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Maratón 2/3

Tuve problemas para publicar los caps, mil disculpas por la tardanza 😓

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No llamaste. Mucho, Eren...— suspiró y cerró sus ojos con fuerza antes de continuar —. Estuve esperando por mucho tiempo, no sabía nada, no sabía de tu vida... Eren, no, yo estaba muy preocupado y triste.

Levi carraspeó incómodo, mientras le daba el último sorbo a su vaso de jugo, sus dedos pasaron nerviosos sobre el cristal y luego terminó por decidirse en mirar al contrario con una mueca de disculpa.

¿Estuviste esperando los llamados?

No quería que le contestara afirmativamente, pero aunque no quisiera admitirlo Eren podría haber cambiado muchísimo físicamente y tal vez, su vocabulario era más extenso ahora. Pero había algo que aún lo seguía caracterizando, la inocencia que sus ojos portaban. No importaba si ya habían pasado ocho años en el que ninguno de los dos se había visto ni por casualidad, Eren aún tenía problemas para atarse una coleta, aún llevaba a Bonnie aunque esta vez fuera grabado en su piel, aún se volvía loco por el jugo de naranja, usaba el shampoo de frutillas y todavía, al estar nervioso, comenzaba con el juego de palabras que la mayoría de las veces ni él mismo entendía. Eren, no había cambiado nada, y posiblemente aquello le hizo sentir más culpable, porque todo aquello apuntaba que seguramente había estado esperando sus llamados.

Todo, todo el tiempo, esperé... esperé los viernes, nueve y media, como dijiste.

Levi lo miró sin sorpresa alguna, algo culpable, pero pronto unió sus manos sobre la mesa y le respondió.

Bueno, al principio no pude llamarte. Había tenido un accidente, te lo dije la última vez que te llamé— vio como Eren asentía y luego prosiguió —fue mucho para mí, tuve que hacerme varias cirugías de rodilla y bueno, tuve que proseguir con varios ejercicios. Además, mi padre, bueno, lo has visto. Kenny viajó para ayudarme con eso, fueron demasiadas cosas.

¿Y después?

Llamé.

Eren lo observó confundido y luego se exhasperó un poco.

No, Levi... no llamaste, porque Eren... esperé todos los días, hubiese hablado contigo, hubiese contestado siempre.

Lo sé— aquella afirmación solo hizo confundirlo más —Farlan respondió.

Levi suspiró y lanzó una pequeña sonrisa cargada de culpa.

Tal vez debí seguir llamando después de eso, pero no pude. Farlan... Farlan me dijo que estaba saliendo contigo y habían pasado más de seis meses ya.

Un gran silencio se instaló entre ellos y Eren preguntó bastante nervioso.

¿Farlan dijo que salíamos?

Lo hizo, y me dejó en claro que ya no quería que siguiera llamando.

Eren pasó una de sus manos bastante temblorosas sobre la mesa y terminó tomando las del más bajo.

Lo siento. Cuando peleamos... yo estaba confundido.

Levi asintió despacio y luego agregó divertido.

No tienes que disculparte, llevaba más de dos años lejos de aquí, era algo predecible, además no podías esperarme por siempre, fue algo muy egoísta de mi parte.

No, fue mi culpa— se apresuró a explicar el castaño —yo debería habértelo dicho, lo de Farlan. Pero fue muy malo de mi parte decirte que me había acostado con él. Sabía que llamabas porque extrañabas estar aquí y porque prometiste, me prometiste hacerlo. Estaba muy enfadado contigo porque no habías querido viajar, después entendí que fue por lo de Kuchel.

Levi inspiró hondo y frotó su pulgar sobre las manos del contrario, tratando de tranquilizarlo un poco.

Yo usé a Farlan, te oculté cosas y lo dije después de haberlo hecho. Era sabido que ibas a enojarte. Solo, no sé, creí que si llamabas podría disculparme, porque lo único que quería era volverte a oír contándome las cosas tontas que te ocurrían diariamente y que te rieras de las mías.
Lamento que Farlan haya dicho que estaba conmigo— hizo una pausa y luego lo miró con sus ojos brillantes —yo... lo intenté, quise verlo de otra manera, solo me di cuenta de que estaba con él porque hacía todo lo posible para rellenar aquellos espacios vacíos que habías dejado. Él se portó muy bien conmigo, salía, bebía, me hacía reír y me abrazaba por las noches— negó varias veces antes de terminar —pero me di cuenta de que al único que quería a mi lado era a ti. No importaba que tanto se esforzara a Farlan, porque quería oírte y verte reír, quería que fueran tus brazos los que me abrazaran por las noches, deseaba ver tus ojos y escuchar todas las tonterías y cursilerias que te gustaba decir en medio de algún momento serio. Yo, estaba esperando que volvieras para poder decírtelo personalmente, Levi, aún me gustas, no... creo que es mucho más que eso, creí que volver a verte tal vez me aclararía las cosas y ahora el boom es insoportable...

Levi le sonrió, y Eren se detuvo en seco, sí, eso era lo que tanto había extrañado.

¿El boom?— comentó divertido.

¿Es lo único que vas a decir? Me entiendes, el boom, no puedo explicarlo de otra... otra manera- contestó avergonzado.

Levi se puso de pie y cortó la distancia que los separaba inclinándose hacia el castaño.

Eren— el más alto lo miró confundido, Levi pudo apreciar sus mejillas sonrojadas y fue suficiente para lo que haría a continuación —¿Sabes cuanto tiempo he esperado que dijeras algo así?

¿Ocho años?

Levi sonrió y negó suavemente con su cabeza.

Antes que eso— acarició la mejilla del contrario antes de acortar la distancia que los separaba y sonreír —Después de esto, será imposible alejarme de ti.

Fue simple, pero explosivo, una sensación que se calaba en sus huesos. Aquellos labios suaves y dulces no habían cambiado, aquellos ojos cerrados que cuando se abrían exponían a todo su ser y el nerviosismo que traspasaba su piel.
Siempre le había pertenecido, algo que Eren jamás había podido ver, porque aún sin haberle hablado por tanto tiempo, el castaño siempre se había mantenido en sus pensamientos, en sus sueños, ese tacto que aún permanecía en su cuerpo. Él siempre le había pertenecido, y ya no tenía dudas sobre ello.

Dulce (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora