Locura || Itziar y Álvaro ||

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Amig@, gracias por volver por aquí, espero de corazón que disfrutes de la lectura de este capítulo pues lo he escrito con cariño para ti.

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La noche pasó más rápido de lo que Itziar hubiera querido. Con un poco de hielo calmó la hinchazón de sus ojos y se fue al set rogando que el día de rodaje con Álvaro pasara tan rápido como había pasado la noche.

Antes de llegar a su camerino, Mario la interceptó para preguntar cómo le había ido en la conversación de la noche anterior con Álvaro.

– Bien, bien – respondió, – que... No, solo que mantengamos un poco de distancia en el trabajo y eso.

– ¿En serio? – preguntó Mario nada convencido pero Itziar se despidió con un rápido beso en la mejilla y siguió su camino. No tenía ganas de hablar de eso, mucho menos si tenía que mentir.

Entonces lo vió. Álvaro estaba vestido como casi siempre solía hacerlo, con un jean entubado y una camiseta oscura. Él advirtió que ella se acercaba y se apresuró a darle un beso en la mejilla.

– Hola, Itzi, ¿cómo estás? – la saludó pero no le dió tiempo a responder. – ¡Hola!– saludó ahora a uno de los productores que venía justo detrás de ella – He estado estudiando mucho la escena del hangar y creo... – Itziar no alcanzó a escuchar más porque ambos hombres se iban sin prestar demasiada atención a su presencia. Tal vez era su impresión, no lo sabía, pero eso la hizo sentirse más desdichada. Hubiera querido ir con sus amigos de la carpa, pues con ellos se sentía cómoda, sentía que ahí sí pertenecía.

Hoy era el peor día para estar cerca de Álvaro pero no tenía otra alternativa. Puso su mejor cara durante todo el día, sonrió cuando les tomaron fotos junto a los extras de la escena, pero siempre manteniendo la distancia de él. Al menos mientras podía, porque tenían que besarse, y debía ser un beso muy especial pues era el primer beso de Raquel y el Profesor después de que ella supiera quién era él, y además, también era el último.

Durante la mañana no grabaron.
El director les mostró a todo el equipo el boceto de la escena, los planos que necesitaba, en fin. Además, estuvieron junto a dos especialistas en el área de manejo de armas a quienes ya conocían de antes. Ellos les ayudaron a hacer la coreografía de la escena anterior al beso cuando Raquel descubre el hangar del profesor. Después de que armaron la coreografía y de que ellos pudieron hacerla, pasaron el resto de la mañana ensayándola.

Álvaro se veía muy tranquilo, imperturbable. La trataba con el mismo cariño amistoso con el que siempre la trataba frente a la gente, sonreía ampliamente mientras hablaba con ella o con quien fuera, se revolvía el pelo como siempre, sus ojos brillaban igual que cuando lo conoció. Todo en él estaba igual. No se le notaba nerviosismo cuando mantenían contacto físico al ensayar. Cualquiera podría haber jurado que él estaba perfecto. Itziar no sabía si es que no estaba sufriendo nada en absoluto o es que fingía demasiado bien.

Cuando se hizo la hora del almuerzo, huyó tan rápido como pudo del plató y fue a encontrarse con sus amigos a la cafetería. Mientras almorzaba recibió una llamada de Roberto que no quiso contestar, no porque no quisiera hablar con él si no porque no se sentía capaz. Ella era una mujer honesta en todo lo que hacía y, aunque era actriz, esa faceta de engañar era muy distinta y no la manejaba nada bien. Además, últimamente las cosas con Roberto estaban muy mal.

Él nunca había sido celoso, pero ella se había distanciado demasiado y él lo notaba. Roberto había insistido en que ella le dijera si algo pasaba, pero ella se mantuvo firme en que no. Aún así, Itziar sabía que él no estaba convencido, y ahora cada vez que hablaban terminaban peleando, echándose en cara errores del pasado y diciendo generalmente tonterías.