—¿Qué es esto?
Jean caminó a su lado y observó lo mismo que él, con un suspiro prolongado terminó colocando una de sus manos en su hombro y apretando gentilmente la zona.
—Eso, es el resultado de sus pensamientos impuros, mis queridos cerditos.
—No me digas así— pidió con poca gentileza el más bajo —¿Dónde encontraste eso?
—Entre sus cosas— contestó con simpleza —Eren quería vestirse como Bonnie, no pudimos alquilar un traje así que simplemente busqué lo que tenían y encontré esa maravilla.
Levi volvió a observar a su novio, Eren no se veía mal, no. Porque ese traje parecía haber sido hecho especialmente para él, un traje completo de encaje rosa con un pequeño pompon en la parte trasera, se le podían ver sus largas y morenas piernas, además de su precioso trasero, claro que era un disfraz bonito, pero no para la ocasión. Sobre su largo cabello llevaba unas grandes orejas de felpa del mismo color y entre sus manos ya tenía preparada una pequeña canasta con forma de calabaza.
—¿Eren puede irse ya?
Levi lo observó mientras negaba firmemente y volvió a fruncir su ceño ante la idea de que los niños del vecindario pudiesen ver a su pareja vestido así.
—Ya te dije que son los niños los que salen a buscar dulces.
—Eren quiere ir, la señora Ymir y mamá dijeron dulces.
—No me interesa lo que haya dicho tu madre o la señora Ymir. Y habla bien, no te pongas nervioso— continuó bastante molesto mientras oía las carcajadas de Jean a sus espaldas —Tampoco saldrás vestido así.
Un silencio pesado se instaló en la sala mientras que Eren apretaba con fuerza su canasta a punto de lanzarse a llorar.
—Déjalo ir— intervino Jean mientras se acercaba a la puerta de entrada —dejé unos boletos para el parque de los muertos, habrá solo adultos allí y Eren podrá vestirse como desee. Por cierto recuerda que se lo prometiste después de no comprar el árbol de Navidad.
—¿De qué lado estás?
—De Eren, por supuesto. Nos vemos y diviertanse.
Cuando quedaron a solas, Levi volvió a observar a su novio, quien esta vez estaba con su mejor carita de perro mojado. Si años anteriores le hubiesen dicho que el joven podía ser realmente controlador no lo hubiese creído, pero después de unos minutos en los que se quedaron en silencio, decidió que al menos le debía una pequeña salida.
—Iremos a buscar dulces y luego iremos a usar esos boletos— Eren sonrió y cuando estuvo a punto de correr hacia la puerta Levi lo detuvo —Así no.
—Levi, no veo bien.
El más bajo sostuvo con fuerza la mano contraria mientras sentía que la vergüenza lo consumía al verse observado por las diferentes madres que llevaban a sus hijos en la búsqueda de dulces. Eren por su parte caminaba torpemente tratando de que sus ojos pudiesen ver algo a través de los dos círculos recortados de la sábana blanca que su novio le había puesto encima. Levi le había dicho que se veía fabuloso como fantasma, pero lamentablemente se sentía bastante torpe utilizando aquel disfraz.
Había pasado días pensando en lo que haría aquella noche y en cómo encontrar el disfraz perfecto. Eren sabía demasiado bien que ya estaba grande para aquellas cosas pero ante la falta de atención recibida y las múltiples quejas que últimamente Levi estaba dando solo quería pasar un momento divertido y feliz con él.
Sabía que a Levi le gustaban los dulces ¿Entonces por qué no salir a recogerlos?
Le gustaba cuando se ponía disfraces con poca tela ¿Por qué no usar uno esa noche?
También le gustaban las películas de casas embrujadas y entonces ¿Por qué no pedirle a Jean que le consiguiera los boletos para estar en una?
Sin embargo, cuando llegaron a la fila y se instalaron detrás de unos cuantos niños delante de la casa de la señora Ymir, Levi no parecía feliz.
ESTÁS LEYENDO
Dulce (Riren)
FanfictionEren era especial, no hablaba más de lo necesario pero sus gestos llenaban aquellos espacios vacíos, sonreía todo el tiempo y le gustaba cantar. Reía en los momentos más serios y lloraba cuando estaba demasiado feliz. Eren era especial y por eso Le...