Imperium [Diabolik Lovers]

Quince

Como Kerman prometió, le proporcionó entrenamiento a Yui. En realidad, en un principio ella no estaba segura de que el hombre realmente fuera a hacerlo, pero cayó en cuenta de que sería una realidad cuando le pidió que la acompañara, y luego se vio de vuelta en la habitación donde había conocido a Kerman por primera vez. Benice, Carisa, Coralie y Ringel estaban ahí también y parecían haber discutido minutos antes de que ella apareciera.

—¿Entonces la vamos a acoger como una discípula? —preguntó Ringel dedicándole una mirada fugaz a la rubia.

—Efectivamente —respondió Kerman con tranquilidad, pasando por un lado de Benice y Carisa, que lo siguieron con la mirada atentamente ante sus indicaciones—. Será una nueva cazadora, como Sander e incluso Shawn, así que lo mejor será iniciar lo antes posible, ¿no?

—¿Cuál es la prisa? ¿No sería mejor que primero se acostumbre a ver la forma en que trabajamos? Es cierto que hace tiempo dejamos las lecciones, aunque fue por tu propio pedido, Kerman —musitó Coralie, con ese extraño entusiasmo inocente que a Yui seguía chocándole por el hecho de que Coralie tenía la cara de Cordelia, una mujer seductora e intimidante—. Yo sigo que podríamos hacer que todos volvieran a su entrenamiento básico, sirve que Kaden deja las excusas de estar ocupado y finalmente acepta que es parte de nosotros, no como un empleado, sino como un miembro más...

—También tendríamos que hacerle llegar la noticia a Shawn, siempre se la pasa viajando, y esto sería algo bueno también para que Rein obtenga más experiencia en cuanto a combates físicos, siempre duda de sí mismo y cree que solo es bueno para desarrollar sustancias que ayuden a la hora de las batallas... —intervino Carisa, dando también su propia opinión.

—Bueno, me gustaban estas "vacaciones" del trabajo, pero realmente no puedo quejarme, el deber es el deber, supongo, y tengo la oportunidad de poner en su lugar otra vez a Akito y los demás —suspiró Ringel, masajeándose el hombro.

Benice era la más callada, y por la expresión que tenía podía decirse que parecía que estaba pensando en algo para nada complaciente. Yui la observó cuando ella miró a Kerman y esperó unos momentos antes de hablar.

—¿El apresurarnos en entrenar a esta niña —señaló con un gesto a Yui, y fue raro cómo la manera en la que la llamó parecía un mote cariñoso y un insulto a la vez, Yui no supo cómo sentirse— tiene que ver con alguna visión, Kerman?

Todos se quedaron en silencio al escucharla, pues definitivamente no habían considerado esa idea. Se volvieron hacia el hombre, el cual miraba de vuelta a Benice. Luego suspiró.

—Si eso los moviliza, entonces sí, tiene todo que ver con eso.

Eso fue suficiente para que los demás no preguntaran demasiado y acogieran a Yui como una aprendiz más.

Al principio Yui verdaderamente entró en pánico. Carisa le prestó un poco más de su ropa mientras que Kaden se tomó el tiempo de tomar medidas de su cuerpo para, según dijo, hacerle más trajes cómodos que definitivamente necesitaría. El primer día de su entrenamiento se sintió intimidada de ver a casi todos presentes estaban preparados a su manera; no tenían la ropa casual que les había visto la primera vez, estaban vestidos con lo que parecían ser uniformes o algo así, parecía que tenían buena movilidad y eran cómodos.

Fue extraño ver a Lance con ropa más callejera y no tan formal a como lo había visto antes, incluso Rein tenía ropa que se veía más ruda aunque su expresión pasiva y amable le quitaba esa rudeza a su apariencia. Los que vio que no estaban presentes fueron Kaden, Yasper, Kal, Sander y Riku.

—Kaden no cree que merezca la pena que se le proporcione este tipo de entrenamiento —le explicó Akito inmediatamente en cuanto ella le cuestionó al respecto—. Yasper... él cree que no lo necesita porque él tiene un poder de gran rango, ya sabes, tiene gran control sobre la naturaleza, es un Elemental, por así decirlo, así que tiene gran ego en ese sentido...