Locura || Itziar y Álvaro ||

5

Itziar despertó al día siguiente e inmediatamente recordó lo que le había dicho a Álvaro, sintiéndose terriblemente mal por eso.
Era absurdo, ella se sentía absurda. Obviamente él solo estaba ensayando, haciendo su papel y tratando de que todo saliera bien en cámaras. Además, ella había empezado, besándolo la primera vez que ensayaron.

Qué tonta.

Tuvo miedo de que él cambiara con ella. De que la complicidad que tenían se acabara por un mal entendido de unos simples besos de ensayo. Recordó la forma en cómo Álvaro le había hablado, y cómo la había llamado Itziar, de una forma que a ella le parecía la más fría del mundo.

Pero tal vez sería mejor así, porque ella había empezando a sentir cosas por él, y no quería que eso siguiera avanzando.

Aquel día no tenía rodaje junto a Álvaro, y eso le causaba un poco de malestar e incertidumbre porque al menos hubiera querido hablar con él. Sin embargo ese día cambiaría un poco de ambiente pues tenía que grabar las escenas dentro de la casa de la moneda.

Era impresionante entrar ahí tanto por el sitio como por la gente. Ella había mantenido muy poco contacto con los atracadores y no había conocido antes ese lugar. Estaba feliz de poder trabajar ahí y relacionarse con sus demás compañeros. Todos la recibieron con un gesto amable y trataron de que se sintiera a gusto.

Con quién más habló ese día fue con Pedro Alonso pues con él debía grabar.
Apenas hicieron el primer pase de texto juntos, sintió que sería muy interesante trabajar con él. Descubrirlo como actor y como amigo sería realmente fabuloso. Él le hizo casi un tour por todo el plató, e incluso Itziar se tomó algunas fotos ahí con sus compañeros.

Itziar se sorprendió de ver que Pedro y Berlín tenían una personalidad bastante parecida en cuanto a los gestos, la forma de hablar, etc, y cuando tuvo oportunidad se lo comentó.
– Pero es que tú y Berlín son el mismo ¿no? ¡Es maravilloso!
– Maravillosa tú Itzi – la halagó Pedro con una sonrisa -, porque tú eres otra totalmente, ¿no es así?
– Bueno, sí, no sé por qué pero siempre termino haciendo personajes de carácter fuerte.
Pedro la rodeó por los hombros y caminaron por todo el lugar.
– Es que te sienta muy bien, ¿eh? ¡Tú toda pequeñita pero infundes autoridad! – Pedro le dijo riendo.
Itziar rió, se soltó de su abrazo y dió un salto para estar a su altura.
– Pero en serio, desde hoy soy fan tuya, Pedro – Itziar le dijo con una sonrisa.
– Ah bueno, que si vamos a hablar de fans tuyos, por aquí ya seríamos dos.
Itziar lo miró confusa, entrecerrando sus ojos.
– ¿Dos? – preguntó.
– Déjalo así – le susurró Pedro con risa burlona y agitó su mano en el aire restándole importancia al comentario.

A la hora del almuerzo Itziar salió hacia la cafetería y para su pesar, ese día no se encontró con Álvaro. Seguramente él debía estar grabando por fuera y no se encontraba en el set. Así que Itziar se relajó, llenó su plato en la barra de comida y se sentó con sus amigos de la carpa, como siempre.

En la tarde volvió a grabar a la casa de la moneda y cuando terminó, no pudo evitar pasar viendo el camerino en donde se había besado con Álvaro. En su barriga se movió algo al asomarse, pero se quedó inmóvil al ver que él no estaba ahí tampoco.

Resignada, se fue a cambiar y cuando estaba por terminar, el tono de WhatsApp de su celular sonó y lo cogió, esperando en sus adentros ver el nombre de Álvaro, pero era Mario.

Itzi, los muchachos y yo vamos a ir tomar algo por ahí, te apetece?

Vale, a qué hora?

En 20 minutos
Yo puedo ir por ti

Eso 😀

Te espero aquí entonces