Eren era especial, no hablaba más de lo necesario pero sus gestos llenaban aquellos espacios vacíos, sonreía todo el tiempo y le gustaba cantar. Reía en los momentos más serios y lloraba cuando estaba demasiado feliz.
Eren era especial y por eso Le...
Hoooola no voy a darles una explicación del porqué estoy actualizando tanto porque ni yo lo sé 🤦 ya llevo cerca de diez capítulos y salieron solitos uno atrás de otro 😂
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Levi se levantó temprano con su uniforme a medio vestir, su madre estaba esperándolo con el desayuno sobre la mesa. Cuando lo vio entrar en la cocina quedó observándolo con curiosidad.
—¿Por qué traes el uniforme?
—¿No es obvio?— preguntó mientras tomaba la taza y bebía un poco de café.
—No, es sábado, así que no lo entiendo.
Levi la miró sorprendido, sus ojos se abrieron y sus pómulos se marcaron de un rojizo intenso. Se levantó de inmediato mientras mascullaba por lo bajo, su madre no tardó en soltar una carcajada en cuanto volvió, con una camiseta blanca y unos vaqueros azules. Esta vez si pudo dedicarle todo su tiempo a la bebida caliente, sin embargo, no aceptó ninguna de las galletas que le ofrecía Kuchel.
—Lamento lo que ocurrió anoche— le dijo entonces su madre.
Levi tardó unos segundos en contestar, pero cuando llevó la taza para lavar, terminó por hablarle sin atreverse a mirarla.
—Yo lo lamento, no debí haber mencionado a papá.
—Está bien, él es tu padre después de todo—. Continuó la mujer —solo quiero que sepas, que estoy muy feliz de que estés aquí conmigo.
—Creo que le llevaré el muñeco a Eren ahora— Levi se giró sin mirar a su madre en ningún momento y caminó apresurado hacia la salida, después de haber tomado a Bonnie que había dejado cerca de la entrada —no te preocupes mamá, hagamos como que nada pasó.
Sin decir nada más, terminó por salir de su hogar con el corazón en la boca. Caminó hacia la casa de al lado y muy pronto se encontró a si mismo, después de haber golpeado cuatro veces con desesperación, esperando que le atendieran. La puerta se abrió segundos después, y Levi pudo ver a Carla que al parecer estaba a punto de salir.
—¡Oh Levi! Hola, buenos días— le dijo entusiasmada —estaba por salir, pero adelante.
—Lamento molestar, pero le he traído el muñeco a Eren.
—No molestas, pasa, pasa—. Comentó la mujer mientras se hacía a un lado y dejaba que Levi entrara a su hogar —Eren está en la cocina, puedes llevárselo.
—De acuerdo.
—Oh casi lo olvido... ¿Kuchel te mencionó algo del trabajo que necesitabas?
Levi la miró con curiosidad, negó varias veces con su cabeza y esperó a que continuara.
—¿Tienes algo que hacer ahora?— la mujer estaba tomando su bolso.
