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Loki de espaldas observa la pizarra donde Jane ha estado trabajando su teoría acerca de la réplica de los astros, la pequeña oficina es un caos de libros y carpetas pero la mayor parte de la información yace en las computadoras acopladas a la pared. La tecnología midgardiana avanza y retrocede y vuelve a avanzar y es un constante caos y un dolor de cabeza tener que seguirles el paso.

Han pasado cinco años en Midgard, Jane ha estado intentando recuperar el tiempo perdido. Cincuenta años de historia. Politica, economía y sociedad se han transformado, sucumbido en catastrofe y regresado a un estado de normalidad aparente. Le ha costado horrores aprender la nueva terminologia, las reglas estrictas de trabajo, el nuevo estatus de la mujer.

Baja las escaleras corriendo buscando sus gafas. La midgardiana las usa para poder ver bien al recién llegado. Sus asistentes no han logrado arrancarle una identificación y él solo se ha resistido en ser desalojado.

Loki es, tal como lo recuerda y aún así le parece increible. Ha pensado frecuentemente en él para no olvidar, la ausencia de fotografías suyas la ha obligado a ello. No en vano esas semanas en Asgard pesan en ella como cincuenta años de su propia vida. Pero Loki se mantiene distante, auscultandola, ¿por qué? ¿a qué ha venido después de tanto tiempo?

Loki parece adivinar lo que piensa, sin duda debe tener un plan para salirse con la suya, él siempre la tiene, aún cuando Jane no conoce su lado travieso.

- Hola, Jane.

Que descarado, venir sin invitación y creer que todo marcha bien, su amistad interrumpida por su ansiosa confesión.

- Vine porque Thor está hecho un mar de lágrimas, llueve incesantemente en Asgard debido al duelo que has provocado en él.

Eso es imposible, Jane no guarda los mejores recuerdos de su paso en Asgard. Después de cinco años, aún despierta atormentada por lo que Magni le hizo, temerosa de que Amora la encuentre al fin. No está Loki en sus sueños para ayudarla pero después de todo y contra todo pronóstico, está aquí ahora y Jane siente un poco alivio por ello. Él no ha olvidado su existencia, si sus enemigos entraran por esa misma puerta ahora, estaría bien, mientras Loki se halle presente. Sin embargo, no puede evitarlo, que su corazón se salga casi del pecho por el miedo que sus palabras le infringen.

- Por favor, Loki, no me hagas volver. Es un espanto.

- Pero tú lo provocaste, midgardiana... y él no sabe controlarse. Sabes que se pone un poco intenso, solo hay que convencerlo de que la vida sigue. Solo si tú se lo dices entenderá.

- Pero la última vez parecía bastante comprensivo...

- Solo un cinco por ciento de él, ya lo conoces, con él siempre hay que esforzarse un poco más.

Convencerla de regresar es terriblemente agotador pero lo logra, quizá es su expresión lastimera, quizá porque le deba este favor. Algo muy dentro le dice que confíe y ella puede confiar, Loki no la arrastraría de nuevo a brazos de Thor sin una razón poderosa.

..........

Heimdall la recibe con la apatía acostumbrada y Jane se pregunta por qué. Pero así es Heimdall en realidad.

- Bienvenida otra vez, Lady Foster, vi que te convencieron.

Si, Heimdall siempre es casi gracioso pero aún así logra arrancarle una sonrisa, está segura que si no es Loki, Heimdall estará atento a su seguridad.

Después de años, volver a ver a la dorada Asgard le parece increible, como una pesadilla hecha realidad. No puede evitar presionar la mano de Loki buscando su protección. Sleipnir está allí esperándola y es él que la transporta de nuevo al Palacio.

El favorito de Jane Donde viven las historias. Descúbrelo ahora