Darkness #1 (Completa✔)

● 45 ●

Corro mientras un enorme demonio me persigue, todo un ejercito viene detrás de él. Miro hacía arriba, mi abuela se encuentra volando mientras mira todo desde allí. Trato de volar, pero el demonio me ha atrapado por mis alas. Me pasa en tamaño y temo no poder contra él.
Me tira con fuerza hacía adelante y caigo contra el suelo, tan fuerte que la cabeza me zumba y el cuerpo no me responde, oigo un fuerte chillido con gritos detrás, estoy aturdida.
Me levanto sudando, mi respiración esta acelerada. No entiendo que esta pasando, miro a mi al rededor para comprobar que estoy en mi habitación, sana y salva. Todavía puedo oír el chillido, como si proviniera de lo más profundo de mi cabeza.
Salgo de la cama y me dirijo a la cocina por un vaso de agua.
Creo que acabo de tener una visión de la batalla con mi abuela, debo cuidarme de ese enorme demonio cuando este allí.
Recuerdo volver de nuestro lugar, con Payton, todo el camino en silencio, con el deseo de besarlo, pero sin poder si quiera rozar sus labios.
Antes de entrar me dijo que perdería sus alas de nuevo por mi y que estaba dispuesto a sufrir el dolor del destierro de nuevo, si así yo lo quería. Dijo que el amor duele, y que a veces hay que luchar por el.
Me pregunte toda la noche si yo también perdería mis alas por él, pero me dormí sin llegar a ninguna conclusión.
Las ganas de llorar me invaden, ¿por qué debo perder todo lo que soy para estar con él?

—¿Estas bien? —Payton aparece en la cocina, casi me da un infarto.

Verlo hace que me sienta peor.

—Sí, solo tuve un sueño horrible. O una visión, no estoy segura. —le digo.

—¿Como era? —me pregunta.

(...)

Le cuento todo lo que vi y sentí. Se nota la preocupación en su rostro.

—Es definitivo que es una visión. —dice mordiéndose el labio inferior.

—Se sintió demasiado real para ser un sueño. —le digo.

—Debemos tener cuidado, no sabemos cuando atacara o como. Yo debo avisar a mi padre cuando todo comience y necesitaré a Sami para que crear el portal. —se cruza de brazos.

Realmente estoy preocupada, pero el dolor es mas fuerte y me distrae. Él parado frente a mi me distrae y se que se da cuenta de que mi corazón late anormalmente cuando lo veo.

—Yo también estoy dispuesta a perderlo todo por ti. —le suelto dejándolo sorprendido.

Vuelve a morderse el labio, pero esta vez mirándome.

—No podemos arriesgarnos ahora, necesitamos nuestras alas y nuestros poderes. —tiene mucha razón. —Pero cuando todo termine, cuando logremos vencer a tú abuela, ya podremos arriesgarlo todo.

Una sonrisa se asoma en mis labios. ¿De que sirve ser un ángel si ni siquiera vivo en el cielo?, mis poderes solo nos mantienen a salvo aquí, y cuando mi abuela ya no este, no sera necesario usarlos.

(...)

La mañana cae, no logro olvidar la noche anterior. Ese sueño/visión horrible y luego las palabras de Payton.
Todo es tan irreal aún, me he acostumbrado a esta vida, a mis alas, a mis poderes. A la magia que este mundo esconde y ahora debo asimilar que lo perderé todo por amor. Espero no cometer un grave error.

La mañana transcurre tranquila, dándole paso a una tarde agitada. Hemos practicado mucho, las mismas técnicas con la espada, perfeccionadas y aprendidas. Uso de poderes en mi caso, el de Sami y Payton. El uso de mis alas y en poco tiempo las de Payton, me ha dicho que lleva varias noches sin dormir por el dolor de su espalda.

—Podemos descansar. —dice Payton aún firme como si no hubiera practicado 2 horas seguidas.

Yo aun tengo resistencia, pero estoy bastante agitada. Mamá practica mas que todos con su espada y también sabe más que todos gracias a sus años en el cielo, preparándose para convertirse en la jefa de los ángeles. A pesar de que ahora perdió todos sus poderes y sus alas, jamás se olvido de su entrenamiento diario.
Entramos dentro del refugio, Greyson, que no necesita practicar, lee un libro tranquilo en el sillón.
Todos tomamos agua sedientos.

De la nada, el suelo retumba y un fuerte sonido proveniente de afuera, se oye. Corro con Payton y los demás detrás de mi.
Trate de prepararme para el momento en el que mi abuela decida dar el primer golpe, pero jamás imagine que sería ahora.
Me la encuentro afuera, con una parvada de demonios saliendo detrás de ella por un portal, vuelan al cielo y desaparecen.
Las alas blancas de mi abuela contrastan con el negro de los demonios, pero deberían ser negras. La maldad esta en sus venas.

—Traidor. —le grita a Greyson cuando sale del refugio sin entender que pasa.

—Antes ser un traidor que un asesino. —le grita él.

—Eres un traidor y un asesino. Participaste en la batalla, estuviste de mi lado y sabías sobre mis planes, y aún así, no evitaste que el vampiro joven muriera. —se que se refiere a Mason. —Eres un caso perdido, has roto todas las reglas que el cielo impone. —como si ella no las incumpliera todas ahora mismo.

—Tú has roto todas las reglas y eres la maldita jefa. Yo soy un cero a un costado. —le grita Greyson por último.

—¿Cómo estas querida? —me pregunta.

—Yo debería preguntarte eso, debes estar muy decepcionada de ti misma por ver que tú plan de volverme más débil te salió mal. —le digo, logrando que se enoje.

—Mi plan no fallo niña, tú eres más débil y siempre los haz sido. —con que psicología inversa, no me convencerás tan fácil.

—Pruébame y averigua por ti misma que tan débil soy. —la reto.

Esas son mis palabras finales, las que comienzan con Payton corriendo hacía Sami para abrir un maldito portal en el cual traer a más demonios y terminan conmigo volando a lo más alto del cielo, con mi abuela frente a mi. Pensando que podrá vencerme, creyendo que podrá conmigo y todos los demás. Somos el bien, contra el mal. No hay forma de fallar.
No ganara, esta vez nadie que amo morirá. La única sangre de ángel que se derramara, sera la suya.