Once

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Era sumamente tierna la manera en la que Kaden cuidaba las espaldas de Yui y cuando creía que se retrasaba demasiado, le decía las palabras «Estoy detrás de usted», «No se preocupe, aquí estoy» para no apresurarla y hacerla sentir segura.

Akito avanzaba delante de ella. Los tres estaban escalando unas escaleras que Yui notó sorprendentemente extensas, pero no dijo nada al respecto, le preocupaba otra cosa.

-No me gustaría ser una desconsiderada, pero... ¿podría preguntar qué es lo que sucede? ¿Qué es eso de «Corruptos»?

Akito detuvo su andar y se volteó para mirarla con una expresión ausente, como si todo el camino hubiera estado divagando mentalmente. Cuando sus ojos se encontraron con los de ella, pareció reaccionar y la luz volvió a ellos, dándose cuenta de que no estaba solo.

-Oh, Riku lo dijo, ¿no? No pasa nada, de verdad -le sonrió de manera sincera.

Sin embargo, Yui no se sintió satisfecha. Se giró hacia Kaden, que se tensó al tener la atención de la muchacha.

-¿Qué son los Corruptos?

El pobre chico se mordió el labio y miró más allá de ella, hacia donde estaba Akito. Yui volteó para ver que Akito le devolvía la mirada también, de una manera profunda e intensa, como si se estuvieran comunicando algo con solo mirarse; luego, el pelirrojo la miró, se mordió el labio también y desvió la vista, girándose hacia adelante.

-Los Corruptos son como nosotros las Sombras, pero son más como espíritus alternos de personas con emociones sumamente negativas, que sienten tan intensamente que esas emociones traen a la vida a los Corruptos.

-Un ejemplo podría ser algo así como un alter ego malvado, una criatura que no tiene control sobre su mente o acciones, lo único que desea es satisfacer sus deseos de violencia y sangre -explicó Akito con voz un tanto más grave, realmente serio en cuanto a lo que decía.

A Yui le hubiera gustado ver su expresión en ese momento, pues el chico se movía apresuradamente, realmente tenso y preocupado.

-Algunos no desean sangre, aunque no he conocido muchos casos sobre ese tipo de Corruptos, pero al parecer ellos solamente tienen mucho odio en su interior, quieren destruir todo, principalmente cosas materiales -siguió diciendo Kaden, manteniendo una mano ligeramente alzada, cuidando las espaldas de Yui por si cualquier cosa llegaba a pararle-. A veces ignoran los seres vivientes, pero otras veces su odio los ciega tanto que atacan lo que sea, vivo o no.

La rubia permaneció en silencio mientras Akito los guiaba a través de pasillos y habitaciones. Miraba de un lado a otro de vez en cuando, como intentando recordar hacia donde estaba yendo, pero retomando el camino rápidamente; a Yui le impresionaba la manera en la que se notaba que estaba verdaderamente agobiado, pero que aun así se centraba para cumplir con la tarea que le habían encomendado.

-Por aquí. -Akito abrió la puerta de una habitación y se quedó a un lado, sosteniéndola y señalando a Yui y Kaden para que entraran.

Kaden hizo el amago de posicionar su mano sobre la cintura de la chica, pero no llegó a tocarla, solamente la guió dentro de la habitación y Yui no dudó en obedecer lo que le pedían.

La habitación parecía que no la usaban muy seguido, pues había algunos muebles cubiertos por una sábana blanca, además de que estaba totalmente a oscuras. Sin embargo, Yui fue capaz de distinguir una ventana justo enfrente de ella, notó árboles altos y el cielo, oscuro pero con el color azul nocturno que lo caracterizaba. Una luz repentina y tenue hizo que girara el rostro sobresaltada, pero inmediatamene se te tranquilizó al darse cuenta de que se trataba de Kaden encendiendo unas velas que ella no había sido capaz de ver por la oscuridad. El muchacho fue encendiendo algunas cuantas más hasta que la habitación tuvo una mejor iluminación.

Imperium [Diabolik Lovers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora