Love and Other Misfortunes *Traduccion*

11.

Draco lentamente se dio cuenta de una sensación de satisfacción que lo rodeaba como una manta. Se sentía increíble, regocijado y exhausto, como si acabara de ganar un partido de Quidditch. Sentía, como si hubiera sido follado a una pulgada de su vida. Podía sentirlo hasta los pies; La liberación de tensión en todo su cuerpo. Habían pasado años desde que había tenido relaciones sexuales, desde...

Se volvió más consciente.

Había tenido sexo.

Había una sensación de saciedad y ternura que solo podía ser el resultado de una noche de acoplamiento frenético.

Sexo.

Lo cual debería haber sido completamente imposible, dado que había estado bebiendo suficientes pociones de libido para castrar químicamente a un gigante.

Y solo existia una persona que tenía el poder de atravesarlos.

Abrió los ojos y se encontró enredado en los brazos y las piernas de una dormida Hermione. Los recuerdos borrosos de la noche anterior comenzaron a regresar lentamente. Se sentían extraños, alejados, como ver los recuerdos de otra persona a través de la legilimancia.

No estaba exactamente sorprendido. Una vez que la mordió, sellar el vínculo solo había sido una cuestión de tiempo. Había asumido que si despertaba sería porque ella había acudido a él o su magia había llegado a un punto en el que no podía ser contenida. De cualquier manera. La unión era inevitable.

La miró fijamente, saboreando la sensación de su cuerpo presionado contra el suyo. Tenía un sueño muy tierno si la forma de pulpo en la que estaba entrelazada a su alrededor era una indicación. Podía sentir el calor de su respiración constante contra su pecho.

La magia de su vínculo vibraba felizmente entre ellos. Grabadolo en piedra. Atando sus almas. Si cerraba los ojos, podía sentir su corazón latir a través de él. El alivio de sentirla sana y salva en sus brazos lo hizo estremecerse.

El pánico de experimentar su muerte casi lo había vuelto loco.

De pie en la fiesta de celebración de la LDH, sintió que el vínculo se confundía y enredaba de pronto y luego ella desapareció del Callejón Diagon cuando su conciencia se desvaneció por completo. Sin el vínculo, nunca habría podido seguirle la piata hasta la casa irrastreable, donde sido escondida.

Sospechaba que podría ser una trampa, pero podía sentir su creciente miedo y no podía esperar. Sus instintos para protegerla anulaban cualquier cálculo de Slytherin que pudiera haber hecho normalmente.

Fue un error. Casi tan pronto como atravesó las salas, supo que había sido un error. Lo estaban esperando. Apenas había cruzado el umbral de la casa antes de que el miedo de Hermione aumentara dramáticamente, se estaba muriendo. Era como si su sentido sobre ella estuviera siendo aspirado por un remolino.

Quienquiera que fuera, sospechaba que no quería matarla. El momento fue demasiado preciso. Quería que Hermione estuviera casi muerta cuando él llegara allí, de modo que solo hubiera una forma de mantenerla con vida. El titiritero que se estuvo moviendo cada vez más agresivamente para obligarlo a unirse a Hermione finalmente lo había apaleado.

Draco atrajo a Hermione contra sí mismo con firmeza. El alivio de tenerla a salvo y en sus brazos fue suficiente para hacerlo llorar. Quería besarla profundamente en la boca, y luego gradualmente atravesar todo su cuerpo para poder memorizar cada centímetro de ella debajo de sus labios. Quería hacerle el amor, lentamente, como siempre había soñado, en lugar del frenesí del apareamiento animal que sucedió la noche anterior.

Los recuerdos permanecieron confusos, pero su recuerdo de empujar el cuerpo de Hermione mientras ella se extendía debajo de él, agarrándose de placer; eso fue vívido.