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Capítulo 6

Por suerte para mí, Wooyoung había cocinado aquel día. Realmente que a él le gustase tanto cocinar era una grandísima bendición. Se le daba muy bien la cocina, a pesar de no haberse decantado por estudiar nada relacionado con ella y, por lo tanto, cada vez que cocinaba era un enorme placer para mis papilas gustativas.

Estaba, por lo tanto, disfrutando de una sabrosa comida, tranquilamente pensando en mis cosas mientras escuchaba música, cuando abrieron de golpe la puerta de la calle, perturbando mi tranquila comida.

- Y aquí está Julie.

Miré para la puerta e la calle y vi a Marie, sonriendo con una niña pequeña de la mano. Su hermanita estaba de visita.

- Vaya, por lo visto la hemos interrumpido, que estaba comiendo.

- Tranquila, ya he acabado – contesté.

- Hola Julie.

- Hola Christine.

- Mi madre y su marido se han ido de escapada y la han dejado a mi cargo estos días.

- ¿No tiene colegio?

- Sí, supongo que sí, pero la dejaron de todos modos conmigo.

Christine era la hermana pequeña de Marie. Tenía seis años y no podía parecerse menos a su hermana mayor. Todos la conocíamos, debido a que no era inusual verla pasar algún que otro fin de semana en Londres con nuestra amiga.

- ¿Cuántos días la vas a tener que cuidar?

- Casi una semana.

Aquello suponía un gran problema. A Marie no se le daban precisamente bien los niños y al único al que toleraba era a su hermana. Además, tenía que trabajar y estudiar, lo cual ya en sí era un gran problema.

- ¿Puedo ver la tele? – preguntó la niña.

- Sí, claro – contesté.

- Voy a llamar a los chicos.

Marie se acercó a la ventana, la abrió y empezó a gritar. Como no obtuvo contestación alguna, decidió darles golpes en su ventana con la escoba. Al final, Yunho abrió la ventana.

- ¿Qué quieres?

- Christine está aquí.

- Ya voy. El resto no están.

- Vale.

Como era de suponer, Yunho no tardó en llegar a casa.

- Estos días trabajo – dijo Marie – Y no sé qué hacer con una niña tantos días.

- Ver dibujos – solucioné.

- Llevarla al parque.

- ¿Con qué tiempo? Mi madre y su marido se han ido y yo literalmente no tengo tiempo como para cuidar a mi hermana.

Tampoco es que el resto dispusiéramos de amplios horarios. Que la niña estuviera ahí a mitad del segundo semestre era algo muy malo. Ninguno íbamos a poder prestarle demasiada atención.

- ¡Necesito que alguien se pruebe mi última creación!

Yeosang acababa de irrumpir en casa.

- ¿Por qué me miráis todos?

- ¡Eso! Ellos son la solución.

- ¿Qué? – dijo confuso - ¿Y esa niña?