Padres con un secreto...
Misterios sin resolver
Enamoramientos en camino ¿Amor?
Una venganza dulce...
Tal vez... ¿Padres asesinos?...
¿Asesinos con sentimientos? O ¿Con...remordimiento?
Esta es mi pequeña historia...
Hey Soy Miley Stone una chi...
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Inconscientemente mi cuerpo reaccionó dando un salto leve.
Él sonríe y dos lindos hoyuelos se marcan en su rostro. No pensé volvérlo a ver pero allí estaba... con esos ojos invitadome a...
BASTA.
Si, que tengo problemas... Serios problemas mentales, ¿Cómo puede hacerme sentir tanto con una mirada?. Quito la vista de sus labios, lo miro a los ojos, de nuevo esta sensación de familiaridad me invade.
Él se aclara la garganta.
—¿Por qué me miras así? ¿te gusta lo que ves?.—En su rostro puedo notar esa sonrisa torcida.
—¿Qué? De que hablas,— miro hacia otro lado —ni siquiera te conozco.—trate de no sonar nerviosa.
—¿Entonces por qué estás nerviosa?
—No estoy nerviosa.—digo seria sin dejar de mirar esos ojos oscuros.
—¿Ah si?,— se acerca quedando a pocos centímetros de mi rostro.—entonces explícame ¿Por qué te pones así cuando estás conmigo?.
—Basta, e-es suficiente...—logré decir entre tantos nervios apartando la mirada.
—No trates de negarlo niña—Dijo tomando mi mentón para que lo mirase.
—Yo... ¿Cómo puedo agradecerte, digo, lo que hiciste por mi esa noche?—Dije derretida por su toque.
Me miró y está vez no pude distinguir sus gestos.
—No tienes que hacer eso—Dijo soltando mi mentón.
—Mis padre siempre dicen que no puedo deber favores, porque valen más que el dinero y...
—Y tú siempre haces lo que ellos dicen—Dijo en tono burlón—Comprendo, eres una niña y haces todo lo que tus padres dicen aún en contra de tu voluntad.
—¡Que no soy una niña!—Rode los ojos.
—Y con ese gesto tan infantil—Señalo mis ojos—Nuevamente me lo confirmas.
—Tu no puedes...
Colocó uno de sus dedos en mis labios para callarme, y lo logró—Enseguida sentí ese cosquilleo en la parte baja de mi vientre—Sus ojos recorrieron mi cuerpo y por un momento me sentí expuesta, con su mano libre tocó el borde de mi falda rozando la piel desnuda de mis piernas. Para este momento yo solo quería que continuará, la sensación era muy deliciosa, pero... Recordé que estábamos en medio de la cafetería— Retrocedí y sentí mi cara arder de la vergüenza— Afortunadamente nadie nos estaba observando.
Me doy la vuelta lo más rápido posible e intento alejarme pero no funcionó, con su gran agilidad me toma del brazo. Pude ver a Jacob por la ventana del local—se estaba acercando—Oh rayos.
Debo alejarme de este chico
—Espera...No te vayas, ven conmigo.—lo miré confundida.
—Estás loco, ni siquiera sé tu nombre.—intenté soltarme de su agarre —Suéltame.—le ordené.
