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Capítulo 7

- Necesito que escuches una canción.

Mingi acababa de entrar en casa, por la mañana, con un ordenador portátil bajo el brazo. Se le veía feliz mas de lo normal. Pero yo todavía estaba demasiado dormida como para poder juzgar una canción.

- Venga, enséñamela – dije sentándome a la mesa, a su lado.

- ¿Una canción? – inquirió Christine – ¿Haces canciones?

Al reparar en la niña, Mingi, se puso un poco colorado y se pensó dos veces si reproducirla o no.

- Sí, hago canciones – dijo el chico – Soy rapero.

- ¿Rapero?

- Una manera de hacer canciones – le explicó.

- Me gusta Ed Sheeran – dijo la niña.

- ¿Qué hace aquí?

- ¿Ya desayunaste? – inquirió Marie, saliendo del baño – Buenos días Mingi – saludó.

- ¿Qué hacéis aquí?

- Quería cereales y yo no tenía cereales, por lo que vine a la casa en la que siempre los hay – contestó Marie.

- ¿Vas a poner la canción? – pregunté con sumo interés en escucharla.

- No... no es apropiada para niños – dijo un tanto tímido.

- ¿En qué idioma es?

- Esta en inglés, lo iba a entender – explicó él.

- Bueno, nosotras ya en breves nos iremos, que ya la vienen a buscar – dijo Marie – Así que no te preocupes.

Cuando se hubieron ido mi amiga y su hermanita, Mingi puso su canción. Me gustó. Era buena o por lo menos eso me pareció a mí. Él se sentía muy orgulloso de ella; la había grabado la noche anterior con un ritmo simple que compusiera y, se sentía entre otras cosas tan orgulloso, debido a que hacía un tiempo que no era capaz de componer nada que le gustase realmente.

- Pues sí, sí que me gusta – dije.

- Falta ponerle un ritmo guay y ya estaría – dijo él – Por cierto, ¿en dónde está Wooyoung?

- Está en su habitación, no se encuentra del todo bien: ayer tuvo una crisis existencial – comenté.

- Pobre. Se pasa fatal. ¿Sobre qué la tuvo?

- Sobre sus estudios.

- Supongo que es normal.

No solían darle crisis existenciales a mi mejor amigo, pero cuando le daban podía pasarse encerrado en su habitación literalmente todo el día. Sin embargo, y por suerte, aquel día no fue así y, un rato más tarde, salió de su habitación con la intención de desayunar y de arreglarse para quedar con Yeosang y JongHo para la sesión de fotos. Como Mingi, HongJoong, Marie y yo, no teníamos nada mejor que hacer, fuimos con ellos a ver la sesión.

Era divertido ver cómo los chicos intentaban posar y parecer más guapos de lo normal, especialmente San, el cual no tenía ni idea de posar y la mayoría de fotografías que tenía eran selfies suyas. Se debajan guiar todos por lo que les decían JongHo y Yeosang, pero aún así les era complicado posar y no reírse de la situación.

Mientras yo me debatía en si hablar con HongJoong sobre sus padres o no. Pero al final, tras mucho debatir, decidí hacerlo. ¿Qué podía perder?

- No sabía que tus padres se hubieran divorciado – le dije.

Él me miró de soslayo, pero con una pizca de sorpresa en su mirada.