Einstein ||| Joerick

CAP. 17.

Zabdiel estaba muy contento. 

Su recuperación había sido muy rápida y él ya estaba totalmente sano. 

Durante este tiempo se había quedado en casa de Christopher ya que no considerábamos buena idea que volviera a su casa, y más con todo lo que vimos Chris y yo. 

Pero la felicidad no venía solo de eso, también lo hacía porque dentro de unas horas sería su esperada fiesta y eso le traía demasiado feliz.

Zabdiel era una buena persona. Agarraba confianza lento pero se aseguraba de que la otra persona fuera de fiar, por eso mismo tenía tantos amigos. 

Christopher había invitado a todo Negros y a medio barrio así que sería una fiesta bastante grande. 

Coloqué algún que otro adorno y me apoye en la mesa mirando aquél en especial. 

Era de muchos colorines, similar a un arcoiris. 

Mi mente comenzó a derivar aquel trozo de papel con mi orientación sexual lo que me hizo darme cuenta que jamás había amado a alguien. 

Era ese buen momento para tener esta conversación conmigo mismo? 

Lo había estado evitando por meses y jamás podía avanzar del "qué soy?".

Pero eso era diferente. Me sentía nervioso y quería liberarme de esa presión enseguida. 

Sentía que lo haría pronto pero tenía miedo a fracasar y sentirme débil. 

Si Joel no aparecía no solo me iba a desilusionar, sino que también me causaría un fuerte impacto en lo que quiero en mi vida. 

-Flaco aterriza! 

Miré a Zabdiel que me observaba con algunas luces en sus manos. 

-Me ayudas? 

Asentí con la cabeza y lo ayude a colocar alguna que otra cosa más antes de cerrar el local que habíamos alquilado y ir cada uno a sus respectivas casas para arreglarnos y acudir a la fiesta. 

Llegué a mi casa y abrí la puerta principal pasando mientras escuchaban algunos gritos. 

Corrí hacia el salón y me quedé inmóvil haciendo que las llaves se cayeran de mi mano sin poder controlarlo. 

-Para! Animal!

Empujé a mi padre y impacte mi puño en su cara como un acto reflejo sin saber muy bien lo que esto me traería.

Ayudé a levantar a mi madre viendo como su cara estaba ensangrentada y esta miraba a mi padre llorando. 

Se estampó contra mi pecho y yo le abracé dejando besos en su cabeza mientras acariciaba su pelo delicadamente. 

Yo no cometería el error que hacía ella, yo no le dejaría sola. 

Mi padre me giró y impactó su puño en mi cara haciéndome caer al suelo. 

-Erito basta! 

Me levanté y vi como agarraba a mi madre de los pelos tirándola al sofá de un empujón. 

-Para! Pégame a mí! 

Mi padre me miró y yo suspiré hondo asintiendo. 

-Vamos, pégame.

Se quedó callado mientras se reía soltando a mi madre bruscamente. 

-Va! Pégame! 

Su puño impactó en mi cara y yo retrocedí viendo como me seguía.