●Primer libro de la trilogía Ángeles y Demonios●
¿Te has preguntado alguna vez si es posible la existencia de un cielo?
¿Y de un infierno?
Nunca creerías que son reales si te lo dijera.
Megan tampoco lo creyó cuando descubrió que su vida y su pasad...
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Payton'Pov
Solo han pasado unas horas de la partida de Megan y no he dejado de pensar en ella, saber que se encuentra en el plano celestial me desconcierta. Me preocupa que incluso allí no se encuentre a salvo de las garras de Thot y sus secuaces. Siento una necesidad agobiante por protegerla desde aquella noche en la fiesta, casi como una atracción mental y física de tenerla cerca. Y se que no solo se debe por que se lo prometí a su padre. Hay algo en ella, algo que estoy seguro que estaba premeditado, no es casualidad haber terminado en la misma universidad y en la misma clase que la hija de Tom. Se que nuestro destino tenía planeado nuestro encuentro tarde o temprano.
Además ella se ha vuelto muy importante para mi, me devolvió los sentimientos que más profundamente enterré para encajar con los demás de mi raza. Creí que nunca volvería enamorarme, a sentir, a amar. Pero ella esta cambiando eso y le estaré eternamente en deuda. Nada de lo haga sería igualable a todo lo que me ha hecho sentir. Ella es la razón de que aun quiera levantarme cada mañana a pesar de tanta culpa con la que cargo. Temo que si le digo lo que me atormenta, lo que no me deja dormir, lo que hace que quiera perderme; no vuelva a verme con esa mirada tan dulce y hermosa.
Megan'Pov
Despierto sobresaltada en la cama de mi nueva habitación. Tuve un sueño extraño, me encontraba en un bosque, todo estaba oscuro y olía a tierra mojada, tenía a Payton desmayado sobre mis brazos, y gritaba desesperadamente por ayuda, pero nadie respondía. Una horrible sombra se me acercaba y le gritaba que se alejara. Luego desperté. Que sueño mas extraño, que bueno que solo es eso. Una pesadilla. Golpean la puerta de mi habitación tres veces.
—Soy Natalie, vengo a llevarte al recorrido.
—Ya voy. —grito.
(...)
Luego de alistarme y salir con Natalie, me lleva a dar un largo recorrido de todo el edificio, explica cientos de cosas a las que no presto atención, habla tanto que solo la silencio y escucho a mi propia mente. Inevitablemente me encuentro pensando en Payton. No estoy segura de sentir algo más por él, ni siquiera se que clase de relación tenemos, pero él se ha abierto a mi, esta dispuesto a decirme las cosas que lo atormentan.
Desde que el año comenzo, desde que él comenzo en nuestro curso, jamás lo había visto sonreír tanto. Es bastante atractivo, no lo voy a negar, pero me aterra el solo hecho de pensar que enamorarnos puede causar mi exilio del cielo. Ni siquiera estoy segura de si me gusta estar aquí, pero es mi deber despues de todo, y causar mi muerte y la de mamá por no aceptar ser la maldita jefa, es algo idiota.
—Megan, quiero presentarte a Stephen. —frenamos frente a un Ángel rubio de ojos celeste claro. Se arrodilla de inmediato cuando me ve.
—Por favor Stephen, no es necesario, ni siquiera soy la jefa aún.
