—Dios mío, ¿que te sucedió?—Liam seguía sin responderme.
Me levanto de la cama y voy hacia el, lo tomo de la mano y lo siento en la cama. Examino sus heridas y sus hematomas.
—Liam... ¿Vas a decirme que te sucedió?—le pregunto por última vez.
—No quiero hablar de eso, prefiero que se quede así—dice él y yo opto por dejarlo.
—Bueno, está bien. Pero déjame curarte. Ya vengo—digo y el asiente.
Voy a mi baño, abro el espejo y saco mi botiquín de primeros auxilios. Regreso a donde esta mi hermano, y lo primero que hago es limpiarle la herida con alcohol, el hace muecas de dolor y suelta varios quejidos por el ardor que provoca el alcohol.
Tiene 2 moretones, uno en el ojo el cual es muy notable y otro en la mejilla. La sangre de su nariz ya está seca, así que la limpio y su labio está partido.
Dios mío, ¿quien le habrá hecho esto?
Ya después de haberlo curado, le doy una pastilla para los dolores y se la toma. Liam está en completo silencio, al igual que yo, pero no resulta incómodo. El no quiere hablar y yo lo entiendo.
—Estas listo—le digo en voz baja.
—Gracias, nena—dice Liam y me sonríe pero cambia a una mueca de dolor—¿Puedo quedarme contigo, hoy?—.
—Ah... Si, claro—le sonrío.
Nos acostamos y quedamos viendo el techo. Le acaricio el cabello a mi hermano, y siento como su respiración se profundiza poco a poco.
Siento mis ojos pesados y poco a poco se van cerrando.
—Lo siento—dice Liam en un leve susurro.
Y me duermo.
—Liam, levántate, mamá ya hizo el desayuno y llegaremos tarde—digo ya casi lista.
—Ya voy—abre los ojos y se levanta de la cama camino a su cuarto
Me coloco mis zapatos y ya estoy lista.
—¿Crees que puedes ayudarme con... Esto?—me señala su rostro.
—Si—le digo agarrando mi estuche de maquillaje y me dirijo a su habitación.
No me había percatado que estaba en toalla, ¿en que momento se baño? . Se viste y yo empiezo mi obra de arte, recibo varios quejidos de su parte pero hago caso omiso.
Luego de ya 15 minutos el estaba listo, debo de admitir que el maquillaje le tapa mucho el hematoma horroroso del ojo.
Bajamos ambos al comedor encontrándonos con nuestros padres, mamá iba saliendo de viaje para su trabajo al igual que papá. Por suerte ellos no se dieron cuenta del rostro de Liam y eso nos alivio un poco.
De camino al instituto, mi hermano coloco un poco de música y yo la tarareaba viendo por la ventana. Buscamos a Kyle, luego a Isaac y de último Aaron. Ellos iban atrás, hablaban sobre Star Wars, lo cual no me llama mucho la atención.
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·•BICOLOR•· ✓
Novela JuvenilEl collar de Stella Bianchi fue robado; nadie vio, nadie escuchó, nadie supo quién fue a excepción de su hija, Gianna. Lo único que Gianna logró ver del ladrón fueron sus ojos bicolor, y no muchas personas tienen los ojos así. Portada hecha por @S...