『↺Capitulo XXI』[2]

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Cuando Jimin supuso que cumplió el mes, Jungkook llegó del trabajo diciendo que había comprado una nueva casa fuera de la ciudad

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Cuando Jimin supuso que cumplió el mes, Jungkook llegó del trabajo diciendo que había comprado una nueva casa fuera de la ciudad.

─¿Y cómo la pagaste? ─preguntó Jimin, incrédulo.

Jungkook hizo un ruido de desdén.

─Todos estos años he ahorrado el dinero que ganaba en la empresa.

Así que ese día se hallaba en la oficina de Hoseok, arrodillado frente al escritorio, y cientos de cajas a su alrededor para guardar las cosas.

─Papá no nos dejaba entrar aquí sin su permiso ─se quejaba Minho a su lado, ayudándole luego de llegar del colegio─. Pensé que tenía documentos importantes, pero no era así.

Jimin sonrió con algo de nostalgia cuando sacó un álbum de fotografías.

─Mira, éste es... Oh ─sacudió la cabeza─. De las pocas fotografías que tuve con tu padre.

Minho se sentó a su lado, observando a Jimin abrirlo. En la primera fotografía observó a dos personas: su mamá con un traje sobrio de bodas, del brazo con un alfa alto, guapo y un poco parecido a él.

─Hyungsik era muy hermoso ─suspiró Jimin, acariciando la foto─. Es de nuestra triste boda. A Shinkie no le gustaban las grandes celebraciones.

Minho quiso encontrarle lo bonito a la fotografía, pero sólo se estremeció al pensar en lo joven que se veía mamá. Parecía... Parecía... Su estómago se contrajo.

Parecía un niño.

─¿Tú lo quisiste? ─preguntó Minho─.¿Él te quiso?

Jimin pasó la página.

Otra foto del matrimonio, ambos firmando el acta.

─Amor... ─saboreó Jimin─, no, nunca lo sentí por Shinkie. Tal vez le quise, y hubo cariño obligado. Mi omega lo buscaba por necesidad. Y si él me quiso... Él me deseaba. A él le gustaba mi olor. De vez en cuando me encontraba bonito.

Minho observó otra fotografía, el matrimonio fuera del registro civil. Ese año se cumplían cinco años desde que las bodas con omegas menores de edad se habían prohibido.

Antes, sólo marcar a uno aseguraba un casamiento joven si el alfa lo deseaba. No tenía que preguntar si su padre le consultó a Jimin de la boda, porque era bastante obvia la respuesta.

─Eso significa que yo no fui deseado ─aventuró Minho con tono triste─, ni que tú me querías.

Jimin frunció el ceño, sin decir nada, pasando la fotografía.

𝓨𝓾𝓪𝓷𝓯𝓮𝓷  『Kookmin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora