Nos encontrábamos caminando por un pasillo idéntico a los que pasamos hace minutos, alfombrado y de altas paredes, con cuadros cada ciertos tramos, casi todas las paredes estaban llenas de ellos y todos representaban a personas diferentes, ni uno igual al otro, y todos con un tremenda belleza difícil de creer. Persona que reflejaban... brillo, ¿como? no lo sé... pero tenia un brillo personal, y sus rostros me parecían conocidos pero distantes al mismo tiempo.
-¡Twilia!- dijo Wilhem gritando ligeramente, lo miré esperando que me dijera algo...- te nombré tres veces y no me respondiste- ¿encerio me nombró?- Ya llegamos.
Señaló una puerta de doble hoja, en cada puerta había un tallado diferente. Wilhem abrió la puerta y me encontré con una gran habitación, muy alta, creo que demasiado... con grandes ventanas que recorrían toda la pared del fondo, y en las otras dos paredes grandes y altos estantes llenos de libros, había una plataformas que recorrían los altísimos estantes y para subir o bajar de ellas habían una escaleras de caracol angostas y de reluciente metal para tomar los libros, seguramente tenía dos o tres pisos de altura exclusivamente para la biblioteca. Habían cuatro mesas de estudio y un gran escritorio de madera tallada. Bajando una de las escaleras de las plataformas se encontraba un hombre adulto, seguido de Elliot y Allegra. Ella no se veía muy feliz, mas bien tenía los brazos cruzados y sus ojos verdes estaban entrecerrados. Elliot estaba hablando algo con aquel hombre pero desde acá no se escuchaba.
-Arthur, ella es Twilia. Twilia, el es Arthur, el maestro que dirige el lugar.- Wilhem sonaba serio, inexpresivo.
El tal Arthur se acercó a mí y pude ver que no era un hombre mayor como supuse, capaz que tuviera unos años mas que yo, y yo tengo dieciséis... debe de tener unos 20 a lo mucho.
-Un gusto conocerte, como dijo Wilhem mi nombre es Arthur y dirijo este lugar. Sé que debes de tener muchas preguntas, y mis disculpas si Elliot, Allegra y Wilhem no te respondieron ninguna de ellas, fue mi pedido explicito, primero necesito que estés serena y que tu mente este abierta a lo que te diga o pregunte ¿lo harías?
Miré extrañada al tal Arthur pero asentí. Él me miro y sonrió amablemente, luego me indicó que lo siguiera, me giré a ver donde estaban los demás, pero el único que quedaba era Wilhem y estaba en una de las plataformas sentado y leyendo un libro, pero se notaba que también estaba pendiente de lo que habláramos nosotros... Seguí a Arthur y me indico que subiera a una de las plataformas siguiéndolo. Había muchísimos tomos de libros, pero todos forrados en cuero o con forrados antiguos, tomó uno que estaba forrado en cuero y tenia letras doradas que decían: "El Origen" y en la parte superior un "1", luego de el había otros dos libros que decían lo mismo pero con sus respectivos números siguientes.
Arthur abrió el libro y me mostro un árbol genealógico escrito en letras doradas, plateadas y negras. Había tan solo 4 nombres que se diferenciaban de los otros y tenían mas de un color en sus letras.
-Las letras doradas son ángeles, las letras plateadas demonios y las letras negras son humanos. Ya vuelvo, léelo y llámame cuando termines.- dicho esto Arthur se dirigió a el escritorio de madera que vi al entrar en la biblioteca.
Observé el árbol de esa familia de supuestos ángeles y demonios, recuerdo que de niña mi papá me decía que los ángeles y los demonios no son lo que la gente cree, que los demonios no son feos, que en realidad son inteligentes y muy astutos, y que los ángeles no son personitas con alas blancas que revolotean y tocan el arpa en las nubes, que en realidad son guerreros con flechas doradas, realmente hermosos pero letales así como los demonios. Los cuatro nombres que aun no entendía estaban escritos de formas diferentes, el primero que aparecía era “Zafiel” y la primera letra estaba escrita en dorado mientras las demás estaban escritas en color plateado. Los otros tres aparecían el uno al lado del otro, de los tres el primero decía “Axariel” escritas las dos primeras letras en dorado mientras que todas las demás aparecían en color plateado. El ultimo nombre que aparecía era lo contrario del anterior, las primeras dos letras en plateado y las demás en dorado, decía un nombre relativamente parecido “Azaziel”. Pero el mas sorprendente de los cuatro era el que se encontraba entre Axariel y Azaziel, “Astoreth” escrita las dos letras del medio en color negro, mientras que cada mitad del nombre se encontraba en un color, la primera de dorado y la otra en plateado. Llamé a Arthur y en cuestión de segundos llegó a mí. Wilhem me miró y me sonrió de lado, luego volvió a su lectura y yo me quedé observando a Arthur.
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1-Astoreth: El Imperio de los Mestizos®
FantasíaÉste es un mundo en el que creemos lo que vemos, en el cual nos sentimos seguros bajo una realidad. Pero todo es mentira, hay más que ver, más que aprender, y mucho más de lo que creemos. Twilia Scott descubre ésto cuando despierta en un extraño lug...