Capítulo 14: Nos casaremos

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Entre las sombras de la habitación, acunados por los últimos rayos del sol que se colaban por las ventas, Emilio y Joaquín yacían acostados frente a frente.

El mayor observaba encantado esas pestañas cual rayos de sol que se batían lentamente denotando el cansancio de su dueño. Se supone que el que tenía sueño era él, pero quizá su sistema se volvió su cómplice al momento de desear no perderse ni un segundo la visión de la preciosa jirafita frente a él, por lo que en este momento no estaba ni tantito somnoliento.

Contrario a él, Joaco luchaba arduamente por seguir despierto, pues deseaba no dejar de oír la voz de Emilio, el cual le contaba sobre la novela que hace unos años hizo. Al principio el mayor decidió sacar el tema para arreglar su ¿falla? Al decirle tahi, pero ahora que se había hundido entre recuerdos, realmente le hacía feliz que alguien compartiera su emoción.

— yo estaba seguro que Ari se quedaría con Temo— mencionó el pequeño modelo en un susurro que sonó a confidencia.

— creo que muchos lo querían, pero ya ves, al final les gustó tanto que se quedara con Diego que hasta su serie les hicieron

— vaya controversia que se desató con eso

— lo sé, pero creo que hubiese sido peor si "Aristemo" — dijo divertido— se hubiese hecho real, después de todo nunca estuvo en los planes. Ari tuvo su momento de confusión, pero logró superarlo, creo que transmitió el mensaje correcto, más aún porque no le hizo daño a Temo con su inseguridad y lo apoyó cuando decidió estar con Diego.

— eran mejores amigos, tenía que hacerlo

— jajaja así es. Fue una buena novela— Joaquín sonrió en total acuerdo.

Quién sabe si porque Emilio ya había cometido una indiscreción, que ahora su coraje creció en sobremanera y se animó a decir:

— aunque... estoy seguro que habría sido mucho mejor si hubieses sido mi compañero— hasta el sueño se le fue al menor.

Abrió los ojos lleno de sorpresa y se señaló incrédulo.

— ¿Yo?

— yes— aparentemente desinteresado, Emilio se giró llevando las manos tras su nuca y dejándole a Joaco una hermosa vista de su perfil— digo, a lo mejor justo ahora te estaría llamando tahi ¿no crees?

Esa sonrisa maliciosa hizo que, a pesar de la pena y su corazón acelerado, Joaco resoplara al darse cuenta que Mailo estaba jugando con él.

— o quizá yo estaría diciéndole tahi a Niko— Ante el comentario, aquella sonrisa burlona del cantante desapareció más rápido que una estrella fugaz.

No supo qué le molestó más, si imaginarse a un Temo interpretado por Joaco diciéndole tahi a alguien que no fuera él, o el tono familiar con el que llamó a Nikolas Caballero.

Sus cejas se fruncieron en obvia molestía y con un tono seco dijo:

— definitivamente eso no pasaría, porque si tú hubieses hecho a Temo, te aseguro que Aristóteles se habría enamorado perdidamente de ti — tal respuesta dejó a Joaco por completo sin palabras.

Ya que se le estaba haciendo costumbre ponerse rojo, no dudó en serle fiel a esto sintiendo al momento sus mejillas sumamente calientes.

Intentando ocultarse se tapó con las mantas el rostro dejando apenas visibles esos encantadores ojos que seguían cristalizados por la vergüenza.

— Emilio c-creo que realmente me estoy cayendo de sueño, amm dormiré un rato ¿está bien? — aún sumergido en su molestia, el cantante simplemente hizo un sonido en acuerdo y como Joaco estaba concentrado tratando de calmar su corazón no notó su indiferencia, sólo cerró los ojos a la par que respiró hondo.

La propuesta (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora