La casa de Michael es grande, no, grande se queda poco a lo que en realidad es.
Hay mucha gente de la cual no conozco la mayoría, saludo uno que otro con cara conocida, y nunca faltan esos tipos que te piropean que dan miedo. De esos que te hablan como calladito, ¿a que juegan? .
Estoy satisfecha con lo que tengo puesto, me hace ver femenina y muy linda. Llevo un vestido ajustado negro, que deja mis hombros al aire, tiene mangas largas que me llegan hasta las muñecas, pero éstas comienzan 5 dedos más abajo de mis hombros y va a la par de mis senos, y claro no pueden faltar mis botines negros con tacón mediano, los amo, combina con todo. Decidí soltarme el cabello el cual es liso pero en la parte de las puntas lo tengo ondulado por una extraña razón pero me gusta. No es por presumir de mi misma pero tengo un buen cuerpo, del cual no me quejo, tengo más trasero que senos y unas caderas muy bonitas.
Kelly y yo llamamos la atención sin querer, ella lleva un vestido parecido al mío pero el de ella es blanco, cuello V, con escote en la espalda y con mangas cortas que no pasan de los hombros, con unos tacones bajos de igual color.
Nos adentramos a la fiesta y nos conseguimos con un Michael alegre.
—¡Chicas! Gracias por venir, están muy hermosas—nos grita Michael, la música está un poco alta.
—Teníamos que venir, sabes que no nos perdemos tus fiestas, son épicas—le dice Kelly—Ah, y feliz cumpleaños—le da un abrazo cálido el cual el corresponde.
—¡Felices 18!—le grito con una enorme sonrisa y luego lo abrazo, y el se ríe por mi manera de felicitarlo. El siempre me ha parecido un gran amigo, claro no somos tan cercanos pero cuando nos unimos somos un desastre total.
—Muchas gracias, nenas, ¿van a beber algo?—nos pregunta con su vaso rojo en la mano.
—¿Que hay de beber?—le pregunta Kelly.
—Que pregunta la tuya. Cariño, allá—le señala Mike a nuestra izquierda—hay un mini bar que puedes pedir lo que quieras—.
—Eres el mejor—le dice mi mejor amiga a el.
—Lo se, ya me lo han dicho. Disfruten de la fiesta—nos guiña un ojo y yo le sonrío.
Caminamos hacia el mini bar, y ahí se encuentra un chico muy lindo por cierto, preparando tragos.
—Buenas noches, ¿que les sirvo señoritas?—nos pregunta.
—Queremos dos Vodkas, por favor—le digo y Kelly a mi lado asiente. Si vamos a beber tenemos que empezar con algo básico. El chico aparece con dos copas de Vodka con un limón rebanado de forma de adorno. Las dos agradecemos y brindamos por nosotras. El celular de Kelly suena y ella contesta.
—¿Donde estás?... Estoy aquí, en el mini bar... ¿Donde?... Ah, si ya te vi—ella sube la mano y la agita de manera de que la vean, y debo suponer que es su novio.
Si. Es Jack.
—Hola bebé—dice ella y le da un abrazo con un beso.
—Estas muy linda, bebé—le dice el y ella se ruboriza.
Agh.
Y así sin más ellos se desaparecen. Que maravilla. Decidí que eso no va a afectar mi noche, seguí bebiendo mi Vodka. De fondo se escucha 11pm de Maluma y yo la canto, me encanta. En especial, el cantante.
Pido otro vodka y sigo cantando mientras veo a mi alrededor.
—Ya me preguntaba dónde estabas—dice mi hermano acercándose a mi junto con el resto del grupo menos uno.
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·•BICOLOR•· ✓
Teen FictionEl collar de Stella Bianchi fue robado; nadie vio, nadie escuchó, nadie supo quién fue a excepción de su hija, Gianna. Lo único que Gianna logró ver del ladrón fueron sus ojos bicolor, y no muchas personas tienen los ojos así. Portada hecha por @S...