Capítulo 4

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Hacía un par de semanas desde mi primer encuentro oficial con los chicos Tumblr coreanos. Mi vida había seguido su curso natural, con el pequeño cambio de que los chicos y yo no habíamos dejado de hablar. Parecía que la amistad seguía completamente intacta y, cuánto más hablábamos más amigos nos hacíamos. Además, teníamos muchas cosas en común, por lo que no era descabellado imaginarnos a todos hablando día y noche y quedando para tomar cafés después de mis clases.

Aquel día me había despertado más tarde de lo normal. Ya sabía de antemano que no iba a tener las primeras horas de la mañana, por lo que madrugar sería inútil. Los primeros minutos de la mañana parecían ser como otra cualquiera. Nada fuera de lo normal. Sin embargo, cuando salí de mi habitación y puse un pie en el pequeño pasillo, casi inexistente, que separaba los dormitorios de la sala y cocina, pude ver que había dos invitados matutinos con los que no hubiera contado: Marie y JongHo.

Ambos estaban sentados a la mesa de la cocina, con tazas grandes delante de ellos. Wooyoung, parecía estar fregando los platos de la noche anterior. JongHo tenía objetivos delante de él y, por lo que parecía debía de estar organizándolos o limpiándolos. Por su parte Marie, estaba con la cabeza apoyada en los brazos, mirando cómo Wooyoung fregaba. Ninguno estaba hablando en el instante en que llegué a la cocina, pero tampoco parecían incómodos con sus respectivas compañías.

- Buenos días – saludé.

- Hola – me contestaron los tres.

- ¿Qué hacen aquí? – inquirí sin bajar la voz, dirigiéndome a Wooyoung.

- JongHo vive cerca de aquí y anda buscando nuevos sitios en los que probar su fotografía y Marie necesita tener una charla de chicas – contestó Wooyoung.

- También necesito modelos – comentó JongHo, mientras revisaba la limpieza de uno de los objetivos.

- Entiendo. ¿Por qué no fuiste con SeongHwa? – le pregunté a Marie.

- Él no es una chica, no podría entenderlo – contestó.

- Vale, vamos al sofá – dije, cogiéndola de la mano.

Ambas nos sentamos en el sofá y esperé a que ella comenzase a hablar. No había gran separación entre cocina y sala, es más ambas eran la misma estancia corrida, simplemente la sala empezaba donde estaba colocada la mesita del televisor.

- Fue Rose – comenzó – Ayer por la noche me estuvo mandando mensajes y no me deja en paz. Me pregunta por qué coño hablo mal de ella y yo no lo hago. No hablo sobre Rose para nada.

- ¿Le contestaste?

Marie negó con la cabeza.

- Es mejor no hacerlo.

- Pero no deja de enviarme mensajes y me estoy volviendo loca.

- Ya se cansará – intervino JongHo.

Las dos lo miramos.

Como no había separación entre ambas estancias, él nos había estado escuchando.

- No creo que lo haga – dijo Marie.

- Créeme que si la ignoras se va a cansar y va a dejarte en paz.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- Porque yo fui un Rose de la vida – contestó.

Nosotras nos miramos.

- Sé lo que digo, en serio. Fui el típico ex pesado que no dejaba de mandarle mensajes a mi ex. Tras un tiempo siendo ignorado, me di cuenta que era mejor no volverle a hablar. Rose se va a cansar y te dejará en paz – dijo JongHo.

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