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Jisoo tenía su cabeza apoyada en mi hombro. Su mano jugaba con la mía en mi regazo mientras oíamos la radio, en cual se escuchaba «Shape of my heart», de Backstreet Boys.

Mi madre, SanDara, había mandado al chofer de la familia a recogernos. Solo sería una noche, mañana volveríamos antes del medio día.

Su respiración tranquila me hizo entender que se había quedado dormida. Apoye mi mentón en su cabeza, el cual aún seguía en mi hombro y suspire. Jisoo aún no sabía lo que había pasado con Kai, tampoco pensaba contárselo. Al menos no por ahora.

- ¿Y como has a estado? Hace tiempo que no nos vemos, Jen -Habló Henry, el chofer.

- Bueno...

«La pregunta sería: ¿Qué no he hecho?», pensé.

- Nada. Nada fuera de lo común. ¿Alguna novedad en casa? -Cuestione. Henry miró por el retrovisor, negó con una sonrisa y volvió a enfocarse en la autopista.

- ¿Segura que nada fuera de lo común?

Entendí ha que se refería.

- Tal vez esto no me competa, señorita. Pero, ¿Aún sigue con el joven Kim? No lo he visto pisar la casa desde hace casi dos semanas. Antes solía visitarnos junto a sus padres o él venía a dejar algunos obsequios.

No había pensado en ello. Solo fue hace dos dias que tuve aquella conversación llena de "sinceridad" junto a él. Tal vez el remordimiento fue desde antes que platiquemos sobre eso.

- Formalmente no hemos terminado. Pero voy ha asumir que todo ya llegó a su fin -Solté con desinterés.

- Oh... Ya veo. ¿Un nuevo amor de verano? -Interrogó con un doble sentido que logre detectar en la modulación de su voz.

Henry y yo éramos más que chofer e hija de la persona que le pagaba su salario. Desde que era pequeña el me aconsejó mientras mis madres se encontraban en viajes de trabajo. Me ayudo y me enderezó en varias ocasiones. Y lo agradezco.

- Bueno... Creo que si pasaron muchas cosas.

Intercambie algunas palabras con Henry durante el recorrido. Sin embargo, el sueño logró capturarme. Mis pestañas comenzaron a pesar, hasta al punto que supe que ya no podía con ellos.

Cuando me levante lo primero que vi fue la cabeza de Jisoo sobre mi regazo. Se las había arreglado para llegar hasta ahí sin siquiera levantarme. Sus piernas estaban estiradas en los asientos de cuero y su mano se entretenía jugando con la yema de mis dedos. Cuando se dio cuenta que me levante embozó una enorme sonrisa. Se inclinó hacia arriba y me robó un casto beso.

Aquella acción me sorprendió, ya que últimamente -desde que ella me pidió para ser algo más y yo la "rechazara"- No me había tocado, ni mucho menos besado.

Cuando volvió ha su posición inicial mi mano ascendió hasta tocar mis labios.

- Pareces un tomate -Soltó Jisoo en son de broma. Fruncí mi ceño y negué inmediatamente.

- Estas loca -Refute. Jisoo estaba apunto de abrir su bocota para contestarme, pero la palma de mi mano terminó en su frente antes que lograra decir algo para molestarme. En su lugar solo se quejó.

Al llegar las criadas de la casa nos dieron la bienvenida. Al parecer mis madres aún no habían llegado a casa.

- Bonita casa -Habló. Me encogí de hombros como respuesta. Tome su mano y la guíe al cuarto de descanso. En el había un gran televisor, los respectivos sofás, consolas y una mesa de pin pon. Jisoo se sentó en el sillón, se quitó su mochila y la dejó en la mesa de centro.

CAMPAMENTO DE LESBIANAS | JENSOO & CHAELISA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora