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La luz del sol que entraba por la ventana dió directo en la cara de Itziar, haciendo que mirase figuras rojas en sus párpados. Se revolvió incómoda entre las sábanas y se dió vuelta hacia el otro lado, topándose de frente con los ojos de Álvaro, quién ya había despertado. Itziar se asustó.

- ¿Tan mal me veo? - preguntó Álvaro sonriendo.

- No, no, es que no recordaba que estabas aquí. - respondió Itziar.

- Ah, bueno, pues tú sí estás muy guapa - le dijo él besándole la nariz.
Ella rió.

- Tú también, Álvaro. - le dijo con cariño. Él cerró los ojos y ella se acercó a su rostro para besarle los párpados. - ¿Hace cuánto estás despierto?

- No hace mucho - contestó él. - No me levanté porque no quería despertarte.

Ella buscó su celular en la mesa de noche y vio que aunque no iban tarde, ya deberían levantarse. Ella tomó la sábana para cubrirse e iba a levantarse cuando él la tomó del brazo.

- ¿A dónde vas Itz? - le preguntó.

- ¿Cómo que a dónde? -Itziar levantó sus cejas - Tenemos que ir a trabajar.

Él hizo caso omiso a su argumento. La regresó a la cama y la envolvió con su cuerpo en un abrazo estrecho.

- Cinco minutos más - le dijo y se acarició la mejilla con su cabello.

Tal vez fueron 5 horas o quizá ni siquiera fueron 5 minutos, pero Itziar no podía dejar de sonreír estando tan pegada a su cuerpo, con la cabeza en su pecho y envuelta por sus brazos. Aspiró y sintió como nunca antes ese aroma a él, ese aroma que tanto extrañaba cuando él no estaba cerca, y mientras tanto él respiraba profundamente pegando la nariz a su cabello.

Levantarse y romper esa burbuja no fue nada fácil, pero compartir con él el rodaje se había convertido en una de las cosas que más le apasionaba.

En el set el movimiento de gente parecía incluso mayor que otros días, pero cuando llegó sentía que caminaba flotando por las nubes.

Se arreglaron y cambiaron por separado y salieron juntos a rodar una de las escenas que Itziar más esperaba hacer, el enfrentamiento de Raquel y el profesor.

Las sonrisas que le dedicaba Álvaro mientras iban a la finca de Toledo la ponían nerviosa pero ella creía que no se había sentido tan viva hacia mucho tiempo. Se sentía con la adrenalina a flor de piel, sentada al lado de él después de haber pasado toda la noche a su lado.

Miraba de reojo las piernas de Álvaro estiradas en el carro, y sus manos le picaban por tocarlo. Él estaba concentrado haciendo algo en el móvil y llevaba audífonos en su cabeza.
Entonces su móvil vibró. Ella lo sacó de su mochila y miró que él le había escrito.

Me encanta como te queda la ropa de la inspectora.

La sonrisa se dibujó en la cara de Itziar en menos de un segundo y sin voltear a verlo para nada, respondió.

Y a mí me encanta como te queda la ropa del profesor.

Itziar notó como Álvaro sonreía leyendo su mensaje. Sus dedos escribieron rápidamente y el celular de ella vibró de nuevo.

Te imaginas hacer el amor con el vestuario? Sería una fantasía...

Las mejillas de Itziar se pusieron rojas en un segundo. Prefirió no responder su mensaje y solo volteó a verlo con una mezcla entre timidez y picardía. Ese juego le encantaba y la atemorizaba al mismo tiempo.

Ella era una persona que aunque creía ser atrevida, era más tímida que otra cosa, y sobre todo con su nueva situación con Álvaro pues hacía mucho tiempo que no estaba en práctica. Estar casada hacía más de una década había convertido su vida amorosa principalmente en una rutina.

Locura || Itziar y Álvaro ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora