Capítulo 11

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La morena rodó sus ojos por aquel comentario, ¿Pero qué había de malo jugar un poco con aquella pervertida pelinegra?.

"¿Te gustaría que lo haga?" Esa pregunta tomó por sorpresa a Jisoo, quien pensó que lo único que se ganaría diciéndole aquello sería un regaño en toda la cara.

"¿Ah?" Soltó sin entender lo que sucedía "¿No me escuchaste?. No pensé que fueras tan sorda, Kim Jisoo", Jennie se fue acercando logrando que el pecho de la mayor comenzara a agitarse violentamente "Volveré a preguntar" se sentó al lado "¿Te gustaría que lo haga?" Su contraria trago en seco, ¿Que estaba planeando esa estúpida castaña? Pensó con una ceja arqueada mientras veía detenidamente las partes que no eran cubierta por la toalla.

"Es halagador el poder que tengo en ti" comenzó a bromear cuando noto el cierto rubor que escondían sus mejillas "Tonterías" resoplo, se paró de la cama con intensiones de tomarse una ducha. Sin embargo, fue detenida por la delgada mano de Jennie.

"¿Donde quedó tu seguridad?" Se burló, Jisoo frunció su ceño y se acercó violentamente a la castaña, la tomó de las muñecas para finalmente acorralarla contra la cama.

"¿Perdón?" Río sarcástica. Sin dejar el agarre en sus muñecas, se sentó a horcajadas encima de Jennie "Creo que la quedó sin seguridad es otra".

"¿Ah si?" Carcajeó dejando a la pelinegra completamente confundía, se suponía que ahora era el momento donde le gritaban y la mandaban al diablo.

"¿Estas jugando conmigo?" Se atrevió a preguntar sin siquiera pensarlo dos veces "Tal vez"

¿Que debía hacer ahora?, Jisoo no pensaba llegar tan lejos para ser sincera ni se le cruzó por la cabeza estar de la manera en la que está ahora con Jennie.

"Sabes... te dejaría hacerme de todo" por obvias razones eso excitó a la mayor, pero por alguna rara razón no lograba estabilizarse para poder hacer algo al respecto.

Jennie noto la desconcentración de su contraria y en un ágil movimiento de brazos logró zafarse del agarre de Jisoo.

"Que demoni..." en un abrir y cerrar de ojos, Jisoo quedó sumisa ante Jennie, quien ahora se encontraba encima de ella, la miro y sintió su ritmo cardiaco aumentar drasticamente "Como decía, te dejaría hacerme de todo..." hizo un pausa, tenía que mantener su postura y no reírse por el rostro sonrojado de Jisoo.

"Pero... es una lástima que solo me guste el miembro de un hombre" río para luego bajar de la cama.

Agradeció el milagro de que su toalla no se haya caído en ningún momento, se la había jugado mucho y en cualquier instante todo podría haberse salido de sus manos.

Tomó lo primero que encontró; un polo holgado plomo con el impreso de una banda de rock y un short verde petróleo que hacían lucir sus frondosas piernas. Dio unos rápidos pasos ya con las prendas en mano y se adentró al baño a cambiarse. No quería pensar en lo que podría suceder si se quedaba más tiempo junto a Jisoo.

[...]

Rosé no podía creer lo que algunas vez pensó que solo eran bromas de parte de Jisoo y Joy fuera realidad y aún peor, que esté enfrente de sus ojos.

Joy noto esa incomodidad, bufo y alzó la mano con toda la decisión del mundo "¡Oye Manoban!"

La voz del otro lago del estanque sorprendió a la tailandesa, quien al percibir el grito tan familiar se despegó de su contraria. Ambas voltearon en dirección a Joy con un claro rostro donde solo se podía reflejar pánico.

CAMPAMENTO DE LESBIANAS | JENSOO & CHAELISA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora