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Cuando cerró la puerta de entrada lo que recibió fue un lindo aroma de galletas que podría reconocer en un santiamén.
Caminó despacio hacia la cocina y lo primero que vio fue a Kenny y a su padre, su tío estaba dándole una especie de licuado de galletas y leche que a juzgar por los ojos de Michael que mostraban un brillo singular, le había gustado.

De espaldas, como si fuese un recuerdo casi cómico, se encontraba Eren sobando sus manos después de sacar tal vez, una segunda tanda de galletas del horno. No era él si no se quemaba en el proceso.

Hola bastardo. ¿Qué tal el primer día?

Eren se giró de inmediato cuando escuchó a Kenny hablarle a otra persona, y sus mejillas se colorearon al verlo. Levi sonrió cuando descubrió restos de migajas en la comisura de su boca y mejillas. Estaba hecho un desastre.

Estaba comentándole a Michael que podría ir esta noche, estaremos con unos viejos amigos en casa, ya sabes... Para despejarnos un poco.

Levi asintió distraído mientras se acercaba y le depositaba un beso en la frente a su padre, siguió su camino hacia la encimera y le sonrió con una travesura bastante inusual en él cuando robó una de las galletas.

¿Quieres ir papá?

Su padre respondió afirmativamente y Levi no tuvo más que aceptar su decisión, aunque se distrajo un poco cuando Eren pasó por su lado después de preparar otro poco de licuado y ofrecérselo a Michael gentilmente. Kenny se acercó a él y habló en voz baja para que ninguno de los otros dos pudiese oírlo.

Estaremos bien, a Michael le hará bien y a ti también.

¿A mí?

Kenny elevó una de sus cejas y lo observó bastante divertido.

Por supuesto, dime cuando fue la última vez que hiciste algo para ti mismo— al recibir solo silencio desde el otro lado volvió a insistir —eres joven, puedo ayudarte. Además, sé que aún hay cosas que quieres hablar con ese niño— señaló con la cabeza hacia Eren que se encontraba dándole un poco de licuado a su padre —merece un poco de tu atención ¿no crees?

Levi giró su rostro para que su tío no pudiese ver que sus pálidas mejillas habían tomado un cálido tono rojizo, sin embargo no fue demasiado rápido, ya que pronto escuchó el comentario de Kenny.

Así quiero verte, anda diviertanse hoy, yo estaré con tu padre.

Realmente intentó verse despreocupado al momento en que Eren le indicaba su nueva dirección, y también cuando lo hizo pasar a su departamento esa noche. Ordenado, limpio, nuevo.

Eren llevaba puesto un delantal azul marino sobre una camisa blanca que estaba arremangada hasta sus codos y un vaquero negro pegado a sus muslos. Se había atado lo más prolijamente posible el cabello en una media cola, intentando y fallando con sus mechones delanteros. Sin embargo, no le tomó tanta importancia como en años anteriores, lucia más despreocupado, más tranquilo.

Ponte cómodo Levi, enseguida te atiendo.

Levi se sentó en un pequeño sillón que tenía en la sala y observó a Eren en el momento exacto en el que desaparecía en su pequeña cocina. Miró sus manos, de nuevo aquellos nervios molestos lo atormentaban, había creído que sería sencillo, pero no, parecía un maldito adolescente.
Fue casi devastador, Eren sonriendo y sirviendo la comida, ofreciendo vino, y esperando por una buena observación ante sus atenciones. Lo cual logró casi al primer bocado que Levi dio.

Fue idea de Kenny ¿verdad?

Levi lo miró un poco sorprendido, y llevó la copa de vino hacia sus labios.

¿Qué cosa?

Esto. Lo siento, tal vez estoy siendo molesto.

¿Por qué lo dices?— preguntó con suavidad.

Por esto, estoy casi todos los días yendo a tu casa sin tu permiso a ver a tu padre y... y... nosotros no aclaramos nada. Estoy continuamente molestando en tus tiempos libres y ahora Kenny te obliga a que estés conmigo porque soy demasiado molesto.

Levi dejó la copa sobre la mesa y lo observó por largos minutos, Eren se removió incómodo en su lugar y esperó paciente por una respuesta.

No me molesta, creí que había quedado claro después de nuestra última conversación.

Eren lo miró un poco avergonzado y rápidamente se atrevió a explicarse.

Eren no entiende a veces, tienen... Hay que ser directos, porque Eren no entiende si no lo dicen correctamente.

Levi sonrió y lo miró divertido.

Creí que querías salir conmigo— dijo mientras hacía un gesto vago con sus manos, Eren lo miró sorprendido y se atrevió a sonreír —Estás hablando en tercera persona.

El castaño se levantó despacio de su asiento y se acercó mucho más animado de lo que había mostrado al comienzo de la velada.

¿Saliendo como novios?

Nunca terminamos a decir verdad. Así que... nos engañamos mutuamente, somos unos malditos infieles.

Eren pareció horrorizado ante la idea y se apresuró a juntar sus manos con miedo del que más bajo terminara alejándose de él.

Fui mal novio, lo siento, seré bueno.

Levi comenzó a reírse a carcajadas y Eren lo observó como si estuviese realmente loco, después de unos minutos en los que logró calmarse, dio un pequeño empuje que obligó al más alto terminar sentado en su regazo.

Creo que ninguno se explicó correctamente en su momento, lo siento por eso. Pero la verdad es que me gustaría intentarlo de nuevo.

Eren asintió despacio, una de sus manos jugaron con el cabello del contrario y entonces como si fuese un terrible secreto, comentó.

Ahora que somos novios de nuevo. ¿Tendremos sexo verdad?

Levi pareció sorprendido solo por un instante, luego le sonrió como años atrás y volvió a decir las mismas líneas como si el ambiente no hubiese cambiado en todo ese tiempo.

Claro, entonces cuando alguien nos encuentre le diré...

Eren volvió a cubrir sus labios y totalmente sonrojado agregó.

Es vergonzoso cuando lo dices tú.

Entonces ¿Qué estás esperando para besarme?

El más alto lo observó con curiosidad al momento en que le dedicaba una pequeña sonrisa antes de rozar sus labios y unirlos en un casi efímero beso que se intensificó con el correr de los minutos.
Dulce, Eren seguía siendo extremadamente dulce.

Dulce (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora