『Epilogo』

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Entró al comedor con una expresión de hastío seguido del omega, que sostenía a una bebita,y se quedó quieto mirando al pequeño niño de dos años que aferraba contra sí un pequeño peluche de un perrito amarillo, babeándolo mientras observaba la tele...

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Entró al comedor con una expresión de hastío seguido del omega, que sostenía a una bebita,y se quedó quieto mirando al pequeño niño de dos años que aferraba contra sí un pequeño peluche de un perrito amarillo, babeándolo mientras observaba la televisión.

─¿Qué estás haciendo, Haneul? ─preguntó Minho horrorizado, llamando la atención del bebé─. ¡Ese es mi Chimmy! ¡Suéltalo, ahora!

Haneul lo miró con sus ojitos solicitantes, pero Minho no se sintió intimidado ni mal.

─No seas malcriado ─regañó Félix detrás de él, sentándose en el sofá, acariciándole el cabello a la niña─. Es sólo un peluche.

─¡No lo es! ─Minho lo fulminó con la mirada, caminando hacia el niño, y sin pensarlo le quitó el peluche de perrito─. ¡Es mi Chimmy, no de este apestoso bebé!

Haneul parpadeó y sus labios temblaron, sus ojitos llenándose de lágrimas.

─¡Devuélvele el peluche, Minho! ─ordenó Felix horrorizado.

─¡Jamás!

El bebé se puso a llorar a gritos.

Minho abrazó el peluche mientras siseaba contra Felix, que dejó a la niña en el sofá para luego ponerse de pie y tomar en brazos a Haneul para calmarlo, sin embargo, resultaba imposible bajo esa situación.

─¿Qué está pasando? ─preguntó Changbin entrando al comedor, cargando a una bebita sonriente─. ¿Por qué HaNeul está llorando?

─¡El idiota de Minho le quitó el peluche! ─
acusó Felix.

─¡Es mío, estaba ensuciando a Chimmy! ─
berreó Minho.

─¡Por dios, MinMin, tienes dieciocho años! ─
regañó Changbin.

─¡No importa, sigue siendo mío!

Las dos bebés se pusieron a llorar también. Changbin comenzó a mecer a la niña que sostenía para calmarla.

─¡Minho, haz algo, son tus hermanitos!

─¡No son mis hermanitos, son monstruos que me quitan la atención de mamá!

─¡Tienen dos años, Minho!

─¡Dos años de sufrimiento y dolor!

Se quedaron en silencio cuando escucharon la puerta siendo abierta, incluso los bebés parecieron calmarse un poco, atentos al repentino ruido.

─Podríamos hacer que Minho cuide de HaNeul, SunHee y JungMin un fin de semana y nos escapamos para follar, ¿te parece...?

─¡Papá, los estoy escuchando! ─chilló Minho.

Jungkook se asomó al comedor cargando las bolsas del supermercado, bufando y rodando los ojos, pero sonrió cuando los bebés comenzaron a barbotear:
─Papa... papa...

𝓨𝓾𝓪𝓷𝓯𝓮𝓷  『Kookmin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora