1-Astoreth: El Imperio de los Mestizos®

Almas Unidas

Capitulo 22: Almas Unidas.

<<significa que soy libre. No les pertenezco. No hay información de mi ascendencia, nadie sabe que exista, nadie sabe algo de mi sangre o mi familia. Es un arma, lo anónimo me hace más fuerte. Nadie puede usarlo en mi contra. >>

POV Twilia.

-Es verdad, nadie puede obligarte a nada, pero si alguien lo descubre puede usarlo en tu contra. Podrían expulsarte de reino y considerarte una amenaza. –dijo firmemente Elliot. –Twilia, quizá no quieras, pero lo único que quiero pedirte en este momento que es nos cuentes todo, lo relevante, lo que sabes, lo que buscas.

-no puedo sola… podría decirte todo, podría contarte toda mi vida, todo lo  que me ha sucedido desde que los conocí, pero no lo entiendo. No entiendo nada. Solo tenía en claro algo, que era una hija de Astoreth… capaz que más poderosa, pero al fin de cuentas no más que eso. Pero ahora no lo sé, no puedo decirlo, porque no puedo decir eso sin decir también que soy una hija de Azaziel.

-Twilia, eres una hija de Astoreth, también eres una humana, y si eres hija de Azaziel ¡qué más da! Puedes tener todas las sangres del universo dentro de tu cuerpo, todo el poder del mundo. Pero eres normal en los aspectos que importan, eres una persona que siente, ama y teme. Yo también temo, temo muchísimas cosas, el futuro o mi poder, también amo, con mucha fuerza… Twilia, no importa lo que temas mientras que eso no afecte a lo que amas, a lo que sientes. Cuéntanos lo que puedas e intentaremos ayudarte, intentaremos ayudarte a entender. –Allegra terminó de hablar, se encontraba apoyada en el poste de la cama con dosel de Wilhem, la luz daba en su pelo dorado la hacía parecer un Ángel. Elliot a su lado me sonreía infundiendo confianza, los ojos del color del oro oscuro, y su pelo marrón acompañados de la piel bronceada lo hacen parecer alguien salido de un cuento. Suspiro y luego miro a la cama de Wilhem.

-está bien… hay cosas que ya saben, como que hay una “voz” que habla en mi cabeza, puede sonar raro, no tengo ni idea de quién es, a veces aclara dudas, pero también deja otras. Estoy casi segura de que es algo directo de Astoreth, capaz que alguna de sus hijas, me contó hace tan solo unas horas que mi sangre no tiene un mestizaje común como el de todos y que soy descendiente biológica de Astoreth, es mi bisabuela si no me equivoco… pero también se encuentra la descendencia de Azaziel, que también es mi bisabuelo.

-oh, por Zafiel… -ya más de una vez había escuchado en los hijos de Astoreth que en vez de decir “por dios” decían “por Zafiel” o también “por Astoreth”, la primera por ser la madre de su raza, y Zafiel fue el Ángel caído luego padre de Astoreth, Azaziel y Axariel. – siempre supe que serias algo extraña Twilia Scott… pero en realidad esto es realmente extraño. 

-sí, lo sé. Me gustaría ser un poco más normal. Luego se encuentra Wilhem, aparentemente también es un bisnieto directo de Astoreth, aunque también de Axariel. Lo cual técnicamente lo hace todo lo contrario a mí y explica las energías opuestas que sientes entre nosotros. La Voz me dijo que hay algo más, el mundo es dominado por fuerzas, los ángeles y los demonios, la luz y la oscuridad… como quieran llamarlo. Esas fuerzas son las que luchan dentro de nosotros y las que rigen lo que pasa en la tierra. También lo saben todo, las personas que nacen, lo que van a ser y como son. A quien conocen y con quien se juntan. A mi nacimiento no lo vieron venir, al de Wilhem tampoco.

-bien, puedo entenderlo, pero me sorprende mucho, en realidad demasiado, que se hayan conocido, que se quieran tanto y que sean completamente opuestos. –dijo Elliot pensativo mirando a la nada.

-a mí en realidad no me sorprende, se atraen porque son opuestos precisamente, todo lo que sucede a su alrededor está hecho por algo para que sea así. Se potencian, si a Twilia la hubiera encontrado alguien que no fuéramos nosotros, que no fuera Wilhem. Si Twilia hubiera entrado en potestatem sin Will para detenerla, imagina lo que sería de Nébula y Leonardo. Se contienen mutuamente.