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Stephen, sus alas intactas, pero su cara golpeada y su cuerpo semi desnudo con moretones por todos lados.
Se desploma en el suelo frente a mi y noto que fue torturado.

—¡STEPHEN! —corro hacía él y lo levanto en brazos. Veo a mamá tomada del cuello por Thot. —¡¿Qué le haz hecho?!

—Se resistió demasiado y eso tuvo sus consecuencias. —dice seguido de una risa infantil.

—¡Eres un monstruo! —le grito.

—Gracias, me halagas. —dice sonriendo.

Stephen no respira, sus ojos están cerrados y su piel fría pierde color.
Uso mi poder de curación con todas mis fuerzas, pero él sigue desvaneciéndose en mis brazos. Acerco mis labios a su mejilla y con lagrimas desbordando mis ojos, deposito un beso en la misma.
Stephen desaparece completamente, las plumas de sus alas se desparraman por el suelo. Tomo una y la guardo en mi bolsillo. Me levanto del suelo y se que no podre enfrentarlo sola.
Pienso en la abuela, dijo que tomara su ejercito de ángeles más fuerte para pelear con Thot.
Así que cierro mis ojos y me transporto donde ella se encuentra.
Cuando los abro estoy a un lado de su escritorio. Me mira sorprendida y preocupada.

—Cariño, ¿qué haces aquí?, lamento lo de la vez pasa....

—Thot tiene a mamá, necesito tú ejercito, mato a Stephen. —digo rápidamente interrumpiendola.

—Bien, ve. Yo debo hacer algo antes, pero estaré allí. —sale apresuradamente por la puerta.

Corro hacía afuera y me dirijo al campo de entrenamiento, los encuentro ahí practicando, son unos 20 o 25, hombres y mujeres.
Al verme frenan de inmediato.

—¡Megan! —una Ángel se acerca a mi con preocupación en el rostro. —Cuando te fuiste mi novio Stephen desapareció. ¿Sabes dónde está?

Con tristeza saco la pluma de mi bolsillo y se las muestro a todos.

—Thot lo mato. Lo lamento mucho, era el mejor ángel que este cielo tenía.

—¡NO! —grito la Ángel. —¡LO MATARÉ!

—Necesito su ayuda, si no lo detenemos nos matara a todos. —les digo.

Todos asienten y se acercan a mi.
Les tiendo mi mano y la toman. Nos transporto a todos donde Thot. Esta vez ya no estamos bajo tierra, si no en la superficie, a nuestro alrededor solo hay césped. Justo frente a nosotros, Thot con mamá arrodillada delante de él, detrás su enorme ejercito de seres impuros y también demonios.
Vuelo con mis alas a lo alto y les ordeno a los ángeles que me sigan.

—Escuchen, esta es la primera ola, este es el principio de una guerra, no podemos atacar primero, no usaremos la violencia a menos que sea necesario. Son criaturas impuras, será fácil deshacerse de ellas. —todos asienten

Al posar nuestros pies sobre el suelo oímos el golpeteo de cientos de pasos en la tierra, fuertes pisadas que a pesar de no estar al unísono, casi lo parece.

Miramos detrás de nosotros y vemos lobos, muchos, a su lado vampiros, detrás ángeles caídos, por último brujos y brujas. Millones de ellos, unidos, caminando hacía nosotros.
Vuelo a lo alto para visualizar la cantidad. Aunque son muchos, no son suficientes. El ejercito de Thot es tan grande como el océano, el nuestro en cambio, es mas como el mar.
Bajo a tierra y noto que a cada manada la lideran mis amigos, reconozco el pelaje de Chase delante del todo, identifico el cabello rubio de Jason, el pelo oscuro de Greyson y a Sami. Todos, incluso Payton, que lidera a todas las razas. Se acerca a mi y me abraza.

—¿Creíste que te dejaría sola en esto? —pronuncia esas palabras en mi oído y se separa de mi.

Todos hacemos frente a el enorme ejercito de Thot, no atacamos, los ángeles detrás de mi, los demás detrás de ellos.

—¡COBARDE! —me grita Thot.

—¡DEJA DE DESCRIBIRTE! —le grito a su vez.

Camino lentamente hasta Thot, volteo para asentirle a todos, estoy segura de lo que haré. Cuando estoy frente a él, me arrodillo y abrazo a mamá, la mantengo en mis brazos, nos hago volar, la saco de ahí y vuelvo a mi lugar. Thot permanece inmóvil, como si le diera igual que le hubiera quitado a mi madre de sus repugnantes manos.

—Eres el ángel más valiente que este mundo podría tener. —me dice mamá con lagrimas en los ojos.

—Esa eres tú. —me separo de ella y comienzo a caminar hacía Thot nuevamente, esta vez mi ejercito me sigue.

Nos acercamos lentamente, nadie ataca, Thot parece estar a punto de explotar.
De repente escuchamos zumbidos y una luz enorme nos ciega a todos, la tierra tiembla. No vemos nada, no escuchamos nada. Hasta que nuestra vista se acostumbra, al igual que nuestros oídos.
Frente a nosotros, los 7 Arcángeles, mi abuela detrás de ellos, se acerca y me abraza.

—Te dije que estaría aquí. —me sonríe.

Los 7 Arcángeles desprenden luz nuevamente, todos cierran los ojos, pero no yo, vuelo hacía a ellos y me poso debajo, con todas mis fuerzas desprendo la luz de mis manos hacía el ejercito de Thot. No veo que sucede, pero los gritos y quejidos se escuchan muy bien.
Las bestias desaparecen de a poco, pero no todas.
Cuando la luz acaba miro el ejercito, mitad de él ha desaparecido, Thot esta desplomado en el suelo, espero que muerto.
Los 7 Arcángeles desaparecen con rapidez. Noto que han matado a todos los demonios. Eso es de gran ayuda.

Bajo hasta tierra y me paro a un lado de Thot, me acerco a su rostro, trato de distinguir si respira o no, pero de un momento a otro mi respiración se corta, siento la presión en el cuello, Thot me mira causando escalofríos y me aprieta tanto que creo que los ojos se me van a salir de lugar. Se levanta elevandome también con él, mis pies se despegan del piso, miro mi ejercito y doy la señal para que ataquen.
Los veo correr hacía nosotros y Thot se desconcentra mirando lo mismo.
Aprovecho y lo golpeo en la cara. Me suelta y caigo al suelo, tomo una bocanada enorme de aire, toso por la sensación de aun tener su mano en mi cuello.
Me levanto y lo enfrento, Payton pasa a mi lado, me roza depositando la espada de mi padre en mi mano.

—Hazlo. —me susurra. Lo veo correr y golpear impuros.

—Como olvidar mi obsequio. —me dice Thot. —Lo hice con tanto amor para tú padre. —se limpia la sangre del labio.

—¡MIENTES! —le grito.

—¡CREE LO QUE QUIERAS NIÑA TONTA! —me grita.

—¡NO SOY UNA NIÑA! —clavo mi espada en su estomago, lo veo caer al suelo, escupir sangre y reírse.

Los oídos me zumban, veo luz, no fuera, dentro de mi, luz, pero no me ciega, me acerco a ella, veo a un hombre de espaldas.

—¿Quién eres? —le pregunto.

—¿Ya no me reconoces? —cuando voltea no puedo creerlo, ¿cómo esta aquí?, ¿dentro de mi?, ¿cómo es que ésto esta pasando?

Darkness #1 (Completa✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora