Einstein ||| Joerick

CAP. 7.

Tiré el cigarro al suelo y miré mi teléfono controlando la hora. 

-Me tengo que ir- Dije levantándome. 

-Dónde vas? 

Miré a Zabdiel y bajé la vista tragando fuertemente. 

-Tengo clases con Joel. 

-Con Joel? Otra vez? 

-Ya llevas mucho yendo a sus clases no?

-Si- Le conteste a Chris colocando bien mi mochila. 

-Qué vaya bien flaco 

-Gracias- dije levemente chocando mis puños con los de ellos dos. 

Comencé a caminar hacia el instituto de nuevo. 

No tardé mucho cuando entré de nuevo llegando a la clase de ciencias. 

Me apoye en la pared y respire profundamente levantando la cabeza. 

-Mi tía Blanca podría ayudarnos con eso si quieres… 

-No estaría mal, vamos mal con el inglés.

Bajé la cabeza y ellos dos se quedaron mirándome fijamente. 

Parecía que me tenían miedo y eso fue realmente extraño para mí. 

-Hola Temo- Dije agarrando mi mochila del suelo. 

El otro chico miró a este y abrió los ojos volviendo a mirarme. 

-Hola Erick… 

-Los dos venís a ver a Joel? 

Ellos dos asintieron y yo les imite analizando sus cuerpos. 

Eran de la misma estatura pero a la vez bastante diferentes. 

Si analizabas a Temo te podías dar cuenta de que venía de una familia adinerada ya que su ropa no era simple. 

Su pelo liso estaba a un lado y era del mismo color que sus ojos color marrón claro. 

Se podía apreciar algunas marcas de acné en su cara pero le quedaban sorprendente y perfectamente bien. 

Si miramos al chico aún sin nombre nos daremos cuenta de que todo es diferente, empezando por su pelo totalmente rizado y siguiendo por un estilo de ropa más casual y simple. 

Su pelo también era oscuro al igual que sus ojos, pero sus facciones eran totalmente perfectas y marcadas de tal forma que te hacían verlo dos veces. 

-Hola chicos, perdón por la tardanza.

Joel abrió la puerta de la clase y yo pasé no sin antes mirarlos a los dos buscando su aprobación. 

Me senté en primera fila como ya estaba acostumbrado a hacer y saqué mis cosas mirándolos por el rabillo del ojo. 

-Aris, Temo me dijo que habíais aprobado el examen que teníais, es genial me alegro mucho. 

-Si, fue una sensación muy grande. Él te agradeció por los dos pero yo también te agradezco. 

-Para mí es un placer teneros aquí a los dos. Tenéis deberes? 

Ellos asintieron y se pusieron a hacerlos sin hacer mucho ruido. 

Joel agarró una silla y se sentó delante mía bufando. 

Lo miré detenidamente y él sonrió levemente mirando mis ojos. 

-Algo que no hayas apreciado en mi todavía?