Últimamente, era costumbre que aquella migraña me despertara, deshaciéndose de todo deseo o, más bien, creencia y anhelo de haber muerto. Deseaba morir.
No tenía idea alguna de dónde estaba, y ya comenzaba a olvidar cuál era mi nombre, cuál era mi propósito en aquel lugar. Taehyung se había dado la tarea de mantenerme sedado con una droga que desconocía en su totalidad, y la verdad era que sentía mi cuerpo llegar al punto máximo de una sobredosis aunque, lamentablemente, aquello nunca sucedió. Seguía vivo junto aquella angustia en mi pecho, que me hacía desear y hasta sentirme excitado por la mera idea de morir de una vez por todas.
A pesar de las fuertes dósis que Taehyung me administraba, no era suficiente para hacerme perder la razón, o al menos no del todo. La única información valiosa que mi cerebro a duras penas trataba de guardar y mantenerme presente, era que Taehyung y Jungkook habían hallado la manera de viajar ilegalmente dentro un avión con destino a Rusia, y de allí no sabía más nada. Todo el viaje me habían mantenido con una venda en los ojos y, como ya lo había mencionado, completamente sedado. Estaba más que jodido, y la idea ya ni siquiera me molestaba porque sabía que de un momento a otro, mi muerte llegaría, ya fuera por los sedantes o por las torturas que tenían en mente para mi.
Y, claro, una tortura no sonaba tan mal para mi, pero siendo el pánico el que se impregnaba con insistencia en mi cuerpo, tenía miedo de lo previo a una muerte que, en mis pensamientos, ya no era digna.
Estaba en el clímax de volverme loco, porque una vez que había recuperado la consciencia, la paranoia se apoderó de mi y de todos mis sentidos. Los tobillos y las muñecas los tenía atados, y una venda de un tono rojizo, supuse, me prohibía ver la mayoría de cosas que sucedían a mi al rededor, y sentía alguna clase de collar presionandome el cuello. Estaba acuclillado en un piso húmedo al igual que mi anatomía y la verdad es que no dudaba que estuviera desnudo, pues todo se sentía tan sensible al tacto, hasta mis rodillas haciendo roces constantes con aquel suelo.
Los efectos de los sedantes se habían ido, pero no sabía con exactitud si me sentía mareado debido a que estaba vendado, o por las luces que me rodeaban en un cuarto terriblemente oscuro, como si aquellas fueran velas tanto en la pared como al rededor de mi estando sin poder alguno en el piso. Estaba seguro que aquella era la manera más humillante en la que alguna vez podría haber estado y, por desgracia, no era una cuestión sexual.
Apenas escuché el sonido de la puerta siendo abierta, me temblaron las manos y las piernas, pese que estaba sentado sobre ellas. Algunos murmullos que no pude escuchar con claridad también danzaron a mi al rededor y, finalmente, dos figuras anatómicas se posaron frente a mi, obligándome a alzar el mentón hacia ellos en la búsqueda de reconocerles, pero con la venda puesta, era casi imposible observar a detalle. Los labios comenzaban a temblarme de nervios y temor pero, sorpresivamente, nada me sucedió. La venda seguía en su lugar, y los muy pequeños espasmos de miedo eran lo único que conmocionaba mi cuerpo.
Silencio y más silencio, hasta que un sonido algo acuoso invadió mis oídos. Cada vez se hacía más presente, hasta que algunos chasquidos fueron complementandolo junto a ambas figuras unidas, así dándome cuenta que aquello se trataba de un beso descarado y promiscuo. Por primera vez en la vida, me sentí incómodo y, de alguna manera, sucio, pese a que no lo estaba presenciando a detalle del todo.
Se movieron, y supe que ahora se encontraban más cerca de mi. Ambos desprendían un aroma potente a alcohol, y a vino. Un vino tan amargo como los labios de Taehyung, y aquél aroma aún seguía en mi cuello después de que hubieran recorrido este con sutileza.Como lo había pensado, aquello que presionaba mi cuello, era un collar, collar que fue halado por el mismo Jungkook, pues aquel gruñido no sonaba nada como los de Taehyung, aunque eran similares. Haló de él, provocando que gateara con trabajo sobre el piso, y en aquel momento, soltó la cadena, dejándola caer, antes de meter su pulgar dentro de mi boca, no sin antes acariciar mis labios con algo de rudeza.
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SINNERS ━ taekookgi
Fanfiction❝Quería probar el verdadero pecado, y mis labios rozaron los suyos para embriagarme en un sinfín de lujuria y fuego incesante❞. @desolxtion 09/04/19. No copias ni adaptaciones.