Edward x Shaun

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Fue una mala idea, definitivamente; pero, por alguna razón no se sentía bien dejando a Desmond ir solo al bar, y aunque este tenía un ambiente bastante tranquilo cuando llegaron, solo fue cuestión de rato para que la muchedumbre abarrotara el lugar. Ahí fue cuando descubrió que Miles le había engañado para llevarle a un "concierto" de algunos amigos que, no más de un par de meses atrás habían decidido formar una banda.

Shaun se mantuvo bastante ajeno al espectáculo, de hecho, a esas horas hubiera preferido permanecer en casa, leyendo, y no soportando el escándalo que los otros amigos de Des generaban en el pequeño local; para su mala fortuna, la poca paz que consiguió, arrinconado en la esquina más apartada del bar, le fue arrebatada cuando su amigo fue por él, y prácticamente le arrastró entre la multitud hasta llegar al frente, para que pudiera disfrutar un espectáculo que, para comenzar, ni siquiera quería ver.

Entonces, fue que puso algo de atención a la música; un cover de Ghost. El rubio al frente de la banda comenzó a cantar, y Hastings no lo iba a negar; lo hacía bastante bien. Había escuchado un par de veces el tema, Des lo había llegado a poner cuando viajaban en el auto, pero la letra de "Jigolo Har Meggido" tomó un significado completamente nuevo para él, cuando el vocalista no apartó esa inquietante mirada azul de él. Shaun sintió la garganta seca y el corazón latiendo más rápido de lo que ordinariamente debería hacer. Aquello también era una novedad; Becca en más de una ocasión le había preguntado si era gay, ya que al inglés jamás se le vio paseando con ninguna chica. Bien, en ese momento lo consideró bastante.

Al terminar con la canción, la banda decidió que era el momento de tomar un merecido descanso; bajaron del improvisado escenario y directamente fueron a saldar a Miles.

—Shaun, ellos son Edward, Thatch, James y Ade.

Los presentó rápidamente; por cortesía Edward estrechó su mano, aunque el apretón duró un poco más de lo que debería haber hecho. En esos momentos, Hastings no tenía idea de si debía agradecer a Desmond por presentarlos, u odiarlo por hacerle tener serias dudas sobre su sexualidad.

Edward se encaminó a la barra rápidamente por un trago, y al percatarse de que Shaun no le quitaba la vista de encima, le invitó a tomar asiento en el banco próximo a él, entregándole la bebida que acababa de ordenar y rápidamente pidiendo otra al bar tender; dispuesto a pasar el breve rato de descanso centrando sus atenciones en su acompañante.  

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