, de hecho tuvo la sensación de levitar por un momento, dolía bastante su pecho pero no más que todo su cuerpo. Era como si miles de ventajas lo estuvieran atravesando, empezaba a tener mucho frío aunque estaba sudando, tal parece que el maldito lo lograría.

Todo este tiempo pensó que su padre lo había dejado con alguien que lo cuidaría, siempre pensó que Peter estaría a salvo con su manada, claramente no pensó que ese "tío" como solía llamarlo de pequeño le fuera a jugar tan sucio.

Vio a su hija bajar corriendo con el reactor en sus manitas, estaba en pijama y descalzo pero se notaba que estaba bastante preocupado que poco le importaría que lo regañara.

—hi...hijo. —La parálisis no lo dejaba hablar correctamente aun y si no ponía el reactor lo más seguro es que no volvería a hablar.

Peter se subió al sofá y con toda su fuerza rompió la cajita de cristal en donde estaba el reactor, sacándolo con el mayor cuidado posible y lo más rápido que pudiera.

Se enterró unos cristales pero el reactor estaba intacto y eso es lo que el niño quería.

—Listo, ahora solo sigue respirando papá, no quiero quedarme huérfano. —El niño inhalo profundo y metió el cablecito al pecho de su papá para después intentar conectarlo.

Cuando Tony sintió que el reactor fue colocado también se dio cuenta que estaba haciendo falso por lo que tenía que esperar que la maldita parálisis acabará.

— ¿Lo hice bien? —Preguntó el niño pero su papá no se movía. —Por favor mamá, reacciona. Necesito que vayas y seas un héroe como papá lo fue, no puedes irte. No puedes dejarme solo aún, necesito que respires o que me digas que hacer.

Peter estaba llorando, tenía miedo de perder todo lo que amaba, no se imaginaba la vida sin su padre y juraba que si sobrevivía esta vez jamás dejaría que volviera a sacrificarse por nadie.

—Vamos papá, este no es el final de tu viaje, aún falta distancia que recorrer.

Tony por fin pudó mover su mano, sorprendiendo a Peter, también poco a poco empezaba a agarrar color rojo su cara.

—Ti... tienes ras... razón, aún no es el fi...final.

Tony poco a poco movió sus manos y acomodó correctamente el reactor, ya estaba fuera de peligro.

Justo cuando Tony intentaba moverse llegó el coronel Rhodes, que vio a su amigo todavía pálido y sin poder moverse completamente.

— ¡Tío Rhodes, sálvalo! —Pidió Peter llorando puesto que aunque ya estaba mejor, seguía mal.

— ¡Tony!—Dijo preocupado el soldado y corriendo al millonario. — ¡Qué paso! ¿Estás bien? Tranquilo Peter, no pasará nada.

El soldado no sabía ni que decir para que el niño se calmará.

—Rhodes, Pepper... ¿Dónde está? —Dijo parándose con ayuda de su amigo.

—Está bien, está con 5 agentes que están por arrestar a Obadiah.

Tony se le quedo viendo y negó con la cabeza, no lo iban a conseguir.

—No van a ser suficientes. —Dijo el millonario. —Necesito que te quedes con Peter.

— ¡No papá! —Grito el niño aferrándose. — ¡No quiero que mueras!

Rhodes también quería decirle que no lo hiciera pero si Tony decía que no lo iban a hacer es porque conocía la magnitud de la situación.

—Está bien. —Rhodes agarró el niño el cual estaba bastante inquieto y grosero, actitud rara de él pero dadas las circunstancias normal. —Hey campeón escucha, nunca te he mentido y te aseguro que hare lo necesario para que tu madre este bien, te lo prometo.

— ¿Y si fallas? —Dijo el niño aún hipeando.

—Yo nunca fallo Peter.

Ambos bajaron puesto que Tony apenas tuvo sus piernas libres bajó al sótano. También ambos vieron cómo el hombre se ponía su armadura.

—Es lo más hermoso que he visto en mi vida. —Dijo Rhodes observando a Iron Man.

— ¿Qué? ¿A mi papá? —Lo vio Peter extrañado.

Rhodes rio. —No, su armadura.

—Te puedo ayudar en otra cosa. —Dijo Rhodes mientras veía que el omega se aproximaba a salir del lugar.

—Mantén el cielo despejado. —Dijo dentro de la armadura y salió de ahí.

Rhodes lo vio salir.

—Lo podemos seguir, ahí un chip en su traje. —Dijo Peter quien se bajó de los brazos de su tío y fue a la computadora.

Rhodes solo rezaba que todo saliera bien.

Si hubieras estado aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora