Mi Amigo Tourette | Jikookmin

XVII

Yensar que faltan bien poquitos capítulos para que ésta historia acabe :')

•••

Hace aproximadamente una media hora que Yoon estaba mirando el mismo ejercicio de cálculo. Su cabello estaba desordenadamente atado en una coleta alta que hacía más visibles sus rosadas mejillas.

Tomó el papel, arrugándolo y enseguida lo aventó lejos maldiciendo, pero luego de segundos se levantó corriendo para ir tras el y seguir intentándolo, mientras que Jimin la observaba divertido.

— Yoon.— la mencionada le miró con un puchero.— Tus signos están mal.

Miró a su papel, mordiendo el borrador del lápiz mientras analizaba todo a paso de tortuga, dándole una mirada discreta a Jimin antes de corregir.

— Sí, bueno, ya lo había visto.

Park rodó los ojos en expresión divertida, cerrando su libro y yendo a atender la puerta donde Jungkook entró en cuanto la puerta abrió.

— ¡Traje comida!

Anunció ganándose un apretón de mejillas por parte de Yoon antes de que revisara lo que venía dentro de las bolsas plásticas.

— Cálculo también ¿Cierto?— el castaño asintió preparando sus cosas sobre el comedor.

— La misma receta de siempre.— dijo divertido aguardando a que Jimin se sentase a su lado.

— Veamos...

— Bien mamá, ahora voy. Sí, ya escuché. Entiendo, ya voy.— respondía con poco interés a la llamada.

— Me voy, Jungkook tomaré ésto.— le mostró una sopa instantánea avanzando a la salida y retrocediendo para tomar una golosina más.— Y ésto. Gracias Jimin.

— Cuando quieras, Yoonie.

Tomó el par de hojas que Jungkook trajo con sigo y se dispuso a leer el ejercicio que a su parecer no era más que tedioso.

Se encargó de explicar un par de cosas antes de proceder a realizar junto con él el primero, escribiendo ágilmente las cifras.

Cuándo en un abrir y cerrar de ojos estuvo listo, miró a Jungkook, quién tenía una expresión concentrada, asintiendo y dándole el lápiz y las hojas.

— ¿Es todo?

— Es todo, resuelve los demás.— Jeon le miró con un puchero, siguiéndole con la mirada.— Tu puedes.— revolvió su cabello yendo a la cocina y tomando dos envases de ramen para prepararlos.

[...]

La tarde noche había llegado, Jimin terminaba con sus pendientes y Jungkook seguía con los ejercicios de cálculo a medias... Y muy probablemente mal hechos.

El peli azul se estiró en su lugar, mirando la piel blanquecina de su abdomen en el espejo, los moretones de ahí eran considerablemente menos notorios a como lo eran semanas antes.

Se encaminó por el pasillo para ir de nuevo a donde el castaño estaba "haciendo tarea" solo para encontrarlo con el rostro recostado sobre sus hojas. Sus hombros subiendo y bajando con lentitud le aseguraban que estaba dormido.

Pensó en despertarle, que incluso había llevado sus manos a la cintura acelerando el paso para estar a su altura. Pero ahogó su voz justo cuando estaba a nada de hablar.

Su rostro estaba relajado, su cabello ya más largo estaba peinado hacia atrás, dejando ver en plenitud sus ojos cerrados y su celo fruncido. Sonrió cuando su mirada cayó en cuenta en sus labios entreabiertos, con un rastro de saliva en la comisura.