7🍹

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"Ven Levi, puedes traer al niño que cuidas. Estaremos todos en la piscina, te esperamos".

Levi miró por tercera vez el mensaje que le envió Armin. Ya había pasado una semana en la que estaba trabajando y mucho, no había hecho en sus horas libres.
Carla se enteró que había salido con Eren en busca de un helado y lamentablemente recibió una reprimenda por ello. Les había prohibido salir, la mujer al parecer temía demasiado lo que pudiese ocurrir en las calles sin que ella estuviese presente. Era ridículo, sin embargo, se decidió por hacer lo que le había ordenado.

Eren esos días había mirado películas, leyó sus cuentos, escuchó su música y jugó con su perro. A su pedido hizo galletas como las que se llevó una vez, aunque Carla tampoco quería que cocinara sin ella cerca.

—Oye Eren.

Ambos estaban desparramados sobre el sillón de la sala, hacía demasiado calor y el pobre ventilador que tenían disponible apenas lograba darles un poco de aire.

—¿Tienes bañador?

—Sí, Eren tiene.

Levi tecleó una rápida respuesta a Armin y luego volvió a posar sus ojos sobre el otro muchacho.

—Bien, búscalo. Vamos a salir.

—¿Salir?— Eren se levantó de inmediato, completamente ansioso mientras mostraba una enorme sonrisa —¿Afuera?

—Sí, Eren, afuera—. Lo miró un poco divertido y agregó —salvo que quieras salir adentro y ahí ya tendríamos problemas con tu lógica.

Eren no entendió lo que Levi le había querido decir, sin embargo ya se sentía demasiado aburrido de estar todo el día dentro de la casa, aunque le agradara que su nuevo amigo estuviese allí con él. Salió en busca de su bañador casi inmediatamente, eso significaba que habría agua y el agua le gustaba.

Levi lo siguió de cerca y observó como el muchacho buscaba entre sus cajones, sacando dos bañadores, uno rojo y uno azul. Le extendió uno al más bajo y lo miró con insistencia.

—Levi no tiene bañador.

—De acuerdo, gracias—. El azabache había pensado en ir hasta su casa a buscar el suyo, pero ahora que lo pensaba, posiblemente su madre podía comentarlo con Carla —veré si me queda.

Levi se probó el bañador azul en el baño, le quedaba bien, aunque un poco más largo de lo que esperaba pero no era algo demasiado importante. Cuando Eren ocupó su lugar para colocarse su propio bañador, buscó por toda la casa hasta dar con un protector solar y unos toallones de dibujos de pandas y las guardó en una mochila roja. Eren lo quiso así.

Cuando cerraron la puerta con llave, Eren recordó que debía caminar al lado del más bajo sin tomar su mano, excepto cuando debían cruzar la calle. Terminaron deteniéndose en una esquina junto a varias personas, pero después de unos cuantos minutos, el castaño comenzó a mirar con insistencia al azabache.

—¿Levi aquí? No hay agua.

—¡Oh no! Tomaremos un bus, descuida pagaré tu boleto.

Eren no le comentó que jamás había subido a uno, pero los había visto en diferentes películas, así que terminó por sonreír hasta que llegó.
Casi cae cuando el bus arrancó, aún no había podido avanzar demasiado, y acabó agarrándose de uno de los asientos con el corazón desbocado y riéndose a carcajadas. Levi después de pagar los boletos, lo guió hasta uno de los asientos vacíos y quedó de pie a su lado ya que iba bastante lleno.

Cuando llegaron, el más bajo le hizo bajar con cuidado y después de caminar dos calles más, llegaron a su destino.
Después de golpear y esperar unos minutos, la puerta fue abierta por Armin, quien saludó amigablemente a Levi y observó al castaño con curiosidad.

Dulce (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora