El favorito de Jane

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- ¿Qué ocurre, Jane? Tienes la cara como si hubieras visto un demonio.

La reina Frigga sonríe, para ella no existen los tormentos del corazón porque a pesar de todo aprendió ya a aceptar su destino, junto a Odin. La terquedad y el remanso son.

- ¿Quién es esa mujer que está con Loki?

Se acercan ambas, la doncella de pies ágiles baila sobre el césped helado. La nevada la cubre como un manto y la diosa Skadi ha dejado impresa sus pasos. Los ojos de Loki fulguran mirandola, no está apenado de que otros lo vean, es un jotun después de todo. Su piel gélida azul combina con el blanco, ambos llevan el sino invernal encima.

Skadi y él hacen buena pareja.

Loki se vuelve sintiendo la mirada de las mujeres clavada en su nuca y él presiente que no le favorece la vista.

Al notar su desconcierto, se transforma malhumorado, su aspecto jotun es menos bochornoso que ver a Thor empinar el codo y Jane lo sabe. Loki se ve arrogante como siempre, principesco pero tierno, es un joven llamativo en la medida necesaria no como Thor que parece un gigante inexpresivo y falto de razón a todas horas.

Un principe azul como el de los cuentos que alguna vez Jane leyó en Midgard antes que su pasión por la ciencia la despertara como de un letargo.

- Has estado toda la tarde ausente de tus deberes, Loki.

Skadi se detiene pero su vestido ondeando con el viento continúa dando un espectáculo, ella se ve celestial. Ofrece una reverencia hacia la reina y ésta responde con una inclinación gentil. Hay un conocimiento entre ambas, Skadi es el último tramo de cordura de Loki antes de caer en el precipicio, sin ella ya no sería posible retenerlo en Asgard.

- Posiblemente también esté ausente mañana... todo el día.

- Estarás ocupado entonces para enseñar a nuestra huesped los deberes que como reina le esperan.

- Podría ser. De todas formas, Sif parece más adecuada para la tarea. Es de conocimiento popular que sus intereses son mas funcionales a Thor. Una reina con excelente agarre para empuñar una espada, una esposa con hambre de guerra, una mujer vuelta diosa para acompañarlo en su avatar diario. Eso es lo que necesita la prometida de Thor, valerse, comprometerse a volverse más fuerte para la posición que ocupa.

La mortal comprende entonces. Loki intenta apartarla como represalia.y parece demasiado ocupado ahora. Mientras se alejan ambas, Skadi regresa a sentarse a su lado. Todo lo que ve Jane es la sonrisa esperanzada de Loki, su mano trepando la espalda de Skadi y soltando su cabellera blanca y ondulada.

Esa podría ser ella, no solo lo piensa y lo sufre, está segura que sería así.

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Thor parece despistado, Amora ha dejado de frecuentar sus espacios de placer y eso lo tiene a maltraer pero ahí esta Sif entrenando, fuerte, esbelta y hermosa como a él le gusta. Esta diosa guerrera llama su atención fácilmente y logra desbaratar su cordura. La llama aparte como de costumbre y ya la tiene desbordando. Él ama la forma de su cuerpo, lo dominante que ella puede llegar a ser, su manera de moverse, la forma en que ejerce presión sobre él, hundiendo su falo en ella. Acaricia sus pechos rebosantes, sin Amora rondandolo está desesperado. Completamente.

Pierde el tiempo enredandose en la voluptuosidad de su cuerpo pero no quiere terminar aún. Se relaja y se pierde observandola, Sif pelea con él aún entre las sábanas pero ella no puede derrotarlo. Él es más grande, pesado y fuerte. Podría torcerla fácilmente, hacerla gritar, violentarse pero en vez de eso disfruta haciendola venir. Empatar con ella en puntos de placer lo vuelve cada vez mas orgulloso.

¿Por qué no vio en ella lo que otros ven? Loki se ha cansado de pensarlo, la guerrera parece un trozo de carne complaciente pero dificil de moler con los dientes, áspera y complicada, solo a ojos de Thor se ablanda, se vuelve sumisa, casi un juguete. Sí, eso, un juguete, si ella no cediera tan rápido quiza Thor pensaría en Sif de otra manera, no como una mujer que calienta su cama sino como una reina. La reina que merece él.

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Jane se vuelve imprudente, alejándose de la reina pero su curiosidad es vasta. Atrapa un pesado libro de la biblioteca y busca que Loki se lo explique. Las sanadoras dicen que es cuestión de días para que se reponga del todo y no quiere desaprovecharlas, cuando culmine su tratamiento se irá, aunque Thor proteste.

Loki no se halla donde suele, estará perdido con su conquista y además, ya no quiere verla. Se lo ha dejado en claro pero otra vez parece Jane reticente a entenderlo. Algo muy dentro suyo le implora que no ceje en sus intentos porque es a su lado donde debe estar. No intenta devolver el libro porque su peso tira demasiado, lo deja sobre la mesa y duda en poco en hojearlo. Su portada luce prometedora "De como sobrevivir en Asgard llevando una vida frugal". Demasiado para no echarle un vistazo. Parece escritura antigua, un manuscrito para ser más exactos. La letra de Loki es, preciosa y detallista.

Y aquel que leyera sin permiso este tomo se volviese no de piedra porque no sería justo cruzarse con este ladronzuelo inmortalizado en mi camino, sino se cumpliera en él su peor pesadilla. Éste es castigo ideal para su afrenta.

Parece hasta tierno pensar que Loki creyera en el poder de una maldición porque... aunque...

¿Cuántas cosas que apenas hace unos días consideraba imposibles pudo ver Jane desde su llegada a Asgard? ¿Sería demasiado espantarse con esta amenaza de Loki?

En sus cavilaciones intentando comprender lo sucedido estaba cuando la puerta de roble se abre precipitadamente y entra la Reina, despojada de toda su grandeza, parece hasta una doncella cualquiera. En realidad, no está completamente vestida, está arreglandose, varias criadillas la persiguen con túnicas y lazos para terminar de vestirla.

- ¿Qué estás haciendo aquí sola, hija? Suelta ese vejestorio y ven a prepararte, vas a casarte con Thor en menos de dos horas.