CAP. 16.

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-No mamá, yo no voy.

Dejé la chaqueta en mi cama y la rodeé abriendo el cajón de la mesita de noche. 

-Por qué? Es final de trimestre y me gustaría que me acompañaras.

-No puedo ir, olvídalo.

-Es porque no va Chris ni Zabdiel? 

-Chris si que va.

-Entonces? 

Miré a mi madre molesto y ella levantó las cejas esperando mi respuesta. 

-Mamá no quiero verles la cara a mis profesores.

-Solo tendrás que ver a tu tutor, lo juro. 

Mi corazón se encogió y negué rápidamente quitándome los zapatos. 

Mi madre bufó y salió de la habitación cerrando la puerta a su paso. 

Me tumbé en la cama cerré los ojos intentando dormir.

Mi mente estaba más en marcha que nunca y no podía dejar de pensar en esa entrega de notas trimestral y en todo lo que eso conlleva.

La típica charla a mi madre sobre que deberían meterme en un instituto especial porque no apruebo las suficientes materias. 

Bufé y me giré de lado apretando mis ojos. 

Por otra parte no quería ver a Joel. Estaba seguro de que me pondría a llorar nada más verle y me negaba a montar un escándalo delante de todo el mundo.

Pero en el fondo, en lo más profundo de mi, moría por volver a ver esos ojos miel que tan perdido me tenían. 

Suspiré hondo mirando el techo. 

Maldije internamente y me levanté de la cama abriendo la ventana. 

-Mamá! 

Mi madre se giró y miró hacia mí dirección confundida. 

-Espera. 

Me puse una sudadera y saqué mis pies por la ventana escuchando los gritos ahogados de mi madre. 

La miré calmado viendo la desesperación en sus ojos. 

-Erick qué haces?! Por favor no lo hagas hijo! Eso no es una opción, por muchos problemas que hayan! 

-Mamá qué dices? 

Cerré la ventana y me di la vuelta bajando por la tubería oyendo como mi madre se acercaba. 

Nada más pisar el suelo me abrazó fuerte dejándome sin aire. 

-No vuelvas a bajar por ahí, me escuchas?! 

Giré los ojos y asentí con la cabeza comenzando a caminar notando sus pasos detrás. 

-A qué se debe ese cambio de humor repentino? 

Miré a mi madre y encogí los hombros viendo como en su rostro aparecía un sonrisa pícara. 

-Hay alguien? 

Fruncí el ceño y ella abrió la boca asintiendo lentamente mientras soltaba una carcajada. 

-Así que tienes novia… 

-Mamá para.

-No pasa nada Erick, los adolescentes como tú soléis experimentar con novias y cosas así. Nunca me habías presentado a nadie, cómo se llama? 

-No tengo novia mamá.

-Erick no hace falta que me ocultes nada. Mira, tengo una idea, cuando vayamos al instituto si nos la cruzamos me guiñas un ojo. Simplemente eso.

Einstein ||| Joerick     Donde viven las historias. Descúbrelo ahora