Capítulo 28.

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GIANNA.

Me despierto y lo único que veo es el techo. El techo, blanco y vacío.

Tocan a mi puerta.

—Anna...—dice mi hermano al otro lado de la puerta.

—Pasa—logro decir y el sin pensarlo entra en mi habitación, cerrando la puerta tras el, y luego se acerca a mi. Sigo acostada, y se sienta en un borde a mi lado. Fija su mirada en mí buscando respuesta del por qué estoy así, pero me limito a quedarme callada.

En su reloj puedo notar que son las 11:57am. Mierda, ¿tanto dormí? . Lo más raro, es que aún así mi madre no me levanto para ir al instituto, supongo que Liam se encargó de ello.

—Vengo del instituto—empieza a hablar—Kelly no sabe nada de tu estado, tampoco quise decirle para no preocuparla... Y como no vi a Aaron en el instituto, decidí pasar por su casa a ver cómo estaba... Gianna, ¿Puedes contarme qué sucede?—dice haciendo que me tense. Y volteo para verlo, sus ojos están fijos en los míos.

Y así sin más, lágrimas inundaron mis ojos, y me abalanzo contra su pecho, el me abraza, y me acaricia el cabello. No sé cuánto tiempo paso, pero luego de calmarme me armé de valor y decido contarle.

—Supongo que sacaste tus propias conclusiones, y al parecer acertaste. Sí, Aaron y yo éramos novios—digo finalmente.

—Gianna, te estuve cuidando desde pequeña, para que no te acercaras a el, porque yo lo conozco, y se que tipo de hombre es el. ¿Por que?—me pregunta.

—Todo se dió fácilmente, nadie forzó nada. Fue un lindo y pequeño romance que surgió, y nadie lo impidió—digo sin más.

—Y te hizo daño. Mírate nada más como estás. A esto le tenía miedo—dice y me toma de las manos.

—Fui una estúpida. ¡Debí de acusarlo cuando hizo el robo del collar de mamá!—digo y me doy cuenta que lo dije en voz alta.

—¿Qué? ¿Fue el y tú lo sabías todo este tiempo?—dice molesto.

—Si, lo supe desde el primer momento. Pero escúchame... Cuando lo vi, no sabía qué hacer, no sabía si ir a fiscalía, no sabía si quedarme callada. No quise decirte porque pues es tu mejor amigo desde pequeño, y eso arruinaría su amistad, a mamá y papá tampoco les quise decir porque estarían decepcionados, así que decidí quedarme con ese secreto yo sola. A medida que pasaban los días, el estuvo más cercano a mi, me decía que por favor no revelara su crimen, y que luego me explicaba. Lo cual si hizo, su padre se endeudo y ahora Aaron está pagando por ello, por esa razón el tuvo que robar el collar—digo desahogando mi carga.

—Mierda—dice sorprendido—Un momento—dice pero su rostro ahora es de rabia—Dime que no te enamoro para que no lo acusaras—Liam se queda esperando una respuesta, pero mi rostro refleja la respuesta—¡Ese hijo de puta!—se levanta de la cama y se dirige a la puerta.

—Liam. ¡Liam!—corro detrás de él, pero ya me lleva una ventaja. Lanzó la puerta de la entrada, haciendo un estruendo, se escucha como el motor del carro enciende y se va.

No tengo apetito, por lo tanto paso de largo hacia mi habitación, mis padres no están, lo cual no me parece extraño. Me encierro de nuevo en mi habitación, siento como algo golpea mi pecho, y luego recuerdo que tengo el collar de la A. Lo cual no pienso dos veces y lo arranco de mi cuello, lo lanzo al suelo, y me acomodo en mi cama, me sumerjo en mis sábanas, y las lágrimas inundan mis ojos de nuevo.

Me levanta unos sonidos debajo, en la sala. Salgo rápidamente de mi cama y bajo a ver de qué se trata.

Es Liam.

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