Me seguía pareciendo extraño que HongJoong estuviera intentando ser amable conmigo después de nuestra conversación. Pero agradecía que intentara dejar de lado, su personalidad borde conmigo.
Los estudios me estaban matando, pero por alguna extraña razón, estaba más distraída de lo normal y dibujaba mucho, lo que se dice realmente mucho. Era como si aquellas dos semanas posteriores a que Philippa viniera, dejasen de importarme las clases. Quizá fue por ello que rechacé ir de acampada con el resto de mis amigos: por ese sentimiento de culpabilidad de no hacer nada.
- ¿Segura que no te vienes? – inquirió Yuhno.
- Segura. Tengo mucho que hacer.
- Hay sitio para una más – dijo San.
- Voy a ser la única chica... - murmuró Marie.
- En serio, que ahora mismo no puedo ir. Cuando acabe todo, nos vamos todos juntos a una, ¿vale? – dije extendiendo el dedo meñiquee a modo de juramento.
- Vale.
Me quedé sola en casa. Iba a tener la casa sola y tranquila para mí desde aquel día, viernes, hasta el lunes por la mañana. Tenía que adelantar mis trabajos y estudios. Necesitaba hacerlo, para reponerme y aprobar todo que ya poco faltaba para los exámenes finales.
Como me había quedado sola aquel fin de semana, había decido pasarme la tarde estudiando en el apacible parque de San James. Puede que fuera un lugar repleto de turistas atraídos por la majestuosidad de Buckingham, pero seguía siendo un lugar precioso.
Estaba ensimismada en mis estudios, cuando escuché unos pasos acercándose a mí. Levanté la cabeza instintivamente, pensando que seguramente fuera algún niño, y vi que era HongJoong, estaba a penas a un metro de distancia, sujetando dos vasos de cartón de café.
- Te vi al pasar y decidí traerte un café – dijo.
- Gracias. ¿Sólo?
- Solo y cargado, como te gusta.
Me iba a levantar del suelo, para dirigirme a uno de los bancos, pero HongJoong fue más rápido que yo y se sentó en la hierba, a mi lado.
Una cosa era cierta: desde la discusión de aquel día, él había cambiado mucho y parecía una persona distinta. Seguía siendo un gilipollas prepotente engreído, pero no siempre era así. Al menos ya no era tan sumamente frío y distante. Supongo que, con el tiempo, sería conmigo igual que lo era con sus amigos cercanos. Al menos ya comprendía por qué se había vuelto de aquella manera.
- Muy tranquilo es esto, ¿no?
- ¿El parque?
- No, el fin de semana.
- Pensé que querías esto.
- Muchas chicas se acercan porque me conocen. Cuando estoy con ellos les da más vergüenza.
- Pues lígate a una de ellas – contesté.
- No me interesan. Son pesadas y se creen que me conocen porque me siguen en Instagram.
- Seguro que también les pasa a los demás.
- A Mingi y a mí es a quienes más nos pasa.
- Porque sois más famosillos y cantáis.
- Son unas pesadas. ¿Qué hacías?
- Hacía un retrato.
- ¿Eso es un retrato?
- Un retrato de personalidad.
- No lo entiendo.
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Tumblr [ATEEZ]
FanfictionUna red social. Un grupo de amigos. ¿Qué pasaría si unos internet friends se encuentran en la vida real tras años sin tener contacto?