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El desayuno de la mañana siguiente transcurre con absoluta normalidad a pesar de lo notoria que resulta ser la ausencia de mi no hermano Thor en la mesa. La midgardiana y madre hablan un poco del estatus que portan las mujeres mortales y lo mucho que ha avanzado en el pasado siglo. Padre las escucha como quien oye llover, parece más desanimado hoy porque la falta de modales de su primogénito mientras come es lo único que lo mantiene eufórico.

La midgardiana no me dirige casi la palabra pero es adecuado porque madre está pinchandola con la necesidad de la Tierra de conservar mujeres como ellas. Si, la tal Jane Foster no puede eludir la retórica de madre, parece siempre estar en lo cierto.

En ese momento, la puerta se abre como un remolino verde y la dulce hechicera Amora, alumna de madre, se arroja casi encima mío para llevarme afuera y mostrarme su avance en levitación. Es rubia, curvilinea y no tiene reparos en mostrar su figura por aquí y por allá, ostentando caprichosamente lo que otras carecen. La cara de Foster se disuelve en admiración y envidia.

- Ahora no puedo, Amora, tengo asuntos pendientes.

No he terminado mi comida, quiero molestar un poco al padre de Thor y debo atender lo que suceda con la mortal, después de todo me fue a mí encomendada la tarea de espantarla de Asgard.

- ¿Qué? ¡Me rechazas! ¿Por qué?

Madre levanta la vista a tiempo, Amora no es sutil cuando se trata de dar amor, lo da sin remilgos y sus besos son tan intensos que por poco me deja sin aire. La mortal está un poco espantada porque éste no parece el ambiente indicado para ligar con un príncipe, según sus costumbres.

- Amora, ven, te presento a Jane Foster, la novia de Thor.

Amora me suelta pronto, algo alarmada y se dirige hacia ellas. Mira a la mortal de arriba abajo y parece desconcertada, ¿por qué? Cree que es la única capaz de encantar y atraer las atenciones del cabeza hueca. Amora es esbelta y Jane Foster a su lado, una enana gentil.

- ¿Es en serio? ¿Qué le vio?

Su falta de tacto es incompresible para Jane, ella desconoce la relación pasada entre Thor y Amora y el hijo, producto de esa unión.

- ¿Acaso Thor no te lo contó?

- ¿Un hijo?

- Si, Magni, tiene ocho años ya.

- ¿Un hijo?

Que graciosa, su cara de espanto. La novia mortal del dios del trueno, madrastra del dios de la furia.

Luego del desayuno, Jane se acerca sola hasta mi, sigue preocupada por el paradero de Thor, no es capaz de entender por qué todos nos hallamos tan tranquilos sin él.

No sabe que en cuanto él atraviese esa ventana junto a sus amigos, terminarán con la dotación de jabalíes del palacio y beberan todo el alcohol. Será una orgía desenfrenada y quizá no esté invitada ni se halle cómoda jamás allí.

..........

Madre simula una jaqueca y nos disculpa, no es prudente en dejar a Amora cerca de Jane Foster. Es peligrosa, celosa hasta la locura y la midgardiana cae mal a sus ojos. Sería entretenido ver en qué resulta pero es mi deber resguardar su integridad hasta devolverla a la Tierra y debo evitar cualquier enfrentamiento.

Los guerreros entrenan en la arena haciendo acrobacias innecesarias para impresionar al público y la midgardiana guarda la esperanza de encontrar a Thor allí, más no se halla. Sif la ve llegar, yergue su postura y levanta del suelo sus armas en actitud amenazante. No imagino para qué, no demostraría su valía peleando contra la mortal, no tiene sentido.

El favorito de Jane Donde viven las historias. Descúbrelo ahora