Love and Other Misfortunes *Traduccion*

3.

La cantidad de emociones que atravesó a Malfoy mientras la miraba boquiabierto fue suficiente para hacer que la cabeza de Hermione girara.

Era difícil pensar con claridad con ellos corriendo sobre ella como una marea entrante. También era difícil separar sus propios sentimientos de los de él; tendían a desangrarse y resonar en un ciclo de retroalimentación que crecía y crecía.

La mareó. No tenía idea de cómo Malfoy había escondido la experiencia durante años mientras trabajaba con ella.

No había sido su primera opción crear un vínculo temporal, era más como el Plan E en su lista recopilada de planes de respaldo. Había esperado que solo pudieran hablar, pero él estaba demasiado lejos. Había necesitado gritar para que él la oyera, y por la forma en que sus ojos la perdieron de vista, apenas podía ver.

No había esperado que la experiencia fuera tan abrumadora, tanto física como emocionalmente.

Se había sentido como una supernova en su cerebro cuando sus labios se tocaron y la sensación se extendió por su cuerpo como el demonio. Y luego, antes de que la conmoción desapareciera, las emociones de Draco la golpearon como una tonelada de ladrillos. Podía sentir el deseo rugiendo a través de él, un nivel simplemente afectivo de cariño e incluso en medio de su beso, su interminable preocupación de que pudiera lastimarla.

Y cuando él comenzó a besarla a lo largo de su cuello y dejó que sus manos recorrieran su cuerpo, Hermione fue apenas lo suficientemente coherente como para darse cuenta de que si no los detenía, se aparearían allí mismo, en el suelo.

Alejarse de alguien nunca antes había sido doloroso. Se sentía como si una parte de ella se estuviera desgarrando mientras empujaba a Draco.

Sus ojos estaban negros de deseo mientras la miraba, su pecho se agitaba mientras se estremecía al respirar. Sentir la forma en que ardía de deseo la hizo preocuparse de que la arrastrara de vuelta a sus brazos. Pero casi tan rápido como ocurrió la idea, se extinguió cuando sintió que Draco lo sentía, y sintió cómo lo devastaba.

El quería morir. Fue una ola de depresión y resignación magnificada por su tormento sobre su beso. Sintió que se la estaba tragando. Luchar por pensar con claridad se sentía como caminar en un pantano.

Ella, necesitaba redirigir su enfoque, antes de que ambos estuvieran completamente consumidos por sus emociones.

—Lo siento, Malfoy, fue lo único que pude hacer para traerte de vuelta— trató de explicar.

Ella concentró su atención en sí misma, tratando de desenredar sus pensamientos y sentimientos de los de él.

Necesitaba ver qué síntomas había aliviado el vínculo temporal. La niebla mental se aclaró lentamente mientras se concentraba en la agenda que había hecho antes de entrar a su habitación esa misma tarde.

Lanzó un hechizo de diagnóstico y se alegró de ver que su fiebre había desaparecido. Eso fue un gran alivio ya que había estado ardiendo a una temperatura que la mayoría de los magos no podrían sobrevivir. Su audición y sus sentidos parecían completamente restaurados. Él todavía se veía aturdido y ella se preguntó si él se habría dado cuenta de que físicamente se sentía mejor.

—¿Puedes ver ahora?— Ella presionó, tratando de desviar su atención del torbellino absoluto de emociones que nunca hubiera imaginado que él poseyera.

—¿Qué?— preguntó sorprendido. Antes de mirar por la habitación salvajemente y luego volverse hacia ella con una expresión de horror.

—¿Qué hiciste?— gruñó.

—Bueno ...— Podía sentirlo derribar muros defensivos a su alrededor mientras explicaba.

Cuando se levantó, ella pudo sentir cómo se preparó para alejarla.