Cap 84

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-No hay de que chicas- contestó él sonriendo, en el camino al estudio ya todas se habían presentado pero a Hugo no le iba a ser tan fácil reconocer a las 15, pero de a poco lo iba a hacer.

-Oye Hugo... ¿cuántos años tienes? - preguntó Paloma.

-Tengo 22- contestó el chico.

-¿Eres de la ciudad de México? - volvió a preguntar Paloma.

-Si ¿y tu? ¿Eres de acá?- preguntó Hugo mirando a paloma.

-Sip, todas somos de la cuidad- contestó ella sonriendo.

Las chicas se miraron entre sí y sonrieron, al parecer todas habían notado lo mismo.

-Bueno... A seguir trabajando- interrumpió Jaz

-Si, claro- Nayi tomó del brazo a Paloma y se la llevó de ahí, el resto fue detrás de ellas.

-¿Qué fue eso? - le preguntó Dany a paloma.

-¿Qué fue que? - respondió Paloma haciéndose La desentendida.

-Esas miraditas con Hugo- respondió Ren riendo.

-No lleva ni un día con nosotras y ya empieza a traer problemas - se quejó Jaz.

-No son problemas, todo se lo están inventando, no hubo miradas- habló Paloma riendo.

-Claro que hubo miradas, todas nos dimos cuenta - dijo Alo.

-Bueno, ya, vámonos que hay trabajo por hacer- repitió Jaz tratando que las chicas se fueran a seguir ensayando.

Después de un par de horas de ensayo llegó ruggero como había prometido.

-Al fin tengo el alta, ahora si a trabajar- dijo el italiano sonriendo cuando vio a sus chicas trabajando.

-Bien, pues a darle, el trabajo está pesado- dijo Sharon riendo.

-¿Como empezamos? - preguntó ruggero uniéndose al ensayo.

Horas después ya habían pasado los 3 primeros bailes, ruggero tenía partes más fáciles que los bailarines pues cuando se acercara a saludar al público no tendría que bailar.

-Uff... Ya hacía falta trabajar así- sonrió ruggero mientras descansaban unos minutos.

-La verdad es increíble... Jamás pensé que montar los bailes fuera tan increíble - habló Nancy sonriendo.

-Y bueno... Cuando lo haces por tu ídolo es aún más increíble - dijo Diana sonrojandose, a pesar de que ya llevaban un par de meses viviendo con él seguían teniendo esos nervios de ver y convivir con su ídolo.

-Gracias chicas, en verdad - ruggero sonrió- Es increíble todo lo que hicieron y hacen por mi.

-Lo hacemos con gusto- hablo Guada sonriendo.

-¿Y como ven a Hugo? - preguntó ruggero.

Las chicas automáticamente se rieron.

-¿Eso que significa? - volvió a preguntar el italiano.

-Nada, es que es muy diferente a Luis- respondió Ann.

-Demasiado - dijo Nayi riendo- Pero cae bien, es buena onda.

-¿Se sienten cómodas con él? - preguntó el italiano de nuevo.

-Claro, además no hemos convivido tanto con él- Ren alzó los hombros.

-Es simpático- dijo Paloma esperando que las demás no hicieran algún comentario.

El resto solo sonrió volteando a ver a paloma.

-Bien, pues es hora de seguir- dijo Jaz regresando a todos a trabajar como siempre.

Horas después era tiempo de regresar a casa.

-Bien, yo los alcanzo en casa un un rato, voy a recoger a Karol a una entrevista y las veo en la casa, portende bien y no le den muchos problemas a Hugo- dijo el Italiano despidiéndose de las chicas.

-Nos portaremos bien, no te preocupes - habló Dany.

El italiano les sonrió y se subió al taxi que había pedido, no traía su auto pues se había ido al hospital aún con la rodilla lastimada, se despidió de las chicas con la mano y se fue.

-Vamos chicas, pasemos por a la tienda y vayamos a casa- dijo Hugo acercándose al grupo de adolescentes.

-Perfecto, vayamos- dijo Xime sonriendo.

Todas empezaron a subir al auto, en la parte trasera como de costumbre, dejando el asiento del copiloto solo, nadie se iba ahí porque preferían ir platicando todas.

-Ya no cabes, la camioneta es más pequeña que la de Luis, es mejor que vayas adelante - le dijo Nik a Paloma sonriendo.

-Pero... - iba a hablar paloma cuando Ann cerró la puerta. No le quedó más opción que irse adelante con Hugo.

Hugo arrancó y puso música.

-¿A que vamos al supermercado? - preguntó Jaz, no le gustaba que algo saliera de lo normal o de lo que permitía ruggero.

-Vamos por algo para comer, algún refresco, no lo se, algo para pasar el rato cuando estemos en la casa- contestó Hugo.

-¡Doritos! Por favor compremos una bolsa de Doritos- dijo Paloma riendo.

-Claro que si, son lo mejor que hay- le contestó Hugo riendo.

-Creo que podría comerlos todo el día, son mis papas favoritas- comentó ella.

-A mi también me encantan, también podría decir que son mis favoritas- le contesto Hugo mirándola de reojo y sonriendo.

Cuando llegaron al supermercado, Nayi, Ren y Diana tomaron un carrito. Las chicas entraron jugando al supermercado, realmente estaban aburridas de solo trabajar, no se quejaban pues era para Ruggero, pero de todas formas necesitaban salir a divertirse y con Luis lo solían divertirse mucho.

De pronto se habían dividido y ya no estaban todos juntos. Poco a poco las chicas se habían ido a distintos pasillos y la única que se había quedado con Hugo había sido Paloma, venían platicando muy tranquilos y no se habían dado cuenta de que se habían separado.
En un momento Hugo volteo esperando ver a las demás chicas y se dio cuenta de que las había perdido.

-Mierda- se quejo Hugo riendo.

-No te preocupes, yo les hablo por teléfono y ahorita nos encontramos en algún lado- respondió paloma y sacó su celular, primero le marcó a Dany.

-¿Bueno? - preguntó Dany al teléfono.

-¿Dónde estas? - contestó paloma riendo.

-Estoy con Sharon, Nancy y Nik en donde están las galletas- respondió la chica al teléfono.

-Bien, ahorita nos vemos en las cajas, nos vemos en la 5- paloma colgó y siguió buscando a las demás.

Nayi, Ren y Diana estaban secándose fotos en el supermercado, Guada, Ann, Xime y Andy estaban buscando pruebas gratis por todo el lugar.
Y Alo, Jaz y Divina estaban buscando al grupo, bueno, Jaz estaba buscando al grupo, Divina y Alo intentaban bajar un osos de peluche pero terminaron tirándolos todos.

De regreso a casa las chicas y Hugo iban cantando, realmente se habían llevado bien con su nuevo "niñero" era mucho más relajado que Luis y a las chicas les agradaba poder comportarse como las adolescentes que eran.

Cuando llegaron ruggero estaba sentado en la sala marcando por teléfono, en el rostro de le veía la preocupación que tenía. En cuanto las vio entrar por la puerta colgó el teléfono.

-¿Donde estaban? Me tenían muy preocupado- el italiano volteó a mirar a Hugo- ¿A donde las llevaste? Solo tenías que traerlas a la casa

Las esclavas de Pasquarelli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora